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Prueba Volkswagen Caddy 2.0 TDI 122 CV DSG Outdoor, si buscas espacio quédate con la furgo
En esta prueba sobre la Volkswagen Caddy, analizamos en cinco puntos, qué puede ofrecernos esta furgoneta con alma de turismo con un motor diesel TDI de 122 CV y caja de cambios DSG.
Si tienes familia, necesitas un vehículo amplio, o quieres un coche que te de cierta polivalencia entre el trabajo y el ocio, la Volkswagen Caddy te interesa. Los monovolúmenes han ido desapareciendo, apenas quedan en el mercado unos pocos modelos, casi todos de un tamaño considerable. Entonces, ¿qué opción queda para los que buscan espacio y practicidad? Pues una furgo, una furgo con todo lo que tiene un turismo pero mucho más espacio.
En esta prueba vamos a analizar los 5 puntos fuertes de la Volkswagen Caddy diesel con el motor de 122 CV, caja de cambios automática de doble embrague (DSG) y el acabado más lúdico (Outdoor) que trae de serie todo lo que puedes encontrar en un turismo, y más.
1. Furgo con piel de turismo
Algunas furgonetas con el paso de los años han avanzado mucho, incluso en materia de diseño. Esto es lo que le ha pasado a la Volkswagen Caddy, que en la última actualización, ha estrenado un diseño llamativo con las líneas maestras presentes en la marca alemana.
El frontal podría ser el de cualquier turismo o SUV de la marca alemana, equipando la luces Full-LED y las típicas líneas de diseño rectas que están presentes en todos los Volkswagen. En la parte trasera aparece un diseño bi-tono diferenciando claramente la parte de cristal del resto del portón, con líneas modernas y cuidadas.
Hasta dispone de dos colores que se alejan de la típica gama cromática de una furgo, destacando el de nuestra unidad, denominado «Copper Bronze metalizado«. El otro color, diferente, es el «Costa Azul metalizado«.
Por dentro el diseño y el puesto de conducción, nos recuerdan a un turismo, con una postura de conducción cómoda y todo tipo de elementos habituales en un turismo sin escatimar en equipamiento: instrumentación digital, pantalla táctil para la gestión multimedia, entre otros.
2. Grande, con muchos huecos e invadidos por el espacio
Para los amantes de los interiores amplios, donde el tren central no rodea al conductor y donde hay amplitud en todos los sentidos, la Caddy destaca especialmente en esto.
La sensación de espacio se nota tanto en las plazas delanteras como en las traseras, pudiendo regular la inclinación del respaldo de la segunda fila de asientos. Segunda fila que cuenta con tres asientos independientes, con un espacio para pies propio de una berlina. Además dispone de salidas de aire para las plazas traseras y el techo panorámico que le aporta mucha luz al interior.
Como buena furgo, el habitáculo tiene diferentes huecos para dejar nuestras cosas por todo el interior, desde encima del salpicadero hasta las enormes guanteras de las puertas donde entran fácilmente dos botellas de agua de litro y medio.
Sólo hay dos cosas que nos han llamado la atención, la primera es que los materiales son correctos con unos buenos ajustes pero todos ellos son plásticos duros al tacto (eso sí, es totalmente esperable en este segmento) y lo segundo es que las ventanillas traseras son fijas (hay rivales que optan por ventanillas eléctricas como un turismo).
3. Motor gasolina o diesel, ambos con etiqueta C
Dentro de las opciones mecánicas disponibles en la Caddy está el motor gasolina 1.5 TSI de 116 CV y en diesel: el archiconocido 2.0 TDI con dos variantes de potencia 102 CV y 122 CV (asociado a la caja de cambios automática DSG7). Es un bloque muy conocido en el grupo alemán, que cumple con su cometido en todo tipo de situaciones.
No destaca por la deportividad, pero sí puede afrontar un adelantamiento con seguridad, mientras que la caja de cambios automática nos ofrece un plus de confort. Eso sí, me quedo con la sensación de que con la caja manual se puede exprimir un poco más cada uno de los caballos de este bloque.
El consumo medio en autovía ha sido de 6,4 litros a los 100 km, mientras que la cifra se puede bajar hasta los 5,6 litros a los 100 km en recorridos por carretera. Cifras que están dentro de lo esperable para sus dimensiones, peso y potencia.
4. Para viajar con confort
Si queremos hacer un viaje con cinco pasajeros, no vamos a tener problemas de espacio, puesto que además de viajar de forma cómoda, aun tendremos disponible un enorme maletero que nos permite llevar las maletas de los cinco adultos sin temer al tamaño de la maleta. Y quien dice maleta, dice carro de bebé o silla de ruedas plegada, hay espacio de sobra.
El asiento del conductor es ergonómico, algo que se nota cuando llevamos varias horas al volante. La insonorización interior es correcta, por encima de lo que podríamos esperar de una furgo, y el techo solar (que ya he mencionado antes) aporta un plus de luminosidad. Quizás se echa en falta una cortina para dicho techo, aunque disponga de un filtro específico para bloquear el sol.
Por último las dos puertas laterales tiene un hueco más que suficiente para subir y bajar un adulto o acceder a la silla de retención infantil.
5. Equipada completamente, asistentes de conducción incluidos. Desde los 32.705 euros.
De serie incorpora elementos como el climatizador bizona, la pantalla de 10 pulgadas para manejar el sistema de infoentretenimiento, asistente de mantenimiento de carril, sensor de luces, cámara trasera, instrumentación digital, sensores de aparcamiento, entre otros.
Nuestro nivel de acabado suma las luces delanteras LED, llantas de aleación de 17 pulgadas, techo panorámico, entre otros elementos.
En cualquiera de los niveles de equipamiento, viene con todo lo esencial para el día a día. No se olvida de los asistentes, ni de los sensores de aparcamiento ni de la pantalla táctil para gestionar el sistema multimedia, sistema que es correcto, siendo mejorable el sonido de sus 6 altavoces (pero esto ya es un aporte personal).
Fotos | Equipo de pruebas
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