RAV4 Toyota Coches híbridos Pruebas SUV
Prueba y opinión: Toyota Rav4 Hybrid Adventure, un SUV familiar muy «todocamino»
La versión Adventure del Toyota Rav4 combina unas magníficas cualidades para un uso como vehículo familiar y aporta un plus a la hora de abandonar el asfalto gracias a la tracción total y a su mayor altura libre al suelo.
Toyota está siguiendo una estrategia muy acertada para mantener al día la quinta generación del Rav4, que llegó al mercado a finales de 2018. Para ello, ha ido realiando distintas actualizaciones, las principales para el sistema multimedia y otros detalles de equipamiento. Además, se añadieron a la gama interantes versiones, como los acabados Adventure, orientado a los que buscan un aspecto más “campero”; o más recientemente los GR Sport, el acabado más deportivo.
En esta ocasión nos vamos a centrar en el Rav4 Adventure, un acabado que encaja mucho mejor en la filosofía de un SUV como el Rav-4 que el GR Sport. Ambos tienen el mismo precio: 50.800 euros. Que también es lo mismo que cuesta el acabado Luxury si elegimos la transmisión 4×4.
A la hora de hablar de precios y comparar versiones de acabado hay que recalcar lo de la transmisión, porque el Rav4 Adventure y el GR Sport solo se ofrecen con tracción 4×4. De momento, quédate con que en las versiones en las que se puede elegir entre 4×2 y 4×4, como el mencionado Luxury, supone un sobreprecio de 2.000 euros.
Estos son los precios de la actual gama Rav4, según el configurador de la marca:
- Rav4 Advance 220H 4×2: 40.500 euros
- Rav4 Style 220H 4×2: 44.150 euros
- Rav4 Luxury 220H 4×2: 48.800 euros
- Rav4 Adventure Plus 220H 4×4: 50.800 euros
- Rav4 GR Sport 220H 4×4: 50.800 euros
Entre sus posibles rivales encontramos SUV con sistemas de propulsión híbrido para todos los gustos. Por precio, una alternativa es el Ford Kuga HEV, sin perder de vista al Kia Sportage HEV, al Hyundai Tucson HEV o al nuevo Renault Austral. Si buscas un SUV de este tipo para un uso familiar destacaría el Honda CR-V. Mientras que compartiendo tecnología con el Toyota pero con un punto más de sofisticación, que también se deja notar en su precio más elevado, tenemos al Lexus NX.
¿Qué lleva el Toyota Rav4 Adventure?
Además de la mencionada tracción total de serie, el Toyota Rav4 Adventure se distingue principalmente por elementos de diseño que le otorgan un aspecto más robusto y campero. Lleva una parrilla y faros específicos, además de un protector inferior, llantas de 19 pulgadas en color negro satinado y detalles en color naranja en la tapicería. Por otro lado, la suspensión está elevada para ganar 10 mm de altura libre al suelo, y en el interior se añaden atractivos toques de color naranja en la tapicería.
Inicialmente, el Rav4 Adventure tenía un precio de salida más bajo y permitía elegir un paquete opcional denominado Adventure Plus, que incluye el equipo de sonido premium JBL, el techo panorámico y el sistema de navegación GO. En la actualidad, Toyota solo comercializa la versión Adventure Plus, que incluye estos elementos de serie, además de la pintura bi-tono Urban Khaki, sin posibilidad e elegir otros colores.
Otros elementos de equipamiento incluidos de serie son el sistema de entrada y arranque sin llave, el portón trasero con apertura automática, los sensores de parking, la cámara de vídeo trasera, la tapicería de cuero sintético, el control de crucero adaptativo inteligente, los faros LED, el climatizador bizona, los asientos delanteros eléctricos y calefactables, el equipo multimedia compatible con Apple CarPlay y Android Auto y el completo paquete de seguridad Toyota Safety Sense.
Como opciones destacadas se pueden montar estribos laterales (745 euros), barras transversales de techo (235 euros), distintos sistemas para organizar la carga en el maletero o para transportar mascotas y hasta una pequeña nevera.
El interior del Toyota Rav4
Amplitud y calidad son las dos características que definen el interior del Rav4. No es para menos: estamos ante un coche grande -4,6 metros de longitud- y con un precio que supera los 50.000 euros.
Los asientos son, en gran medida, responsables de la buena postura al volante. No solo tienen una apariencia magnífica, sino que sujetan bien el cuerpo y consiguen que los kilómetros no pasen factura. Me han parecido muy cómodos. Y también me gusta la sensación de calidad que transmiten los materiales y su ajuste en salpicadero, consola y paneles de puertas, con muchos elementos tapizados en el mismo cuero sintético que el utilizado en los asientos.
La pantalla táctil del sistema multimedia no es muy grande -8 pulgadas- en comparación con las nuevas tendencias que estamos empezando a ver, especialmente, en los coches eléctricos. Tampoco destaca por su resolución o su fluidez. A cambio, su posición elevada facilita su consulta, y algunos mandos independientes facilitan el manejo. También hay un grupo de mandos independientes para controlar la climatización, con grandes botores giratorios que son mucho más cómodos de manejar que tener que recurrir a la pantalla táctil. Por cierto, la climatización funciona de maravillla.
Las plazas traseras son muy buenas por espacio y confort. Y eso que el Rav4 no cuenta con un sistema de regulación longitudinal desplazando la banqueta, que es fija. Aun así, hay mucho espacio para las piernas, una magnífica cota tanto en anchura como en altura, y se pueden reclinar ligeramente los respaldos de los asientos para viajar más cómodos. Además, como la pequeña batería que alimenta los motores eléctricos (o almacena la energía recuperada en frenadas o en deceleración) va entre los asientos y el eje posterior, el piso no queda elevado, favoreciendo la colocación de los pies en relación a la altura del la banqueta.
El maletero ofrece 580 litros de capacidad, en línea con los mejores entre los SUV de su tamaño. Y tiene formas muy regulares, con unos pasos de rueda que no interfieren demasiado. Como puntos a favor tiene la facilidad para introducir el equipaje que permite el gran portón y un borde de carga bajo, además de una toldilla enrollable ocultaequipaje que cumple bien su función. En el debe, poca versatilidad para sujetar la carga salvo que recurras a las opciones, iluminación un poco pobre y un portón de accionamiento eléctrico muy lento.
El sistema híbrido del Toyota Rav4
En su última actualización técnica, el sistema híbrido del Rav4 recibió importantes mejoras para ganar en potencia y mejorar el consumo, con un nuevo motor térmico, motores eléctricos más ligeros y nuevo software de control del sistema híbrido.
Las versiones 220H de tracción delantera utilizan dos motores, uno de gasolina atmosférico de inyección directa con 2,5 litros y acoplado a un motor eléctrico de 120 CV, para una potencia de sistema de 218 CV. En los Rav4 con tracción total se añade un segundo motor eléctrico de 54 CV que impulsa las ruedas del eje trasero, aunque la potencia total de sistema apenas sube 4 CV, hasta los 222 CV.
Toyota sigue fiel a su sistema de engranaje epicicloidal que hace las veces de caja de cambios, con un funcionamiento que condiciona un poco las sensaciones al volante en determinadas situaciones de conducción, como veremos más adelante. A cambio, seguro que tiene mucho que ver en los espectaculares registros de consumo que consigue el Rav4, como veremos más adelante.
Las levas en el volante permiten “simular” el efecto de un cambio de marchas, pero solo en retención; en realidad, a la hora de acelerar, da igual la posición que hayas elegido mediante las levas. En cuanto al sistema de tracción total, añade un modo de conducción adicional denominado Trail, para ajustar el control de tracción en función de las condiciones de adherencia. Pero no te engañes. Aunque este sistema aporta innegables ventajas respecto a los Rav4 con tracción 4×2, si de verdad quieres meterte en aventuras deberás elegir bien los neumáticos y optar por unos para uso mixto.
Al volante del Toyota Rav4 Híbrido
La segunda generación del sistema híbrido mejoró mucho el Rav4, sobre todo porque ya no se produce de forma tan acusada lo que yo llamo “efecto molinillo”. El ruido del motor sigue siendo su único débil. Y no es una cuestión de falta de aislamiento, sino que se deben al funcionamiento de la transmisión.
Con este mecanismo no hay una relación directa entre lo que el motor sube de vueltas y la ganancia de velocidad al acelerar. Por ello, en situaciones de carreteras muy viradas, cuando toca adelantar o al afrontar cambios de desnivel, es decir, en situaciones en las que hay que acelerar y desacelerar con frecuencia, la rumorosidad mecánica empaña un poco el confort de marcha. No tanto como en los Rav4 con el sistema híbrido de primera generación, pero ese “efecto molinillo” sigue ahí, y hay que acostumbrarse.
Sin embargo, cuando el sistema híbrido funciona con el motor de gasolina apagado, o cuando puedes mantener una velocidad estable con poca presión sobre el acelerador, el ruido o las vibraciones brillan por su ausencia y el Rav4 es un coche muy agradable.
Las prestaciones también acompañan, con una buena capacidad de respuesta en el modo de conducción “Normal”, y con un impulso extra que se nota si eliges el modo “Sport”.
Pero lo realmente notable del Rav4 es lo poco que gasta, tanto en términos absolutos como en relación a su potencia y prestaciones. Y para ello no hace falta ir siempre en modo “Eco”. Mantenerse en un consumo medio en torno a 6,5-7 l/100 km en el ordenador de a bordo es facilísimo, sin necesidad de ir en modo “Eco” o de esmerarse mucho con una conducción eficiente. Y esa cifra incluso baja a medida que aumenta el porcentaje de kilómetros recorridos en ciudad, donde el Rav4 es casi imbatible.
En cuanto al tacto al volante, me quedo con el confort general, la precisión de la dirección y el buen tacto de los frenos, con una transición entre la frenada regenerativa y la acción del sistema hidráulico muy bien disimulada. En general es un coche estable, cómodo y fácil de conducir, aunque tiene un punto mejorable: las reacciones cuando quieres conducir deprisa en carreteras muy viradas.
En estas situaciones el Rav4 se muestra muy subvirador -tiende a irse de morro con facilidad-, provocando que la ayudas a la conducción entren en acción con frecuencia y de forma un tanto intrusiva, lo que resta agilidad. Pero para los que antepongan la agilidad en carreteras de curvas a la estética aventurera ahí está el GR Sport.
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