Korando SsangYong Coches GLP/GNC ECO Pruebas SUV
Prueba: SsangYong Korando GLP, un SUV “eco” a buen precio
Desde 20.000 euros puedes acceder a un SsangYong Korando G15T GLP, un SUV compacto amplio, con buena relación entre precio y equipamiento y etiqueta ECO.
La cuarta generación del SsangYong Korando ya nos causó una grata impresión en la toma de contacto que puedes leer aquí, en la que detallábamos las novedades y la gama. Un SUV que se mantiene como una de las opciones más asequibles entre los de su tamaño, aunque con “truco”: SsangYong ofrece una versión con motor de gasolina y acabado básico Line que permite ofrecer un “precio desde” muy competitivo: 17.600 euros, contando los 1.000 euros de oferta y los 2.000 que puedes conseguir con la financiación.
Gama Korando: gasolina, diésel… y GLP
Además, sólo para esta versión de acceso, el motor G15 T, un 4 cilindros de gasolina, rinde 149 CV asociado al cambio manual de seis marchas y a la tracción 4×2, o 163 CV con cambio automático y/o tracción a las cuatro ruedas. Lo mismo sucede con las respectivas versiones adaptadas para funcionar con GLP, que tienen un sobreprecio de 2.000 euros respecto a las variantes de gasolina. Mencionar aquí que a diferencia de otros coches de gas como el Renault Captur GLP, la instalación no viene de fábrica, sino que SsangYong la encarga a una empresa especializada. Esto no debe suponer ningún problema, pues la calidad de la instalación es perfecta, y cuenta con su correspondiente garantía.
SsangYong también ofrece en la gama Korando una variante turbodiésel, el D16T. En este caso el precio con descuentos parte desde 22.500 euros con descuentos, pero ya con acabado Urban, pues no se ofrece este motor con el acabado básico Line. El Korando GLP con el mismo equipamiento cuesta 500 euros menos que el turbodiésel, y tiene dos ventajas principales: los kilómetros que realices con gas salen más baratos incluso que en el diésel, y tienes etiqueta ECO. Otras ventajas adicionales que puedes aprovechar puntualmente son su mayor autonomía: hasta 1.200 km según el consumo homologado WLTP, difícil de conseguir, pero en cualquier caso rozando los 1.000 km con facilidad, algo que no es tan fácil con el turbodiésel.
Con cualquiera de los motores, el Korando destaca por su buena relación entre equipamiento y precio y por una gran habitabilidad, especialmente en las plazas traseras. Sus acabados son sencillos pero correctos, y no es ninguna referencia en comportamiento dinámico, pero cumple de sobra.
El SsangYong Korando por dentro
Cuando digo que los acabados son sencillos me refiero a que SsangYong se esfuerza en transmitir una impresión de calidad que no se corresponde con los materiales utilizados, con abundancia de plásticos duros; por algún lado tiene que salir la ecuación para ofrecer un coche así por este precio. Pero ojo, que no desmerece en absoluto y se nota un gran esmero en el ajuste, sin ruidos o crujidos durante la conducción.
Esta sencillez también se aprecia a la hora de manejar el sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas que, como el acabado interior, es correcto sin más, Tampoco es un problema, sobre todo al ofrecer compatibilidad con Android Auto o Apple CarPlay. Además, en el Korando tienes botones físicos para manejar las funciones principales. Eso sí, cuando utilices el reproductor de música puede que eches en falta unos altavoces con mejor sonido; o una mayor definición de la imagen a la hora de recurrir a la cámara trasera para maniobrar.
Como detalles a destacar me quedo con la excelente iluminación interior, y con la instrumentación digital que ofrecen las versiones de acabados superiores, sencilla pero bien organizada, con imágenes de calidad y menús intuitivos. Lástima que la integración del GLP no permita contar con un indicador de nivel de gas o de autonomía restante con cada combustible directamente en la instrumentación. El botón para pasar de modo GLP a modo gasolina, y viceversa, está situado a la izquierda, por encima de la salida de la climatización. Incluye testigos luminosos para indicar el nivel de GLP en el depósito, pero en la posición normal de conducción queda parcialmente oculto y hay que “buscar” con la vista para consultarlo.
También me han gustado mucho los asientos, que ofrecen un gran nivel de confort. Pero sin duda, lo mejor del habitáculo del Korando es su habitabilidad, con unas cotas de anchura, espacio para las piernas en las plazas traseras y altura de lo mejor entre los SUV de su tamaño. Además, los ocupantes de las plazas posteriores pueden reclinar ligeramente los respaldos, para viajar más cómodos.
La capacidad del maletero, sin embargo, es más propia de coches algo más pequeños: sus 425 litros pueden quedarse algo justos para los que viajen con frecuencia y vayan muy cargados. Con la instalación del depósito de GLP se pierde un hueco que ofrecen el resto de versiones bajo el piso, en el que es posible crear distintos compartimentos.
En marcha con el Korando: confort y economía de uso
Sencillez de manejo, confort y economía de utilización son las principales características del Korando GLP cuando se trata de recorrer kilómetros.
La sencillez y el confort vienen dadas por una magnífica visibilidad, una ergonomía correcta, mandos muy suaves de accionar y un buen aislamiento general, tanto aerodinámico como del motor. También aquí tiene mucho que decir el suave tarado elegido para la suspensión, aunque hay otros SUV que demuestran que se puede lograr un confort de bacheo equivalente o mejor sin renunciar a que la carrocería vaya algo más sujeta en las curvas. Lo mismo puede decirse de la forma de funcionar que tienen algunos asistentes a la conducción, que al final acabas desconectando en muchas ocasiones, como la alerta de cambio involuntario de carril.
Siendo exigentes, otro punto a mejorar es la dirección, a la que se le acumula el trabajo cuando toca seguir la trayectoria indicada desde el volante y al mismo tiempo el asfalto sobre el que pisan las ruedas no es totalmente liso, o al acelerar con las ruedas giradas. En esta última situación se notan claras pérdidas de motricidad, no tanto por la fuerza del motor como por el diseño y calibrado de las suspensiones y de la propia dirección. La cosa mejora un poco si eliges la posición “Sport” en vez del modo “Normal” en el selector giratorio situado en la consola, que cambia a una asistencia de la dirección algo más firme, sin comprometer la facilidad para volantear en maniobras o circulando por ciudad.
Para salir del asfalto, donde la suave suspensión del Korando se “traga” bien los baches en pistas o caminos muy ondulados, podemos contar con la ayuda eventual del control de descenso de pendientes. Pero no conviene meterse mucho en líos, no ya por las mencionadas pérdidas de motricidad, sino porque los neumáticos de serie son exclusivamente para uso en asfalto y porque tampoco es que la altura libre al suelo sea muy generosa.
Un motor penalizado por un cambio de desarrollos muy largos
Como en otros modelos que funcionan con gasolina y GLP, en el Korando basta con pulsar el botón correspondiente para alternar entre los dos combustibles, al volante no notarás nada. Lo que sí has de tener claro es que el 1.5 litros turbo de 4 cilindros, en especial combinado con el cambio manual, requiere un estilo de conducción determinado.
Entre que el motor tarda un poco en desarrollar su capacidad de empuje, y que SsangYong ha elegido unos desarrollos de transmisión demasiado largos, el Korando, da igual que circules en modo gasolina o modo gas, obliga a conducir prestando atención al cuentavueltas para que el motor se mantenga entre 2.500 y 4.000 rpm, que es donde muestra un rendimiento óptimo. Si lo haces así, la capacidad de aceleración es buena, acorde con la potencia anunciada. Pero como dejes caer el motor de vueltas en marchas largas, toca hacer trabajar el pie izquierdo y la mano derecha.
No es difícil conseguirlo, aunque puede llegar a resultar molesto ir pendientes del cambio en función de la orografía del trazado. También resulta incómodo en ciudad, donde la poca fuerza a bajas vueltas, y el empuje que ofrece el motor cuando empieza a ganar revoluciones, hace que la conducción sea un poco “a tirones”.
No entiendo cómo los responsables de desarrollo de SsangYong han podido elegir unas relaciones de cambio que no casan nada con el modo en el que el motor entrega la fuerza, con saltos tan acusados entre las marchas. Una elección que también repercute en el consumo, con cifras superiores a las de coches de tamaño y potencia similar. Bajar de los 8 l/100 km en modo gasolina es complicado, y subir por encima de 10 muy fácil, pues el consumo es bastante sensible al ritmo.
Por eso en el caso de optar por un Korando es altamente recomendable invertir los 2.000 euros que cuesta la instalación de GLP. Si no necesitas las ventajas que otorga la etiqueta ECO y vas a viajar mucho por carretera o con el coche cargado, entonces no dejaría de considerar la versión D16T con el motor turbodiésel.
Opcionalmente se puede elegir en el Korando GLP la caja automática con posibilidad de manejo manual/secuencial, un cambio de convertidor de par que es más suave que rápido, no resulta barato (unos 3.000 euros) y que a diferencia de otros cambios de este tipo tiene mucha incidencia en el consumo. También es posible optar por la tracción 4×4, de tipo conectable, asociada siempre al cambio automático; el problema es que esta combinación solo se ofrece con el acabado superior Limited, lo que supone ya partir de un presupuesto superior a los 32.000 euros.
Galería de imágenes SsangYong Korando
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