Land Cruiser Toyota Pruebas SUV
Prueba Toyota Land Cruiser VXL 180D, icono impasible
El Toyota Land Cruiser es uno de los iconos TT del mercado, y pasa por nuestra sección de pruebas para mostrar todas sus bondades dentro y fuera del asfalto.
El Toyota Land Cruiser es uno de esos incombustibles de las carreteras -y no carreteras- que circulan a día de hoy por todo el mundo.
Desde Highmotor analizamos la última iteración del Land Cruiser en su acabado medio VXL con carrocería de cinco puertas para descubrir si su carácter sigue intacto.
Diseño exterior
El diseño de la carrocería del Land Cruiser es indiscutiblemente rotundo. Parte del histórico carácter del modelo japonés reside precisamente en su estampa, que ha sabido mantener sus formas cuadradas pese al paso del tiempo, adaptándose a las necesidades del cliente moderno con cada actualización.
El diseño del Land Cruiser que se vende en la actualidad data de 2015, cuando se lanzó la actual línea, basada y construida, no obstante, sobre el Land Cruiser de 2010, que ha sido actualizado en tres años diferentes, 2013, 2015 y 2016. Se trata de un modelo veterano que gracias a la mano de los diseñadores disimula bastante bien el paso del tiempo.
El frontal es muy robusto, con una calandra de grandes dimensiones formada por 5 lamas verticales que integran a su vez un logo también de generosas proporciones. Los grupos ópticos cuentan con una llamativa «lágrima» junto al perímetro de la parrilla que acoge los puntos LED para la iluminación diurna. Los faros son, de nuevo, de gran tamaño. En los extremos inferiores encontramos dos ópticas antiniebla halógenas.
La imagen del Land Cruiser se ha mantenido fiel a la personalidad del modelo
El lateral deja ya entrever que se trata de un vehículo pensado para la circulación fuera del asfalto. La altura de la carrocería es muy elevada, las llantas de aleación tienen un diámetro relativamente escaso para los estándares actuales mientras que el balón de los neumáticos es muy grande, la distancia libre al suelo es grande…todo deja entrever que nos encontramos ante un auténtico todoterreno.
Las líneas del lateral son muy clásicas, sin estridencias, con un parabrisas poco inclinado, una superficie acristalada lateral muy generosa, tiradores de puerta grandes y unos pasos de rueda marcados que, acompañados de unas taloneras de gran tamaño con iluminación, realzan la robustez del conjunto.
La parte trasera cuenta con un gran portón de maletero de apertura lateral, que a su vez cuenta con una luneta trasera practicable. Un gran listón cromado sobre la ubicación de la placa de matrícula acoge la denominación del modelo, mientras que los grupos ópticos con iluminación mixta LED-bombilla se sitúan en los hombros superiores, en posición vertical.
El paragolpes posterior, bastante voluminoso y situado a una altura considerable, acoge las ópticas antiniebla y está rematado con una moldura de protección, pero para determinadas maniobras sobre todo de carga y descarga del maletero puede llegar a resultar incómodo, amén de mancharnos la ropa a poco que el coche no esté perfectamente limpio.
El Land Cruiser en su carrocería de 5 puertas mide 4.78 metros de largo, 1.88 metros de ancho y unos impresionantes 1.84 metros de alto, lo que le convierte en uno de los vehículos más voluminosos a la venta actualmente, sobre todo tenemos en cuenta su altura, algo que redunda en el espacio interior.
Diseño interior
El diseño del habitáculo del Land Cruiser recuerda, de nuevo, a un vehículo de corte más rudo, con una tendencia a lo resistente y a lo funcional en todo momento, por encima de la estética. De cualquier modo, para poder hablar del interior del Land Cruiser, primero tenemos que «escalar» hasta él…
La generosa altura libre del Land Cruiser puede suponer un impedimento para algunas personas a la hora de acceder al habitáculo, algo que Toyota ha intentado compensar instalando unas generosas taloneras iluminadas y un agarrador en el interior del pilar A, facilitando la tarea.
Las líneas generales del salpicadero son cuadradas y rectas, lo que le hace parecer un modelo veterano frente a la competencia pese a que en los últimos años ha recibido diversas actualizaciones. Todo en este Land Cruiser tiene un tamaño generoso, desde los botones de la consola central hasta los diales de la instrumentación, pasando por el gigantesco volante o la gran palanca del cambio automático.
El habitáculo disfruta de una gran calidad constructiva
Pese a que su diseño no es el más moderno del mercado, el Land Cruiser tiene uno de los habitáculos mejor construidos. Los materiales están escogidos con mimo y, dejando de lado su apariencia, están ensamblados para durar, evitando la aparición de ruidos parásitos y desajustes. De hecho, el tacto de la mayoría de los revestimientos es acolchado, y no da la sensación de barato en ningún momento, algo lógico por otra parte si tenemos en cuenta que hablamos de un coche que ronda los 60.000€.
En este Land Cruiser todos los mandos están retroiluminados, (en un «noventero» color verde», sí) algo de lo que no pueden presumir el resto de Toyotas, y contamos incluso con una agradable iluminación ambiental en tonos blancos en puertas y pies, algo que se agradece en trayectos nocturnos.
La instrumentación, de gran tamaño, es muy completa, y cuenta con una gran pantalla central que nos ofrece información de todo tipo. El sistema multimedia, por su parte, acusa el paso de los años con un manejo algo farragoso y una velocidad de procesamiento limitada a la hora de calcular trayectos o navegar por los menús.
El espacio a bordo del Land Cruiser es muy abundante en cualquiera de las cotas en las que efectuemos una medición. El amplio habitáculo cuenta con dos grandes butacones en la parte delantera, que en esta versión cuentan, además de con tapicería de cuero, con regulación y calefacción eléctricas.
En la parte posterior contamos con tres plazas útiles gracias, sobre todo, a la anchura de la banqueta. Además, las dos plazas laterales cuentan con calefacción, y todas disponen de un mando de climatización independiente de la parte delantera, con un control bizona de la temperatura.
El maletero cuenta con una capacidad mínima de 104 litros cuando las 7 plazas están desplegadas. Si ocultamos la tercera fila de asientos, que ahora se guardan en el piso del maletero en lugar de en los laterales, tendremos disponibles 553 litros con unas formas muy aprovechables. Si, además, plegamos la segunda fila de asientos, la capacidad total asciende hasta los 1800 litros.
Dinámica y conducción
El Land Cruiser está disponible con una única motorización, una unidad diésel D4-D de cuatro cilindros en línea colocada en situación delantero-longitudinal, con 2.8 litros de cubicaje, 177 CV y 420 NM. Este motor sustituyó en su momento al vetusto 3.0 D4-D, que ya no superaba las pruebas anticontaminación.
La potencia del motor se transmite a una caja de cambios automática de 6 velocidades con convertidor de par, que a su vez transfiere la potencia al suelo a través de un sistema de tracción integral Torsen con un diferencial central bloqueable a voluntad. La transmisión cuenta también con un sistema de reductora.
Concepción clásica para avanzar con seguridad en cualquier situación
Cabe destacar que el Land Cruiser es uno de los pocos vehículos a la venta en la actualidad que cuentan con un chasis de largueros, una solución más adecuada para una utilización campera, claramente en desuso frente a soluciones como el chasis monocasco con carrocería autoportante.
El sistema de frenos está compuesto por pinzas fijas de 4 pistones en el eje delantero y pinzas flotantes en el eje posterior. Los 4 discos son ventilados. La dirección, por su parte, está asistida de forma hidráulica, aunque la mencionada asistencia es variable en función de la velocidad.
En la vida real el Land Cruiser firma unas prestaciones discretas, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 12.7 segundos y una velocidad punta de 175 km/h. Cuando conducimos un vehículo de estas características, es conveniente adecuar las maneras a las capacidades del mismo. Y es que la inclinación de la carrocería es palpable en todo momento, la dirección está muy asistida y cuenta con muchas vueltas de tope a tope, y las distancias de frenado son algo más largas de lo normal, culpa también de los neumáticos de campo.
El consumo medio homologado es de 7.4 litros, pero en nuestra prueba hemos conseguido una media de 9.2 litros cada 100 km en todo tipo de uso, ya sea campero, ciudad o carretera abierta. La transmisión automática es extremadamente suave en su utilización, pero el resbalamiento del convertidor, que no cuenta con bloqueo del mismo, es excesivo prácticamente en cualquier situación, haciendo subir las revoluciones de forma, a veces, innecesaria.
Cuando dejamos a un lado «lo negro» y nos vamos de excursión al campo, el Land Cruiser muestra una de sus mejores facetas. Este tanque japonés es extremadamente capaz en prácticamente cualquier situación. Bloqueando diferencial y activando la reductora, no hay cuesta que se resista, aunque el firme esté suelto. Puedes ascender a baja velocidad por prácticamente cualquier superficie.
Nuestra unidad contaba además con un sistema de control de descenso, que se encarga de actuar de forma inteligente sobre los frenos para asegurar una trayectoria suave y segura en todo momento, aunque, dependiendo de la versión, podremos disfrutar de otros sistemas como el Crawl Control, un control de avance con 5 superficies predeterminadas, un sistema de amortiguación adaptativa AVS o un sistema de estabilizadoras desconectabas KDSS.
Los amplios recorridos de suspensión y el gran perfil de neumático permiten un avance relativamente cómodo en superficies rotas, demostrando una vez más la calidad de realización de este veterano modelo. El sistema de frenado cuenta con un ABS adaptable, que reconoce cuando avanzamos por terrenos sueltos y permite un cierto bloqueo de las ruedas para reducir la distancia de frenado.
Gama y versiones, ¿cuánto cuesta la unidad que ves?
La gama Land Cruiser está a la venta en nuestro país con un precio que arranca en 35.300€, correspondientes a la versión GX de 3 puertas. La carrocería de 3 puertas está también disponible con los acabados VX y VXL, con un coste de 40.700€ y 52.100€ respectivamente. Si optamos por la carrocería de 5 puertas, las opciones son GX (38.300€), VX (46.600€), VXL (57.000€) y Limited (69.000€).
Nuestra unidad es una VXL de 5 puertas, que cuenta con un equipamiento de serie ya muy extenso con elementos destacados como 7 airbags, climatizador trizona, sistema de entrada y arranque sin llave, tapicería de piel, techo solar, control de crucero adaptativo o sistema de seguridad precolisión. La única opción es la pintura metalizada en color plata, con un precio de 725€. Por tanto, la unidad del artículo tiene un precio de 57.725€.
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