Qué revisar antes de salir de viaje este verano

Sabemos que vas a utilizar el coche más de lo que lo utilizas el resto del año. Quizá no lo gastes para ir a trabajar, pero es posible que te desplaces más hasta la playa, vayas a pasar las vacaciones en tu pueblo y viajes hasta otra ciudad para visitarla. Pero antes de hacer todo eso, deberías revisar algunas partes de tu vehiculo para no llevarte sorpresas.

Antes de iniciar ese viaje que te va a llevar hasta tu destino vacacional, no olvides que hay puntos del coche que requieren tu atención y que pueden hacer que un viaje de ocio se convierta en un auténtico calvario. Vamos a repasarlos y a tenerlos a punto para que las vacaciones sean un momento de ocio y de diversión, nada más.

– El nivel de aceite: Parece que nos olvidamos demasiado de él. En ocasiones solo lo miramos cuando se acerca el momento del cambio. Pero pueden existir pequeñas fugas que hacen bajar el nivel y provocar que el motor funcione mal y nos de algún susto. Antes de partir, mejor asegurarse de que está entre los niveles máximo y mínimo.

– Limpiaparabrisas y anticongelante: El primero es fundamental y hay que llevar el depósito siempre lleno. De él puede depender la buena visibilidad en caso de que llueva o haga viento y ensucie el parabrisas. El segundo hay que llevarlo también con suficiente nivel, aunque no esperemos ninguna helada en verano.

– Las luces: Llevar las luces en condiciones es también muy importante. Hay que revisar que todas las bombillas funcionen y que emiten suficiente luz. Si hay algún problema de intensidad de los faros, se puede perder visibilidad. Si estos están muy rayados, conviene pulirlos, una operación sencilla que se puede realizar en casa y que no cuesta más de media hora por faro.

– Líquido de frenos: Sin ellos no podemos frenar y todos sabemos qué puede significar esto. Que este contenedor tenga el nivel adecuado y se controle que no tenga ninguna fuga es sumamente importante para tener la seguridad necesaria para circular sin problemas.

– Los neumáticos: Nunca nos cansaremos de recordar la importancia de los neumáticos. Estos son los encargados de poner en contacto el coche con el suelo y si fallan, falla todo. Es vital que los surcos de las ruedas tengan la profundidad adecuada para garantizar el agarre y que no estén desgastados. Si uno de ellos revienta mientras se circula se puede perder el control del coche y hacernos pasar un buen susto.

– La batería: El nivel de la batería también es conveniente conocerlo. Es uno de los problemas más fáciles de solucionar y no afectaría al coche hasta que se intentara arrancar, pero es mejor ahorrarnos el mal trago que supone darle al contacto y que no funcione.

– Suspensiones, encendido e inyección: Una revisión a estos elementos, sobre todo si se ha detectado algo extraño antes puede ayudarnos a descubrir algún pequeño problema que puede llegar a convertirse en un grave problema si no se ataja antes.

– Las correas: Nadie piensa en las correas, pero son las causantes de un buen número de averías graves en los motores. Te hablo por experiencia propia. Respeta los tiempos recomendados por el fabricante ya que si se rompe la correa de distribución el motor puede sufrir una avería muy compleja y costosa de reparar. Asegúrate que está en condiciones y dentro del periodo recomendado de uso, porque puede dar un buen susto.

Siguiendo estos consejos, no deberías tener ningún problema con el coche. Son revisiones sencillas que pueden ayudar a garantizar el estado del coche y ahorrarte sustos y sobre todo dinero, si por causa de uno de estos elementos se produce una avería. Y al conducir, recuerda: una conducción segura es la mejor manera de pasar unas buenas vacaciones. ¡Disfrúta del viaje!