Prueba: Renault Koleos 2.0 dCi 150 cv 4×4 (Parte II)
Continuando con la prueba del Renault Koleos 2.0 dCi de 150 cv 4×4 (Parte I) ahora nos toca hablar de la habitabilidad interior del Koleos y de los acabados de los materiales. En lo referente a la habitabilidad es un vehículo amplio y con muchos huecos por diferentes sitios muy prácticos y con vocación de […]
Continuando con la prueba del Renault Koleos 2.0 dCi de 150 cv 4×4 (Parte I) ahora nos toca hablar de la habitabilidad interior del Koleos y de los acabados de los materiales. En lo referente a la habitabilidad es un vehículo amplio y con muchos huecos por diferentes sitios muy prácticos y con vocación de familiar.
De hecho ya el anterior modelo 4×4 de Renault, el Scenic RX4 derivaba de un monomolumen. Y en el caso del Koleos su aspiración es muy similar, ampliando eso sí, las posibilidades off-road del vehículo como ya vimos en la parte anterior de la prueba.
Habitabilidad interior, confort y acabado de los materiales
Como ya comentaba anteriormente es un coche amplio, y con muchos huecos prácticos para guardar cosas. Sólo en las plazas delanteras, las puertas cuentan con huecos pequeños (ver imágen) a mayores de los típicos de la parte inferior de las puertas. Las plazas delanteras tienen una posición muy cómoda y alta de conducción, con muy buena visibilidad (excepto la trasera que se queda algo insuficiente).
Los asientos de las plazas delanteras, no tienen una buena sujección lateral y en curvas algo enrevesadas no sujetan lo que deberían, pero está claro que la concepción del Koleos no es el paso rápido por curvas, sino más bien una conducción sosegada disfrutando del paisaje y del equipo de sonido Bose. En las plazas traseras, hay suficiente espacio y se viaja cómodamente en ellas contanto con bastantes huecos portaobjetos y con un detalle que me gusta mucho: las salidas de aire traseras con chorro de aire regulable desde atrás.
En cuanto al maletero, el Renault Koleos tiene una capacidad de 450 litros, y es bastante práctico. El portón del maletero se habre en dos, y en el caso de cargar algo tienes una superficie lisa. Lo único que no me gustó del maletero es una badeja interior (encima de la rueda de repuesto y del subwofer BOSE), ya que la bandeja es de plástico blando, pienso que podrían haberla echo de plástico algo más duro.
En cuanto a la calidad de los materiales no hay nada que desentone. Los diferentes materiales del habitáculo cumple bien su función y cuenta con plásticos agradables al tacto. También es cierto, que no se puede esperar menos de un coche de 30.000 euros. Además el sistema de navegación se controla desde un joytisk muy fácil de utilizar y de buena apariencia. Los mandos de audio son los mismos que monta el nuevo Mégane III y cuenta con mandos en el volante para el control de la radio y del sistema de manos libres bluetooth (muy útil e integrado completamente).
En definitiva es un coche amplio, con caracter familiar y sin renunciar a las capacidades off-road. Además el confort de marcha es elevado y en el caso del modelo probado, venía con una buena dotación de serie que hace ameno y agradable cualquier viaje. En la siguiente parte hablaremos del equipamiento, costes y valoración general del vehículo.
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