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Prueba Toyota RAV4 Hybrid AWD Feel!, lógicamente híbrido
Analizamos a fondo la versión más interesante del SUV medio de Toyota, el RAV4 Hybrid 4WD con acabado Feel!, una gran alternativa dentro de su segmento.
Esta semana, en la sección de pruebas de Highmotor, analizamos a fondo a uno de los SUV más conocidos y con más historia de la historia.
Hablamos del Toyota RAV4, que con el paso de los años ha ido ganando madurez, estrenando el año pasado una interesante variante híbrida que ahora ponemos a prueba en combinación con el acabado Feel!.
En 2013 veía la luz la cuarta generación del RAV4 de Toyota, y nosotros probamos su versión diésel con tracción integral. Este modelo se ha considerado como uno de los impulsores de los ya archiconocidos SUV ya desde su lanzamiento allá por 1996. Las sucesivas generaciones del RAV4 han ido, poco a poco, puliendo su carácter, pero el espíritu sigue vigente.
Diseño exterior, la forma subyugada por la función
La cuarta generación del RAV4 destaca, en términos de diseño, por su lógica. El RAV4, sobre todo en sus inicios, se diferenciaba por un diseño juvenil y dinámico, pero ya desde la tercera generación ha perdido parte de esa “juventud” para centrarse en un público más familiar que, no obstante, no quiere renunciar al componente aventurero.
El RAV4 sufrió un ligero restyling en 2015 que trajo consigo una mejora tanto en las mecánicas como en el habitáculo, sin dejar de lado el diseño de su carrocería, que mejoró en líneas generales, asemejándose a las últimas creaciones de la firma japonesa.
El frontal es, como suele suceder, la parte en la que los cambios son más notorios. La imagen que transmite el RAV4 es de fortaleza, una fortaleza que se hace patente con un paragolpes abultado y afilado, unos grupos ópticos con forma de flecha y una parrilla pequeña, casi inexistente, que acoge en su centro el gran logo de la marca.
El lateral apenas se modifica respecto a la cuarta generación original, por lo que contamos con una superficie acristalada de generosas dimensiones, rematada cuidadosamente por un listón cromado que mejora su imagen. Destaca también la presencia de una generosa línea de tensión en la carrocería, algo por encima de los tiradores de las puertas, que otorga una mayor sensación de robustez en combinación con unos marcados pasos de rueda y unas llantas de 18” que, en este caso, cuentan con terminación bicolor.
En la parte trasera los elementos más llamativos son los pilotos, que aprovechando el mencionado restyling pasaron a contar con un fondo oscuro y elementos con tecnología LED, dotando, junto con la iluminación diurna, de una marcada personalidad lumínica al conjunto. Algunas funciones, como la iluminación marcha atrás o la antiniebla, se sitúan en el paragolpes para remarcar el carácter aventurero y robusto del vehículo.
Esta unidad cuenta además con el Pack Full Color, que implica, entre otros, paragolpes y pasos de rueda pintados completamente en el color de la carrocería, dandole un aire más refinado al RAV4. Seguimos contando con un portón de maletero de grandes dimensiones que, además, es de accionamiento eléctrico.
Diseño interior, amplitud y sensación de calidad
El habitáculo de la cuarta generación del RAV4 sorprendió a propios y extraños ya desde su primigenio lanzamiento debido a un tablier de formas originales que rompía completamente con los diseños anteriormente vistos en el modelo japonés.
El RAV4 apuesta por la amplitud y el equipamiento de confort
Con el restyling se ha aprovechado para actualizar algunos elementos, mejorando además la calidad percibida de ciertos revestimientos. El salpicadero, por tanto, es esencialmente el mismo que el de la unidad de la prueba que publicamos dos años atrás, pero con varios elementos nuevos que ralentizan su envejecimiento.
Mantiene el diseño principal, con un tablier en posición relativamente vertical rematado con una gran moldura acolchada que integra los mandos del climatizador y el botón de arranque. Bajo el tablier principal se mantiene un gran hueco en la parte central, donde encontramos algunos interruptores.
La consola central cuenta con unas generosas dimensiones, que le permiten acoger numerosos huecos, el freno de mano mecánico y la palanca del cambio automático. Por encima, un apoyabrazos acolchado que sirve de tapa para un gran hueco portaobjetos.
Los materiales utilizados en su construcción son, en general, de buena calidad. Se ha mejorado la apariencia y el tacto de elementos como los paneles de las puertas, con mayor porcentaje de plásticos acolchados y, en esta versión, con un agradable tapizado en alcántara que encontramos también en la moldura que recorre transversalmente el salpicadero.
No obstante, seguimos contando, por ejemplo, con una parte superior del salpicadero y una consola central completamente fabricados en plástico duro, así como la parte superior de las puertas traseras. Los ajustes entre piezas son, en cualquier caso, buenos, sin bordes ni ruidos.
Algunos botones e interruptores siguen sin tener retroiluminación. No es un detalle determinante, pero es chocante que en un vehículo que supera los 36.000€ los mandos de los espejos retrovisores o de los elevalunas -estos últimos sin función impulsional excepto el del conductor- no cuenten con iluminación.
Son nuevos tanto la instrumentación como el volante, así como el sistema de infoentretenimiento que, sin embargo, se sigue percibiendo anticuado ante los sistemas de la competencia. Los asientos cuentan con una tapicería mixta de tela, cuero y alcántara que unido a unas formas muy bien conseguidas hacen que sean muy cómodos.
En cuanto a espacio interior, el RAV4 ofrece grandes dosis de amplitud para los ocupantes de ambas filas de asientos. En la fila trasera disfrutamos de un buen espacio para la cabeza, así como de un piso prácticamente plano que permite acomodar a tres personas con relativa comodidad. El maletero cubica 501 litros, con un piso plano que facilita la carga.
Dinámica de conducción, la suavidad como mayor objetivo
El RAV4 en su variante híbrida cuenta con el mismo sistema híbrido que el Lexus NX300h que probamos el año pasado. Consta de un motor de gasolina 2.5 de cuatro cilindros de ciclo Atkinson con 152 CV y 206 NM, al que se le añade un motor eléctrico de 143 CV y 270 NM. En total, contamos con 197 CV.
Como elemento de unión encontramos una transmisión sin embrague, con engranajes epicicloidales con un funcionamiento similar al de una caja de cambios de variador continuo CVT. Esta transmisión tiene una manera de funcionar algo peculiar que no convence a todos los usuarios, pero que consigue el mejor compromiso entre prestaciones y consumo.
En esta unidad, equipada con tracción total, contamos con un segundo propulsor eléctrico situado en el eje trasero. No sirve para aumentar la potencia máxima del conjunto, ni siquiera las prestaciones, sino que mejora la motricidad en determinadas situaciones de baja adherencia, aunque sus capacidades offroad son bastante limitadas, suficientes en caminos fáciles pero escasas cuando el terreno se complica.
La variante híbrida es la más potente y rápida de toda la gama RAV4, siendo capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8.3 segundos, alcanzando una velocidad máxima limitada electrónicamente a 180 km/h. Según Toyota, el gasto medio de carburante se cifra en 5.1 litros/100 km, siendo idéntica la cifra en ciclo urbano y firmando 4.9 litros/100 km en ciclo extra urbano.
Con la mecánica híbrida el RAV4 es muy ágil en aceleración
La realidad es bastante diferente, ya que si bien en ciudad en posible moverse en el entorno de los 6-6.5 litros, lo cual es una cifra muy destacada si tenemos en cuenta que hablamos de un SUV de 1765 kg con tracción integral, en carretera es difícil bajar de los 6.8-7 litros ya que la aerodinámica y el peso lastran significativamente al vehículo.
En otro orden de factores, contamos con una dirección muy asistida, ideal para maniobras, pero muy poco comunicativa. El sistema de frenado, con dos fases (regenerativa y tradicional) cuenta con una buena capacidad de deceleración, y el tacto del pedal está bastante conseguido para tratarse de un vehículo híbrido.
Dinámicamente el RAV4 hybrid destaca por la respuesta suave y confortable de su sistema de suspensiones, compuesto por un eje McPherson delante y un paralelogramo deformable en la parte posterior. Pese a que contiene bien los movimientos de la carrocería en la mayoría de las situaciones, el RAV4 revela su enfoque familiar con unas maneras más enfocadas al confort y la tranquilidad.
En cualquier caso contamos, como es lógico, con toda una batería de sistemas de ayuda a la conducción que actúan antes de que la situación vaya a mayores. Destaca la presencia del sistema global de prevención Toyota Safety Sense, de serie, que encauza sistemas como el de prevención de colisión por alcance, el lector de señales o el asistente de luces de carretera.
Gama y versiones, ¿cuánto cuesta la unidad que ves?
La gama RAV4 tiene un precio de acceso de 25.900€ descuentos incluidos, pero nuestra unidad es algo más cara. Para empezar su línea de acabado es la denominada como Feel!, de las más altas de la gama, que incluye de serie elementos como el asiento del conductor con ajustes eléctricos, la calefacción en los asientos delanteros, el control de crucero adaptativo, los faros LED, el volante multifunción, el portón de maletero eléctrico, el sistema de audio JBL con 11 altavoces o el mencionado Toyota Safety Sense.
Nuestra unidad equipa, a mayores, el Pack Full Color (350€), el sistema Toyota Touch 2 & Go con navegación (650€) y la pintura metalizada Plata Luna (550€). En total, el precio de nuestra unidad asciende, a, promociones incluidas, 38.000€, situándolo en la media del segmento si tenemos en cuenta elementos como el cambio automático o la tracción integral.
un comentario
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Ha sido todo un acierto de Toyota el incorporar el sistema híbrido al RAV 4, un vehículo SUV familiar que tiene un comportamiento suave, silencioso y cómodo tanto en ciudad como en carretera, con una aceleración contínua y lineal, desde que pisas a fondo el acelerador, que impresiona. Y si, además, añadimos el consumo tan ajustado para esta carrocería y peso, el resultado es perfecto, para una familia de cuatro o cinco miembros..
He tenido la oportunidad de probarlo y me ha convencido claramente por encima de todos sus competidores (obviamnete salvo el Lexus nx300 h que es primo hermano porque monta el mismo motor, si bien, está un escalón por encima en diseño y terminaciones de mayor calidad, también en precio, obviamente).
Lo que me sigue extrañando es la carrera exitosa y de liderazgo que mantiene Toyota con los motores híbridos y que ningún competidor sea capaz de seguirlo. Las motorizaciones diesel tienden a desaparecer por la mayor emisión contaminante y las exigencias requeridas a éstos motores para minorizar cada vez más esas emisiones que, con el paso de los años, dan problemas mecánicos que afectan a nuestra cartera.
Un vehículo híbrido y cómodo, de consumo ajustado, para disfrutar en familia, que me ha encantado. Os animo a todos los interesados en éste tipo de carrocerías SUV a que lo probéis y, si es posible, lo conduzcáis en tramo urbano y en carretera; es la mejor manera de decidir.