Prueba SEAT Leon X-PERIENCE 2.0 TDI 150, aventura a la española
Cada vez está más de moda el concepto de vehículo polivalente, capaz de cubrir todas las hipotéticas necesidades de su comprador con nota. Es el caso del coche que esta semana protagoniza la sección de pruebas de Highmotor. Hablamos del SEAT Leon en su versión más capaz, la X-PERIENCE, combinada con un propulsor 2.0 TDI de 150 CV.
Cada vez está más de moda el concepto de vehículo polivalente, capaz de cubrir todas las hipotéticas necesidades de su comprador con nota.
Es el caso del coche que esta semana protagoniza la sección de pruebas de Highmotor. Hablamos del SEAT Leon en su versión más capaz, la X-PERIENCE, combinada con un propulsor 2.0 TDI de 150 CV.
El SEAT Leon es uno de los vehículos más exitosos de la marca española. De hecho, ha desbancado hace unos meses al Ibiza como modelo más vendido dentro de la firma propiedad del Grupo VW. Y es que a lo largo de tres generaciones, el Leon ha escrito siempre una historia de éxito y popularidad entre los vehículos compactos.
En esta tercera generación, el Leon se ha convertido en un producto más maduro que nunca, capaz de satisfacer las demandas de los compradores más exigentes gracias a una gama más extensa y completa, entre la que se encuentra la versión X-PERIENCE, inédita dentro del modelo, que viene a ser algo así como un Allroad de Audi a la española.
Diseño exterior
Poco queda por contar sobre el diseño de la actual generación del SEAT Leon. Tras tres años en el mercado, el Leon es un producto muy consolidado gracias, entre otros motivos, a un diseño muy atractivo que, si bien no es excesivamente llamativo, parece que resiste bien el paso del tiempo.
El frontal es típicamente SEAT. La parrilla alargada con el logo central, los faros trapezoidales y el paragolpes con formas angulosas otorgan al Leon una personalidad muy definida, más aún en esta versión gracias a elementos como los faros LED o las molduras en plástico negro texturizado.
Las llantas de aleación, en este caso de 18″, rellenan correctamente el hueco del paso de rueda, lo que unido a un par de trazos marcados en la carrocería hacen que el modelo sea plenamente distinguible. La superficie acristalada, sin ser excesivamente grande, es suficiente para dotar al Leon de una luminosidad y una visibilidad acordes con las pretensiones de un vehículo de corte familiar.
En la parte trasera encontramos un portón (recordemos que esta carrocería es básicamente la misma que la versión familiar) con una inclinación bastante acusada, que enfatiza el dinamismo que este vehículo quiere ofrecer. No faltan los pilotos traseros partidos y alargados, con una firma lumínica muy definida. El paragolpes sobresale ligeramente, e incorpora una chapa de protección que hace que la imagen del coche sea aún más robusta.
La versión X-PERIENCE se distingue de sus hermanos por un perfil de carrocería completamente revestido en plástico negro, tanto en el frontal y trasera como en el lateral, incluidos los pasos de rueda. Además, es posible pintar la carrocería de una tonalidad marrón específica, mientras que la monta de ruedas también equipa llantas de 17 o 18″ con diseños especiales.
Diseño interior
En el interior, pocos cambios respecto a un Leon tradicional. El diseño del habitáculo parece que resiste bien el paso del tiempo pese a tener ya con algo más de tres años. Algunos rivales del segmento C se han renovado recientemente y muestran una presentación más moderna, aunque en este caso es más que suficiente.
El salpicadero muestra un diseño agradable, de líneas suaves, con una parte superior en la que se aglutinan la instrumentación -con una visualización correcta y gran cantidad de información gracias al ordenador de abordo-, las salidas de ventilación y el equipo multimedia. En la parte central inferior encontramos los mandos del climatizador, así como una hilera de botones con los que controlar elementos como los intermitentes de emergencia, el sistema de ayuda al aparcamiento o los perfiles de conducción.
La calidad de realización del interior es sensiblemente mejor que en la generación precedente
Los huecos portaobjetos son suficientes tanto por calidad como por cantidad. Tanto en las puertas como en la consola central encontramos sendos huecos con capacidad suficiente para la mayoría de la «artillería» que diariamente llevamos en los bolsillos. No faltan tampoco un par de posavasos al lado del tirador del freno de mano, que en este SEAT sigue siendo mecánico a diferencia de sus «hermanos pijos» los VW Golf y Audi A3.
Si en algo ha mejorado el Leon con esta tercera generación ha sido en la calidad de realización. Y es el que tanto los materiales utilizados como los ajustes entre piezas son sensiblemente mejores. Ahora abundan los plásticos blandos, mates, suaves al tacto. Los encajes son precisos y las franquicias escasas. En esta versión destacan los detalles en color naranja, como los pespuntes del fuelle de la palanca de cambio o las costuras del volante. Nuestra unidad montaba tapicería de cuero completa, que ofrece un aspecto más «premium» y acogedor.
El habitáculo ofrece espacio más que suficiente para que cuatro personas se acomoden con tranquilidad en ambas filas. Incluso el tercer ocupante de la fila trasera disfrutará de un espacio relativamente bueno para lo que se estila en este tipo de modelos. El maletero, como era de esperar, ofrece una buena capacidad de carga, 587 litros. Además, los respaldos de los asientos se reclinan fácilmente gracias a sendos tiradores a ambos lados del maletero.
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