Las pruebas WLTP, un problema para los fabricantes: la mitad de los Volkswagen no superan los test
Desde septiembre, los modelos a la venta en la UE han de superar los nuevos test WLTP, pero un gran número de modelos no cumplen con los límites establecidos.
Los automóviles a la venta en la Unión Europea deberán cumplir a partir de este mismo mes de septiembre con los requisitos que establece el nuevo Procedimiento de Ensayos para Vehículos Ligeros Armonizado a nivel mundial (WLTP) si quieren comercializarse en los diferentes mercados de la UE. Las pruebas WLTP son las que van a determinar las emisiones y consumos de los nuevos modelos que las marcas ponen a la venta, pero también las de todos los que ya lo están, y los resultados que vienen arrojando las hasta ahora realizadas son ciertamente preocupantes.
En mayor o menor cantidad, la práctica totalidad de los vehículos a la venta en los mercados europeos supera con las pruebas WLTP los resultados obtenidos anteriormente en las pruebas realizadas bajo los estándares de las pruebas NEDC (Nuevo Ciclo Europeo de Consumos) hasta ahora vigentes. Esto tendrá importantes consecuencias en el precio de los vehículos, dado que en lo sucesivo muchos modelos tendrán bien que pagar el impuesto de matriculación o bien incrementar la cantidad que hasta ahora pagaban, dado que los nuevos resultados les hacen subir de escalón en los gravámenes de la escala impositiva.
Pero más allá del incremento de precios que muchos modelos van a experimentar con la introducción de las pruebas WLTP, toda la industria del automóvil está viendo comprometidos sus resultados económicos de este año con la implantación de las mismas, dados los importantes retrasos que se acumulan en su realización a todos los modelos del mercado, tanto los ya puestos a la venta como los nuevos modelos que están a punto de presentarse.
“Las nuevas pruebas son más engorrosas y tardan en realizarse de dos a tres veces más tiempo que en el pasado, incluso los modelos de edición limitada deben probarse por separado”, manifestó recientemente Thomas Zahn, Jefe de Ventas y Marketing de Volkswagen. Además, esos retrasos en la realización de los test WLTP a cada coche se han multiplicado exponencialmente, porque ahora ya no vale con una única prueba de carácter general para toda la gama de un mismo vehículo, sino que cada versión de motor y de acabado ha de superar la prueba con carácter individual, dado que las diferencias de peso, motor, equipamiento de serie y equipamiento opcional e incluso la medida de las llantas afecta a título individual a las emisiones y consumos de cada coche.
Las pruebas WLTP recortarán beneficios a los fabricantes durante este primer año
Y si a esto le añadimos que muchos de los vehículos actualmente a la venta superan claramente los nuevos límites establecidos para obtener la homologación, podremos contemplar la verdadera dimensión del problema al que este año se han de enfrentar los fabricantes de automóviles. A la vista de los resultados obtenidos en las primeras pruebas WLTP realizadas, muchos fabricantes se han visto obligados a rehacer sus planes económicos y recortar sus expectativas de ganancias a causa de la desaceleración que va a provocar en el mercado y en el sector del automóvil la implantación de las pruebas.
La mayoría de los fabricantes de automóviles prevé que la cadencia de producción de sus diferentes líneas de montaje sufra hasta finales de este año 2018 una importante desaceleración e incluso se lleguen a parar algunas de ellas para cesar de producir modelos cuya “solución” para evitar suspender los test WLTP aún no se ha incorporado a los mismos.
Los próximos meses van a ser todo un desafío para nosotros —afirma Thomas Zahn— aunque esperamos entregas muy fuertes para el próximo mes de diciembre
Volkswagen: 7 de los 14 modelos no pasa las pruebas WLTP
Por citar un ejemplo, Volkswagen ya ha comunicado que tan sólo la mitad de sus vehículos de turismo en Alemania superan los tests WLTP en materia de consumos y emisiones. Por esta razón, el fabricante de Wolfsburg aún no ha obtenido —según informa la agencia Reuters— la autorización regulatoria para siete de su actuales 14 principales líneas de producto. La versión más popular del Golf, la más vendida de la marca, se encuentra entre los modelos que aún han de superar las citadas pruebas, y a tenor del calendario fijado, no está previsto que sus pruebas acaben antes de finales de este mes de septiembre.
Debido a los importantes retrasos acumulados en la realización de las pruebas por parte de los diferentes organismos y entidades de homologación, la mayoría de los fabricantes de automóviles prevén una fuerte desaceleración de su producción durante este próximo trimestre. Esto va a provocar la implantación de nuevos expedientes temporales de regulación de empleo cuando no al cese de la producción en algunas líneas de montaje, con los consiguientes despidos y extinciones de turnos de trabajo.
La desaceleración tiene además un importante efecto rebote en todas las cadenas de distribución de los componentes y accesorios que suministran piezas al sector del automóvil, que a su vez también tendrán que reducir temporalmente el empleo en sus fábricas para poder cuadrar los balances económicos de sus empresas.
Distintos analistas del mercado contemplan caídas en la rentabilidad de las marcas a causa de las demoras en las certificaciones de homologación. Daimler, Volkswagen, Valeo,… y muchos otros fabricantes ya han recortado por esta causa sus expectativas comerciales y económicas para el presente ejercicio. Por este tema, Volkswagen prevé sólo un 2 por ciento de su rentabilidad durante el tercer trimestre del año, frente al 5,5 por ciento alcanzado durante el segundo trimestre.
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