Prueba y opinión: Skoda Karoq 1.5 TSI DSG Style, el más equilibrado de la gama

Antonio Roncero    @roncero_antonio    16 abril 2021     8 min.
Prueba y opinión: Skoda Karoq 1.5 TSI DSG Style, el más equilibrado de la gama

Con el brillante motor 1.5 TSI de 150 CV y el cambio DSG, el Skoda Karoq es uno de los SUV compactos más recomendables por sus cualidades dinámicas y su relación calidad-precio

El Skoda Karoq es uno de esos coches en los que, por la configuración de la gama, todavía se hace uno la eterna pregunta: ¿gasolina o diésel? Y no es fácil de responder, cuando el enfrentamiento es entre dos motores como el 1.5 TSI de 150 CV, o el 2.0 TDI de la misma potencia. Incluso en el escalón inferior sucede lo mismo con las versiones de acceso, pues el Karoq se ofrece con los motores 1.0 TSI de tres cilindros y 116 CV, y con el 1.6 TDI de 115 CV.

Sin embargo, y como sucede en otros modelos del Grupo Volkswagen en los que se presenta este mismo dilema, el motor 1.5 TSI de gasolina saca a relucir todo su brillo, y se acaba convirtiendo en la versión más interesante y equilibrada de la gama. Poco a poco iremos descubriendo por qué. Aunque, lógicamente, hay que empezar por el motor.

Tras probar el Skoda Karoq 2.0 TDI   en su versión con cambio manual y tracción 4×4, en este caso nos hemos decantado por el 1.5 TSI de 150 CV con cambio DSG y acabado Style. Un coche con un precio de tarifa de 33.590 euros, pero que se queda en 27.000 euros con la oferta comercial y los descuentos que ofrece Skoda.

El Skoda Karoq 1.5 TSI: ¿mejor gasolina que diésel?

El 4 cilindros de gasolina con 1,5 litros y 150 CV que utiliza Skoda en esta verisón del Karoq es ya un motor archiconocido, por la gran variedad de modelos del Grupo Volkswagen que lo utilizan. Existe una variante con hibridación ligera MHEV, pero no está disponible en la gama Karoq, que, de momento, sigue sin ofrecer variantes con etiqueta ECO de la DGT.

Sí dispone del sistema de desconexión selectiva de cilindros, que desconecta dos cilindros en ciertas situaciones de conducción para ahorrar combustible. Al volante ni lo notas, de no ser por el aviso de que se activa este modo de funcionamiento en la instrumentación. Además, entra en acción en contadas ocasiones, y normalmente durante un tiempo muy breve: cuando se circula entre unas 1.500 y 4.000 rpm y vas “a punta de gas”; una vez activado, se desactiva a poco que pises ligeramente el acelerador.

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Resulta difícil resistirse al empuje más contundente y a los menores consumos en cualquier situación del 2.0 TDI de idéntica potencia que ofrece Skoda en el Karoq. Pero por el mismo precio e incluso menos (depende de los descuentos) te llevas la versión de gasolina ya con cambio de doble embrague DSG de 7 marchas. Una opción que resulta especialmente recomendable, dado que el 1.5 TSI manual lleva unos desarrollos de transmisión muy largos, que obligan estar pendientes del cambio más de lo que seguramente te gustaría.

En la comparación TSI vs TDI ganas mucho más de lo que pierdes apostando por la gasolina. Por un lado la suavidad de marcha y finura que no alcanza el TDI. Por otro, la comodidad y, por qué no decirlo, la seguridad que aporta el siempre rápido y dispuesto cambio DSG de doble embrague. Y de paso, que es lo que muchos buscan hoy en día cuando ponen sus miradas directamente en un coche con motor de gasolina, te olvidas de todos esos “cuidados” especiales que hay que tener con los diésel. Ya sabes: EGR, filtro de partículas, Adblue

Consumo: un gasolina que puede gastar poco

Si te preocupa el consumo, apunta esto. Con el TDI te moverás en torno a 6,5 l/100 km, si hablamos de conducción tranquila y en ocasiones ágil, combinando ciudad, carreteras de circunvalación y algo de autovía. Y no subirá mucho si aprovechas toda la potencia, quedándose en unos 8 l/100 km si viajas “ligero”.

El Karoq TSI de 150 CV, por su parte, se conforma con medias en torno a 7,5 l/100 km conduciendo “fino”, sin esmerarse demasiado. Pero si eres de los que tiene tendencia a conducir sin controlar el pie derecho, o en recorridos en los que sean necesarios cambios de ritmo (carretera de montaña, conducción deportiva, adelantamientos) la diferencia con el diésel se irá a unos 2,5 l/100 km de media. En cualquier caso, muchos kilómetros hay que hacer al año para decidirse por el diésel.

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En cuanto a las prestaciones y el comportamiento dinámico, ya hemos apuntado que este motor se lleva de maravilla con el cambio DSG de doble embrague, que recomendamos sin dudarlo. Recuerda que puedes manejarlo manualmente, o elegir alguno de los programas de funcionamiento: normal (D) o deportivo (S), y olvidarte de las marchas. Además, es uno de esos cambios automáticos que no hace difícil las maniobras a baja velocidad.

La entrega de potencia del motor TSI es buena en un amplio margen de revoluciones, aunque se siente más dispuesto si lo mantienes en la zona media del cuentavueltas. Recientemente hemos comprobado su resultado en otro SUV de corte mucho menos familiar, en el Cupra Formentor 1.5 TSI, configurando la versión de acceso a la gama del SUV deportivo. No apabulla por su capacidad de aceleración, pero difícilmente echarás en falta más potencia.

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La suspensión del Skoda Karoq destaca por un buen equilibrio, aunque prima el confort sobre la agilidad. Destaca por unas reacciones nobles y seguras, con un tarado de todos los sistemas electrónicos de ayudas a la conducción claramente enfocados a una conducción tranquila y cómoda. A ello contribuye el buen aislamiento del habitáculo, una correcta visibilidad en todas las direcciones y un puesto de conducción que está muy bien resuelto.

Si piensas salir en algún momento del asfalto, o por si acaso, algo que el Karoq permite siempre que hablemos de pistas o caminos en buen estado, Skoda ofrece un interesante paquete de protección adicional de los bajos por 170 euros, y revestimientos para los pasos de ruedas, por 155 euros.

Skoda Karoq: habitáculo y equipamiento

Pasando al puesto de conducción, los asientos deportivos que equipaba opcionalmente nuestra unidad de pruebas nos parecen muy recomendables, por los 325 euros que cuestan. Tienen un aspecto muy “racing”, pero no los recomiendo por eso, sino por lo cómodos que resultan y por lo bien que sujetan el cuerpo.

Y hablando de asientos, otra de las opciones que no hay que dejar pasar a la hora de elegir un Karoq son los asientos Varioflex en las plazas traseras, que cuestan 320 euros. Con esta configuración los tres asientos traseros son individuales, abatibles y extraibles. Además, los de los laterales se pueden deslizar longitudinalmente para ganar espacio para las piernas o para el maletero, o desplazarse hacia el interior si eliminamos el asiento central. Esto convierte al Karoq en un SUV con cualidades de auténtico monovolumen. De hecho, incluso ofrece mesitas plegables para los respaldos de los asientos delanteros.

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La capacidad del maletero, lógicamente, depende de si llevas o no instalado el Varioflex. Con asientos fijos el espacio para las piernas de los pasajeros está en la media entre los coches de su tamaño, y el maletero entre los mejores, alcanzando 520 litros. Con Varioflex puedes llegar a casi 590 litros de maletero sacrificando espacio para las piernas de los pasajeros traseros laterales, o quedarte en 480 litros y que los que viajan detrás lo hagan como en un SUV del segmento superior.

La versión Style, que es la inmediatamente superior al acabado de acceso Ambition, ya ofrece un equipamiento de serie muy completo. Por encima puedes optar por la elegancia de los Sportline, o por el aspecto más “todocamino” de los Karoq Scout. Pero partiendo de un Style, los paquetes de equipamiento que ofrece Skoda son muy competitivos y permiten configurar el coche a tu gusto sin invertir mucho dinero.

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Por ejemplo, pasar a las llantas de 18 pulgadas apenas cuesta 100 euros. El sistema multimedia Columbus con pantalla de 9,2 pulgadas, que es el más avanzado de los tres que ofrece Skoda, tiene un precio de 1.390 euros, incluyendo nacegación, conexión smartlink, control por voz y un año de servicios online con el paquete Tech Premium. El techo panorámico y los asientos calefactables se ofrecen en el pack plus, por 1.000 euros.

Me ha gustado la sencillez de manejo de todos los mandos, y la buena impresión de calidad que transmiten los materiales y su ajuste, aunque ni el diseño ni la presentación interior sean especialmente llamativos. También se agradece la gran cantidad de huecos útiles que hay en el interior para dejar objetos. Por delante de la palanca de cambios se sitúa el espacio para dejar un teléfono móvil, que puede cargarse por inducción.

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Y también se puede equipar el “JUMBO BOX”, con 2 puertos USB traseros adicionales y una toma de corriente de 230V. Nuestra unidad equipaba incluso el gancho de remolque eléctrico retráctil opcional, de muy fácil manejo y muy a tener en cuenta para quienes van a arrastrar un remolque o una caravana.

Galería de imágenes Skoda Karoq 1.5 TSI DSG

 


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