Prueba Volkswagen Tiguan 4Motion 2.0 TDI 150 CV DSG Sport, sin miedo a salir fuera del asfalto
Ponemos a prueba al Volkswagen Tiguan con tracción total 4 Motion, esta es nuestra opinión sobre este alemán equipado con motor diesel 2.0 TDI 150 CV DSG
Uno de los SUV con más éxito en el mercado es el Volkswagen Tiguan, es toda una referencia dentro de los SUV europeos, aunque nosotros hemos querido ir un paso más allá y hemos probado la versión con tracción total del VW Tiguan. ¿Es más recomendable optar por la versión 4×2 o 4×4? ¿Está a la altura fuera del asfalto?
Para comprobarlo nos hemos puesto al volante del Volkswagen Tiguan 2.0 TDI de 150 CV, con caja de cambios automática DSG y el sistema de tracción total 4Motion de la firma alemana.
Diseño exterior: formas más rectas en consonancia con el resto de la gama
Atrás quedan las formas curvas de la primera generación del VW Tiguan, con esta segunda generación y en consonancia con el resto de diseño de los modelos de Volkswagen, todo su exterior parece trazado a regla y cartabón. Lo primero que se nota es la mayor sensación de robustez, las líneas rectas le imprimen más caracter de todoterreno.
Frontalmente destaca la parrilla recta y los faros, con tecnología Full LED para todas las funciones de iluminación, con el funcionamiento de las luces largas totalmente automático. Los antinieblas están en una posición muy baja, demasiado expuestos a la hora de circular fuera del asfalto.
En la parte lateral los marcados pasos de rueda nos recuerdan que estamos ante un 4×4, al igual que la parte inferior de las puertas con protecciones plásticas a contraste con el resto de la pintura. La llantas de 18 pulgadas equipan unos neumáticos M+S que nos ofrecen mayores garantías fuera del asfalto. También se puede observar la generosa altura libre del suelo, más que suficiente para circular por pistas e incluso alguna que otra zona más complicada.
En la zaga destacan de nuevo los faros de líneas rectas con tecnología LED. El portón cuenta con accionamiento eléctrico y de en la parte inferior de la defensa se pueden ver los detalles de diseño típicos de un SUV. Por último está la doble salida de escape que aporta el toque deportivo.
Diseño interior: sencillo, con calidad y amplitud
Cuando pasamos al interior del Volkswagen Tiguan vemos un diseño sobrio, con lo importante pero sin saturar. De nuevo se pueden ver trazos rectos, pero materiales de calidad con plásticos de tacto blando, además de unos ajustes más que correctos. Sólo la zona inferior del salpicadero tiene un acabado en plástico duro que sería mejorable teniendo en cuenta la calidad global del Tiguan.
La instrumentación es completamente digital, gracias al Virtual Cockpit (forma parte del equipamiento Sport), disponiendo de una completa información, además de poder ver la navegación o los menús multimedia. Otra de las pantallas que destaca es la pantalla tácil central, desde donde se maneja el navegador o la parte multimedia, que como ya es habitual en la marca, aun siendo táctil dispone de botones de acceso rápido a las diferentes funciones.
La postura de conducción es elevada, cómoda, con sensación de espacio y buena visibilidad. Los asientos disponen de ajuste eléctrico y sujetan de forma razonable el cuerpo, aunque dado que son negros estaría mejor que fuesen microperforados para aguantar mejor el calor.
En las plazas traseras la sensación de espacio se hace más patente, el cambio con respecto a la anterior generación se nota y exteriormente no da la sensación del enorme espacio interior que tiene este Tiguan. Hay espacio para pies y cabeza, incluso para una persona alta, dispone de salidas de aire y de bandejas con posavasos tras los asientos delanteros (un detalle heredado de los monovolumenes, pero que es muy práctico).
Los asientos traseros se pueden ajustar longitudinalmente, para ganar más espacio en el maletero o para los ocupantes de las plazas traseras, de nuevo otro detalle que pocos SUV incorporan. Al igual que los numerosos hueco repartidos por todo el habitáculo para dejar nuestras cosas, desde la situada en la parte superior del salpicadero hasta el hueco bajo el cofre central.
El maletero tiene una capacidad máxima de 615 litros (dependiendo del ajuste de los asientos), dispone de doble fondo e incluso podemos enchufar una nevera o pequeño electrodoméstico al enchufe convencional de 230V del maletero. Cerrando el apartado de detalles prácticos está la linterna LED que hace las veces de luz.
Motor y prestaciones: 2.0 TDI 150 CV DSG 4Motion
Hablar del dos litros TDI en el Grupo Volkswagen es hablar de una institución, es un viejo conocido de los diferentes modelos del grupo que usan estre propulsor, que se ha ido renovando con el paso de los año (usando AdBlue) y ahora llega hasta los 240 CV de potencia en sus variantes más prestacionales. La versión de 150 CV que hemos probado es una de las más equilibradas dentro de la gama, en algunas ocasiones se echan en falta algún que otro caballo más, como cuando circulamos con el coche cargado de cuatro adultos, pero para el resto de situaciones cumple de forma correcta.
Responde desde poco más de 1500 revoluciones y estira la respuesta hasta las 3.500-4000 vueltas, siempre de forma bastante suave en comparación con otros motores diesel similares. Suavidad que también se nota por la ausencia de vibraciones e incluso por la buena insonorización interior.
Su par motor de 340 Nm es más que suficiente para cualquier situación, desde un adelantamiento hasta el uso off-road. Asociado al motor va la caja de cambios de doble embrague DSG con siete relaciones, una caja que destaca por la rapidez y confort a la hora de cambiar marchas, aunque a priori pueda parecer un inconveniente a la hora de un uso 4×4, la electrónica contribuye a que todo esté coordinado a la hora de salir fuera del asfalto, incluso la transmisión es capaz de detectar que estamos realizando un recorrido off-road o con pendiente y retener más de lo habitual para ayudar al descenso (al margen del control de descensos).
Comportamiento: Donde haya asfalto o donde no
Nuestras primeras impresiones del Tiguan fueron por autovía, ahí es donde muestra su caracter más rutero y familiar, siendo un coche confortable, cómodo y espacioso para realizar kilómetros sin apenas notarlos. La suspensión tiene un ajuste que busca el confort, aunque sin llegar a tener balanceos, y en carretera o autovía este Volkswagen se comporta de forma más parecida a un turismo.
Incluso a la hora de tener que circular por un puerto de montaña o una carretera algo más complicada, mantiene el tipo, no es un deportivo pero es de reacciones nobles y permite tomar curvas con mayor estabilidad que otros SUV.
Dispone de varios modos de conducción: ECO, Normal, Sport y Personal, además del modo Off-Road y nieve. En modo deportivo la respuesta de la caja de cambios es algo más rápida pero sigue siendo un SUV con 150 CV, destacando eso sí la salida desde parado.
Donde realmente nos ha sorprendido es en el apartado 4×4, a simple vista parece que sus aptitudes off-road van a ser similares a las del resto de SUV, pero todo ello es una ilusión óptica. Durante la prueba por pistas, decidimos usar un recorrido mucho más exigente en una pista completamente rota y con piedras en medio del recorrido para ver la respuesta del Tiguan.
Lo primero que nos ha gustado es la altura libre del suelo, que facilita el paso por casi cualquier lugar sin poner en peligro los bajos del coche (que apenas llevan protección plástica). Al seleccionar el modo 4×4 la gestión electrónica de la tracción es muy precisa, pero no incorpora reductora al ser un sistema de tracción por embrague multidisco que distribuye la fuerza entre el eje delantero y trasero.
Aún así en caso de encontrar una zona complicada donde avanzar no es fácil, poco a poco la electrónica va gestionando la tracción frenando la ruedas que no tienen agarre y enviando más par a las demás, de tal forma que salimos de la situación sin apenas segundos de reacción. Otros sistemas de tracción son más lentos actuando ante una situación de baja adherencia, lo que complica salir de ella. En este caso Volkswagen ha hecho un buen trabajo y el Tiguan llega a salir airoso de zonas más propias de un 4×4 con reductora.
Durante la prueba, incluso ha sido capaz de pasar por trialeras sin demasiada complicación. A esto hay que sumar la gestión automática en caso de que descendamos, en ese momento sin tener que hacer nada, el coche mantiene la marcha más corta para retener todo lo posible y ayudar a dicho descenso.
Consumo
Durante la prueba en carretera el consumo medio osciló entre los 5,5 litros y los 6 litros, siendo una cifra más que aceptable para un vehículo de su tamaño y tracción. Mientras que en autovía, en nuestro recorrido habitual entre Madrid > Vigo > Madrid el consumo ha sido de 6,5 litros a los 100 km. En ciudad la cifra sube hasta los 8 litros a los 100 km.
Equipamiento
El equipamiento del VW Tiguan se estructura en tres niveles: Edition, Advance y Sport. De serie dispone de múltiples airbags, control de estabilidad, sistema de vigilancia del entorno «Front Assist» con freno de emergencia en ciudad, asistente de mantenimiento de carril «Lane Assist», regulador de velocidad, llantas de aleación ligera de 17 pulgadas y detector de fatiga.
El acabado Advance suma: asistente de aparcamiento automático, asistente para luz de carretera, pantalla multifunción a color, climatizador de tres zonas, asientos delanteros con mayores ajustes, entre otros elementos. Y el acabado Sport destaca por incorporar molduras específicas exteriores, faros full-LED, Volkswagen Digital Cockpit, llantas de aleación de 18 pulgadas, entre otros elementos.
Dentro del equipamiento destacar la calidad del sistema de sonido, mejorable pese a contar con 8 altavoces, mientras que sin embargo el sistema multimedia está muy completo en funciones y es muy fácil e intuitivo a la hora de usarlo.
Opinión personal y precios del Volkswagen Tiguan
El precio de partida del Tiguan con acabado Edition es de 27.310 euros, mientras que el Advance parte de los 32.600 euros y el acabado Sport asciende a los 37.120 euros. Nuestra unidad tenía un precio que rondaba los 44.000 euros, eso sí, completamente equipado.
Precisamente es el precio la única pega que puedo ponerle al Volkswagen Tiguan, porque aunque la mayoría de los compradores de un Tiguan se decantan por la tracción delantera, en su versión 4Motion sus aptitudes off-road nada tienen que envidiar a las de los verdaderos todoterrenos.
Además el Tiguan ofrece un nivel de espacio interior y de versatilidad propios de un monvolumen, aunque sin renunciar la capacidad off-road. El motor tiene un consumo contenido y unas prestaciones más que dignas, aunque en caso de circular con el coche habitualmente cargado o con más de dos ocupantes, quizás la versión diesel de 190 CV sea la mejor opción para tener una mejor respuesta.
Fotos | Equipo de pruebas Highmotor
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