Passat Volkswagen Análisis Familiar Pruebas
Prueba Volkswagen Passat Alltrack 2.0 TDI 190 4Motion, ¿quién necesita un SUV?
Esta semana, en la sección de pruebas de Highmotor, tenemos como protagonista uno de los vehículos más polivalentes del mercado, el Volkswagen Passat en su variante Alltrack. Equipado con un motor diésel de 190 CV combinado con una caja de cambios automática DSG de seis relaciones y un sistema de tracción total 4Motion, el Alltrack nos permite utilizar el coche para todo lo que se nos ocurra.
Esta semana, en la sección de pruebas de Highmotor, tenemos como protagonista uno de los vehículos más polivalentes del mercado, el Volkswagen Passat en su variante Alltrack.
Equipado con un motor diésel de 190 CV combinado con una caja de cambios automática DSG de seis relaciones y un sistema de tracción total 4Motion, el Alltrack nos permite utilizar el coche para todo lo que se nos ocurra.
Diseño exterior, robusto y sin fisuras
La actual generación del Passat nació en el año 2014, convirtiéndose en la octava en la «línea sucesoria» de tan ilustre modelo. Y es que el Passat lleva más de 40 años comericalizándose alrededor del mundo, ofreciendo con maestría una perfecta mezcla de elegancia, calidad de construcción y polivalencia de uso.
El octavo Passat no es menos, y desde el mismo momento de su lanzamiento su diseño fue alabado tras una modernización de lo más acertada. Siguiendo los pasos del Golf, el Passat ha sido el segundo modelo en acoger la actual tendencia de diseño de Volkswagen, con trazos más angulosos.
Esta unidad, con acabado Alltrack, acoge ciertas modificaciones estéticas que realzan la figura del conjunto. La terminación Alltrack sólo se puede combinar con la carrocería familiar, ofreciendo colores y llantas específicas que no están disponibles en ninguna otra versión.
El frontal destaca por la perfecta integración entre la parrilla, menos voluminosa que la de su antecesor, y los grupos ópticos. En la parte inferior del paragolpes encontramos el alojamiento de los faros antiniebla, así como una especie de «protección» en color metálico que, si bien es plástico, a efectos visuales reafirma la robustez del conjunto.
Los detalles en color plata son parte de la personalidad del Alltrack
La vista lateral queda definida por la limpieza de líneas, con todos los trazos muy bien definidos. Las llantas de aleación son de 18 pulgadas, con un diseño específico para el Alltrack, y están montadas sobre neumáticos Continental ContiSportContact 5 en medidas 245/55/18. Como buen vehículo de carrocería familiar, las barras del techo, en terminación anodizada, rematan el conjunto. Los pasos de rueda, así como los bajos, están rematados en plástico gris sumándose así a las taloneras en terminación metálica. Las tulipas de los espejos retrovisores también están terminadas en el mismo material.
En la parte trasera nos encontramos con unos pilotos con tecnología Full LED completamente enrasados en la carrocería, en disposición horizontal, que se prologan en el portón del maletero. Unas pequeñas molduras en color negro situadas a los lados de la luneta trasera hacen la función de «carenado», mejorando el acabado y la eficiencia aerodinámica del conjunto.
El paragolpes está rematado en su parte inferior con las mismas molduras en plástico gris, incluyendo también una lámina con acabado metálico, así como dos catadriópticos. Como nota negativa, las dos molduras trapezoides que simulan las salidas de escape. Ni siquiera están huecas, ya que las salidas reales apuntan al suelo. No es la mejor solución.
El Volkswagen Passat Alltrack tiene unas medidas de 4.77 metros de largo por 1.83 de ancho y 1.53 de alto, con una batalla -distancia entre ejes- de 2.79 metros. Estas medidas suponen un incremento de 1 cm en la longitud total. Además el Alltrack equipa una suspensión que eleva la altura libre al suelo en 2.75 centímetros respecto al Passat Variant equivalente, fijando la cifra final en 17.4 centímetros.
Diseño interior, calidad percibida y espacio a partes iguales
En el interior el cambio es más evidente que en la carrocería, que al fin y al cabo, como buen Volkswagen, apuesta más por el continuismo. El habitáculo acoge la misma tendencia de líneas rectas que encontramos en el exterior, pero aún más fuerte y acusada. Ya no queda ni rastro de redondeces o curvas en el salpicadero.
Los materiales utilizados en su construcción han dado un paso adelante, siendo claramente superiores a los de su antecesor. De esta manera, encontramos plásticos acolchados en la parte superior y frontal del salpicadero, así como en las cuatro puertas en su parte superior. Los huecos porta objetos de las mismas están forrados en tela anti deslizante.
Hay numerosos detalles que demuestran la obsesión por la calidad percibida de Volkswagen en sus vehículos, entre ellos, por supuesto, el Passat. Son elementos que normalmente pasan desaparecidos para los clientes, pero que calan en el subconsciente del dueño del coche. Es el caso de, por ejemplo, la terminación de las palancas de intermitencia y limpiaparabrisas, así como su preciso enclavamiento en cada una de sus posiciones, la suavidad con la que la palanca del DSG se desplaza sobre cada una de sus posiciones o la correcta iluminación ambiental de salpicadero y puertas.
Como punto negativo, destacar algunos crujidos en la consola superior del techo, así como la ausencia de una moldura en la parte interior de las puertas que recubra el perímetro superior. En este Passat queda de esta manera a la vista la chapa, una solución impropia de una berlina de más de 45.000 euros, máxime cuando un «simple» Ford Focus cuenta con dicha moldura.
Pese a que esta unidad equipaba los asientos de serie, con tapicería mixta de tela y alcántara, la sensación de calidad y calidez es evidente. Hablando de los asientos, la variante Alltrack equipa de serie los asientos «ergoComfort», los mismos que monta el Passat en su terminación Advance, que cuentan con banqueta extensible o regulación lumbar y de altura los delanteros, así como accionamiento eléctrico para ambos mecanismos en el caso del asiento del conductor.
El espacio interior del Passat es uno de los mejores de la categoría
Destaca también la instrumentación, ya que el Alltrack monta, de serie, el sistema VW Digital Cockpit, es decir, una gran pantalla panorámica de alta definición que hace las funciones de un cuadro de relojes tradicional, siendo capaz además de ofrecer numerosos datos adicionales. «Viste» muy bien el interior, dando, junto a la gran pantalla táctil central de 8″, un toque futurista al conjunto.
El espacio a bordo es otra de las grandes bazas del Passat, y por extensión, del Passat Alltrack. En las plazas delanteras no hay ningún problema de espacio sea cual sea la corpulencia de los ocupantes, pero es que en la segunda fila de asientos el espacio disponible es también uno de los mejores. Cualquier persona de 1.9 metros de alto viajará con total comodidad en las plazas traseras gracias a una generosa altura al techo y un gran espacio para las piernas. La plaza central se ve algo perjudicada por un túnel de transmisión algo más voluminoso de lo que nos gustaría, pero necesario para acoger la tracción total.
El maletero tiene una capacidad mínima de 639 litros, lo que supone 11 litros menos que un Passat Variant sin tracción total. Sigue siendo una gran cifra, más que suficiente para las necesidades normales de una familia. El maletero cuenta con un piso capaz de modificar su altura, mientras que los respaldos de la segunda fila de asientos se pliegan en proporción 60:40 tan sólo con accionar dos tiradores situados en los laterales del maletero. La capacidad máxima de carga asciende de esta manera a 1769 litros.
Dinámica de conducción, un motor con empuje y un ajuste de chasis pensado para todo
El Volkswagen Passat de 8ª generación (Passat B8) está construido sobre la ya más que conocida plataforma modular MQB del Grupo VW, plataforma que utilizan infinidad de modelos del grupo alemán, desde el Audi A3 hasta el Skoda Superb, pasando por el SEAT Ateca, entre otros muchos. La utilización de esta plataforma posibilita, además de una reducción de costes, una mayor flexibilidad a la hora de construir el vehículo. La llegada de esta plataforma MQB le ha sentado de maravilla al Passat, mejorando sus cualidades dinámicas.
La gama Alltrack del Passat está compuesta por tres motores diésel de 150, 190 y 240 CV, así como una única versión de gasolina, correspondiente al 2.0 TSI de 220 CV. En este caso la versión escogida para la prueba ha sido una muy equilibrada 2.0 TDI de 190 CV y 400 NM, que casa a la perfección con el carácter del coche.
Esta motorización está asociada exclusivamente a una transmisión automática de doble embrague DSG de seis relaciones, que transmite la potencia al suelo a través de un sistema de tracción total no permanente, conectable a través de un embrague Haldex de quinta generación. En condiciones normales, el Passat funciona como un tracción delantera al uso, pero cuando el vehículo detecta una pérdida de adherencia, el sistema envía una proporción variable de potencia al eje trasero.
Un embrague Haldex conecta las ruedas traseras en caso de pérdida de tracción
El motor cuenta con un funcionamiento progresivo, suavizado por la caja DSG, que dulcifica la entrega de potencia. Mueve los algo más de 1.700 kg del Passat con soltura, acelerando de 0 a 100 km/h en 8 segundos. La velocidad máxima está fijada en 220 km/h. Con este propulsor los cruceros a 130 km/h son pan comido, con un nivel de ruido mínimo gracias al buen aislamiento del conjunto y a unas relaciones de cambio que mantienen el motor rondando las 2.000 revoluciones. El buen funcionamiento de la caja de cambios en marcha se refleja también en unos adelantamientos fáciles y rápidos.
Los consumos de este conjunto están cifrados en 6.1 litros/100 km en ciclo urbano, 4.7 litros/100 km en ciclo extra urbano y 5.2 litros/100 km en ciclo mixto, equivalentes a unas emisiones de CO2 de 137 gr/km. En la realidad, los consumos no son tan bajos, pero es posible rodar en viajes largos por autopista rondando los 6 litros/100 km siempre que no sobrepasemos las velocidades legales. Si nos adentramos en nacionales, es posible rondar los 5.5 litros/100 km, mientras que en ciudad el consumo sube rápidamente a unos 8 litros/100 km. En nuestra prueba, tras más de 2000 km al volante, el vehículo reflejaba un consumo medio de 6.7 litros/100 km.
En términos de chasis, el Passat está puesto a punto con el fin de agradar a todos los usuarios en todas las posibles situaciones. Esto significa que la cuenta con una suspensión algo más blanda que la variante Sport, lo que redunda en algo de balanceo cuando afrontamos curvas con decisión. El equipo de frenos responde a la perfección, y la dirección, aunque es precisa, no aporta prácticamente nada de información al conductor.
El sistema de tracción funciona con rapidez, y permite que el Alltrack «escale» por caminos con poca adherencia sin ningún problema, algo que ayuda a la hora de planificar una escapada fuera del asfalto.
Este modelo cuenta de serie con el sistema de modos de conducción, que a los ya existentes Eco, Normal, Sport e Individual añade el modo Offroad, con un ajuste específico del sistema ABS y de la entrega de potencia de la caja de cambios, que hace patinar algo los embragues para dulcificar la salida y mejorar la adherencia. Añade además un sistema de control de descensos, operativo entre 5 y 30 km/h.
¿Cuánto cuesta la unidad que ves?
El Passat Alltrack 2.0 TDI 190 CV DSG6 4Motion tiene un precio de salida, sin ningún tipo de descuento, de 44055€, a los que hay que añadir algunos extras que monta esta unidad, como la pintura metalizada «Naranja Habanero» (755€), el techo panorámico (1190€), la iluminación ambiental en color blanco (240€) el sistema de asistencia al aparcamiento Park Assist 3.0 (255€) y el sistema de visión 360º Area View (475€).
En total, esta unidad se acerca peligrosamente al terreno de los 50000 euros, ya que la factura final suma 47065€. Por este precio nos llevamos un vehículo absolutamente para todo, pero cuyo precio final puede asustar a algunos posibles compradores, seducidos por otros modelos de corte SUV.
Gama y versiones
La gama Alltrack del Passat arranca con el 2.0 TDI 150 CV con cambio manual de 6 velocidades, que tiene un precio de 39990€. El siguiente escalón lo encontramos en la versión de gasolina 2.0 TSI 220 CV DSG7 por 43780€. Por encima, la motorización que hemos probado nosotros, con un precio de salida de 44055€, y como buque insignia, el 2.0 BiTDi 240 CV DSG7, por 47735€.
Fotografía | Daniel Valdivielso
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