Prueba OBD: esta prueba la pasará tu coche en la ITV si es posterior a 2011

Pasar la ITV es una de las cosas que menos nos gusta cuando tenemos un coche. Las exigencias son cada vez más elevadas y no todos los vehículos pueden cumplir con ellas. Sobre todo se está mirando cómo afectan las emisiones y es uno de los puntos donde se centran las inspecciones de los técnicos de la ITV. Pero no es lo único que miran.

La mecánica de los vehículos inspeccionados se revisa para comprobar que todo esté perfecto cuando circule y no existan problemas que puedan convertirse en un riesgo para circular. Pero los coches actuales están repletos de sensores y sistemas electrónicos que gestionan diversos elementos del coche. Y estos sensores y elementos electrónicos pueden ofrecer errores que no son visibles a simple vista.

Diagnosis electrónica

Estos elementos pueden fallar en cualquier momento y aunque no creen un riesgo inmediato, sí que pueden afectar al funcionamiento normal del motor y el resto del coche. Estos procesos de diagnóstico se realizan monitorizando el ordenador de a bordo y comprobando que los datos se registran correctamente. Puede ser que alguno de estos sensores no registren los datos que debería o que presente registros que no se corresponden con lo que debería haber.

Gracias a la prueba OBD (On Board Diagnostics) se pueden detectar errores y fallos que no se pueden ver a simple vista y representa una ayuda muy práctica para los técnicos de la ITV. Esta pueba hace que alrededor de un 10% de vehículos registre algún problema en este aspecto. Unos resultados pueden suponer que el conductor tenga que llevar el coche al taller para realizar algún ajuste o que sea lo suficiente grave como para que no pase la inspección técnica.

La ITV será obligatoria para los coches ‘siniestro total’ que se quieran reparar

Los coches que hayan sido declarados siniestro total deberán pasar una ITV obligatoria para volver a circular, tal y como ha aprobado la DGT.

Esta prueba se está realizando desde el año 2018 y como hemos contado, han de pasarla los coches que cumplan con las normas Euro 5 y Euro 6, es decir, matriculados desde el año 2011. En el caso de los vehículos comerciales, la fecha es el año 2014. Es una manera más de comprobar que todo va bien en el vehículo y que puede cumplir con los requisitos impuestos por la UE en materia de seguridad víal.