¿Qué coche me compro? Dime qué necesitas y te diré qué motorización te conviene
Dependiendo del uso que le demos a nuestro vehículo, debemos valorar la compra entre un coche eléctrico, híbrido o de combustión, además de la funcionalidad
Actualmente son muchas las preguntas que nos hacemos y muy pocas las respuestas que tenemos claras. A continuación vamos a intentar responder todas esas dudas que pueden hacer que adquirir un coche sea un éxito rotundo o una auténtica tortura.
La primera duda que hay que atacar es, ¿para qué necesito el coche? Hay varias posibles respuestas: para viajar, para moverme por una ciudad, para llevar a los niños al colegio y sus extraescolares, en fin, para facilitarnos la movilidad.
Utilitarios
Si lo que necesitamos es, simplemente, movernos por la ciudad y hacer recorridos cortos, en lo primero que debemos centrarnos es en qué tipo de combustible nos conviene, ya que con las nuevas tecnologías, podemos encontrar vehículos de tamaños reducidos, muy útiles para moverse por las grandes ciudades, cómodos de aparcar, de conducir y sobretodo de enchufar. Sí decimos de enchufar, ya que los nuevos vehículos eléctricos son sin duda una de las mejores opciones que debemos contemplar para este tipo de casos.
Coches con cero emisiones al Medio Ambiente, extremadamente económicos en cuanto al temido consumo de combustible y con las prestaciones suficientes como para pasar el día al volante. Eso sí, y mucha atención, este tipo de vehículos no nos ofrece la autonomía de un vehículo de combustión, por lo que deberemos hacer un cálculo aproximado, y contemplando imprevistos, de cuántos kilómetros recorremos al día o a la semana. Teniendo en cuenta esto, ya sí nos podremos plantear si es cómodo y factible para nuestro día a día.
Otro punto que juega a favor de los eléctricos son sus nulas emisiones y su libertad de circular por las grandes ciudades en períodos de contaminación elevados, sus ayudas a las zonas de aparcamiento y circulación por zonas restringidas o cerradas al resto de vehículos.
Segmento intermedio
Pero no siempre estaremos dispuestos a circular por ciudad. Si además de pasar el día al volante, necesitamos algo más de capacidad de espacio, algo más de autonomía. Otra razón que se pone encima de la mesa es que necesitamos un vehículo tanto para nuestro día a día pero también para poder compartirlo con la familia el fin de semana.
En este caso deberemos centrarnos en un sector compacto medio, los cuales, ya no son tan reducidos. Aquí es donde debemos contemplar la opción de los vehículos híbridos, es decir, eléctricos en los trayectos más cortos y urbanos, pero con un ciclo térmico (motores de combustión) para los trayectos algo más largos o donde simplemente se necesita algo más de prestaciones.
En este segmento encontramos una muy amplia gama de vehículos híbridos, unos algo más compactos y otros bastante más capaces y con unas dimensiones bastante más considerables teniendo maleteros, habitáculos e incluso número de plazas muy diferentes.
Por lo tanto, padres de familia, amantes de las excursiones o simplemente aquellos que busquen algo más que un medio de transporte, este es tu sector.
Altas prestaciones
Por último, pero no por ello menos importante, a todos los amantes de los viajes, familias numerosas y todas aquellas personas que, por el momento, necesitan o quieren coches a la vieja usanza es decir, con motores gasolina o diésel, vehículos grandes, con prestaciones y que por necesidades, les sea poco útil la tecnología eléctrica, existe el sector del motor térmico (combustible) en el que las presentaciones de tu vehículo vendrán dadas por el dinero que quieras invertir en comprar caballos para tu motor.
Este tipo de vehículos, con autonomías extra largas harán que nos paremos a tomar café en vez de a repostar; harán que un adelantamiento sea fácil y rápido, nos permitirá ser familia numerosa y amante de los animales sin tener que jugar al tetris para montarnos en el coche. Todos estos requisitos los cumple a la perfección el coche de toda la vida, pero con toda la tecnología, vanguardia y prestaciones de los más avanzados.
Llegado a este punto y unificando los tres segmentos más comunes que hemos tratado, nos queda hablar de motorizaciones y transmisiones.
Motorizaciones y transmisiones
En cuanto a la motorización que debemos escoger la primera pregunta debería ser ¿cuántos caballos quiero? Tanto en los coches eléctricos como en los híbridos, no tenemos un abanico tan amplio como en los coches de combustión -aunque cada vez esta afirmación es menos cierta-, por lo que, dentro de la oferta que ofrezca el fabricante de estos vehículos, valoraremos, la relación que nos supone el precio con respecto a la potencia.
Si particularmente somos de los que nos gusta ir algo más rápido, y nos lo podemos permitir, adelante, una motorización potente será de nuestro agrado. Por el contrario, si lo que pretendemos es ahorrar, las opciones menos potentes son suficientes como para satisfacer nuestra demanda.
Hay que tener en cuenta que las motorizaciones híbridas, por su mecánica, montan transmisiones automáticas con convertidor de par o variador continuo en la gran mayoría de los casos.
Las opciones en los vehículos con motores de combustión son mucho más extensas, por tamaño de vehículo, capacidad de carga, número de asientos y un largo etcétera. Dependiendo de nuestras necesidades deberemos estar muy atentos para no errar en nuestra elección siempre valorando un futuro más o menos cercano de varios años y sopesando qué necesitamos y qué no, diferenciando entre capricho y necesidad.
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