EHS MG Coches Eléctricos Pruebas SUV
Prueba MG EHS: el furor de la conducción eléctrica a precio de saldo
MG renace de sus cenizas con un SUV enchufable, un modelo que cuesta menos de 28.000 euros y permite acceder a todas las ventajas de la etiqueta CERO
Con la electrificación de la movilidad tomando cada vez más protagonismo, marcas como MG tratan de ganar cuota de mercado con modelos accesibles a todos los bolsillos. Pero el precio contenido no es la única virtud que prometen los modelos de la marca británica, con nacionalidad china desde su regreso hace un par de años, y nos hemos puesto al volante del MG EHS para ver si este SUV híbrido enchufable cumple con todo lo que promete.
Primer punto a favor: relación calidad-precio
Empezamos por el precio. El MG EHS, como todos los modelos de MG, hace gala de una agresividad económica al alcance de muy pocos y sus 27.599 euros de salida (descuentos del Plan Moves III incluidos) le convierten en el híbrido enchufable más económico del segmento de los SUV compactos. Primer minipunto para el todocamino chino, que cuenta con otra opción de acabado, Luxury, con un equipamiento más completo y por un precio de salida igual de competitivo: 30.290 euros con descuentos incluidos.
Una primera carta de presentación realmente atractiva, puesto que le pone por delante de otras opciones del segmento como el Mitsubishi Eclipse Cross PHEV, el Citroën C5 AirCross Hybrid o el Opel Grandland Hybrid. Todos ellos con unas medidas parecidas a las del MG EHS, que cuenta con 4,57 m de largo, 1,87 m de ancho y 1,66 m de alto. Dimensiones que se acompañan de una buena habitabilidad interior, incluidas las plazas traseras, y un espacioso maletero con 448 litros de capacidad, que se van hasta los 1.375 litros con los asientos traseros abatibles. Datos en la línea de la competencia, con algunos rivales por delante y otros por detrás.
Donde sí destaca el EHS es en el equipamiento y la aparente calidad de sus acabados. El diseño exterior, sin sorprender a los sentidos, es elegante y resalta por su parrilla frontal, con una llamativa calandra que aloja el imponente logo octogonal de MG. Una vez en el habitáculo, las calidades percibidas y los ajustes interiores presentan una buena sensación, con soluciones más que apropiadas para un híbrido enchufable de este precio, que sigue sumando minipuntos a nivel de vértigo.
Tendencia que sigue cuando nos fijamos en el nivel de equipamiento con el que MG ha dotado al EHS. Teniendo en cuenta que nosotros hemos probado el acabado más completo, Luxury, nos encontramos con una pantalla táctil principal de 10,1 pulgadas, conectividad con Android Auto y Apple CarPlay, navegador, climatizador bizona y un equipo de sonido 3D que, sin ser una obra maestra, suena de forma sorprendente. El cockpit también es virtual y ofrece todas als especificaciones necesarias para controlar todos los parámetros del viaje a través de su pantalla, de 12,3 pulgadas y con una muy buen visibilidad desde el puesto del conductor.
Y si al apartado de infoentretenimiento le sumamos asistentes a la conducción, de serie, como control de crucero adaptativo, aviso de cambio involuntario de carril (ya hablaremos de él), indicador de ángulo muerto, frenado automático de emergencia o visión de 360º para el asistente de aparcamiento, es hora de otorgar otro minipunto a este EHS.
Al volante: MG EHS Plug-in Hybrid 1.5T GDI Luxury
Hora de ponerse a los mandos y ver si el EHS cumple igual de bien una vez arrancamos motores. La primera pregunta para la que debemos tener una respuesta clara es el uso para el que ha sido concebido el SUV híbrido enchufable de MG. Estamos ante un coche práctico, útil para el día a día y perfectamente capaz de desempeñarse en trayectos largos. No vamos a encontrar un tacto deportivo… porque no es lo que debemos buscar en este coche.
Con las cosas claras, durante nuestros diferentes trayectos hemos podido comprobar que el EHS se trata, en líneas generales, de un buen coche. Es un vehículo cómodo, resolutivo y con una conducción enfocada en hacer sencillo el día a día. Aunque es verdad que sus casi 1.800 kilo de peso se hacen notar si conducimos con más alegría y la suspensión, aunque blanda, no termina de absorber los baches como debería. Dos “peros” a un coche bien resuelto que es perfecto para moverse tanto por carretera como por ciudad, y efectuar una conducción confortable en todo tipo de situaciones.
En definitiva, los 258 CV y 370 Nm del sistema de propulsión (combina un motor 1.5 turboalimentado de 162 CV y 250 Nm de par con una unidad eléctrica de 122 CV y 230 Nm) forman una unidad más que notable para el EHS, que acelera y recupera con soltura en todo momento. El cambio al que está asociado el motor es una unidad automática, de accionamiento eléctrico, con 10 velocidades (6 para el motor térmico y 4 para el eléctrico). Quizás demasiadas si tenemos en cuenta que no podemos “jugar” con las marchas, pues el cambio del EHS se comporta como el de un eléctrico al uso, sin cambio secuencial ni levas en el volante, efectuando los cambios, eso sí, de forma muy suave y progresiva. Es decir, un cambio muy afinado y enfocado, al cien por cien, en aumentar la comodidad de la conducción.
Más allá de la facilidad a la hora de conducir que nos ha hecho sentir el EHS, hay dos aspectos que animamos a mejorar a los responsables de MG. El primero, el exceso de protagonismo del sistema de frenado regenerativo cuando levantamos el pedal del acelerador. Si el sistema se pudiera graduar, sería más efectivo. El segundo aspecto sí es más incómodo, pero deja de serlo cuando desactivamos la función. Hablamos de un Keep Line Assits que se hace excesivamente intrusivo en la conducción y que, a pesar de tener tres grados de funcionamiento, damos gracias de poder desactivarlo.
Rendimiento eléctrico: la clave del éxito
Pero si el MG EHS es una de las grandes opciones del mercado, lo es por su posicionamiento dentro de las opciones electrificadas. Aquí, los 52 kilómetros de autonomía eléctrica son un plus para trayectos diarios de media distancia o incursiones urbanas. Además, la frenada regenerativa (aunque ya hemos comentado su protagonismo) saca adelante su acometido y es capaz de ganar un par de kilómetros a la batería cuando nos movemos por carretera. Además, también tenemos la opción de recargar la batería con un sistema mediante el cual el motor gasolina recargar la batería eléctrica mientras circulamos. Algo útil en ciudades como Madrid, que además de sus áreas de tráfico restringido, también activa sus protocolos de alta contaminación con frecuencia. Y aquí, la conducción sin emisiones es un as en la manga.
Incidimos en las opciones de maximizar la autonomía eléctrica porque es una de las claves a la hora de sacar el máximo partido al MG EHS, que por debajo de los 35-40 kilómetros por hora, y en ciudad, funciona casi siempre en modo EV. Mientras que en carretera, la unidad eléctrica solo aparece cuando demandamos un plus de aceleración o si obligamos al coche, a través del botón junto al cambio, a utilizar únicamente la propulsión sin emisiones. Salvo esta opción, el SUV es el encargado de gestionar la energía en todo momento. Y lo hace de forma perfecta, manteniendo a salvo la autonomía eléctrica para utilizarla cuando volvemos a la ciudad.
Su depósito de gasolina es de tan solo 37 litros, con lo que la autonomía combinada supera por poco los 500 kilómetros. Por eso, la utilización de puntos de recarga particular o público, hará que la conducción eléctrica gane en vida útil y nos permitirá mejorar la autonomía en el día a día sin visitar la gasolinera con demasiada frecuencia. La batería, de iones de litio de 16,6 kWh, se puede recargar completamente en unas 4 horas, en un punto de carga público, con el cargador de a bordo de 3,7 kWh.
La mejor forma de contrarrestar los consumos del vehículo, que superan los 7,5 litros cada 100 kilómetros, en modo gasolina, con demasiada facilidad. Mientras que en conducción 100% eléctrica, alcanzábamos medias por encima de los 15 kWh/100 km sin darnos cuenta. De forma combinada, algo por encima de los 1,8 l/100 km homologados por el fabricante en ciclo combinado WLTP pero sin irnos a unos consumos disparatados.
Conclusión: una compra inteligente
En definitiva, y tras valorar los pros y los contras del MG EHS, podemos decir que se trata de una de las opciones más inteligentes de su segmento. Su opción de acceso de gama, que ya hemos visto es inferior a los 28.000 euros, te supone un ahorro de unos cuantos miles de euros respecto a, por ejemplo, el Ford Kuga FHEV Titanium de 190 CV o los SUV PHEV de Mitsubishi, como el Outlander o el Eclipse Cross. Mientras que su versión más equipada aporta un plus de equipamiento y contamos con un vehículo más completo que sigue siendo más económico que rivales de entidad como el Opel Grandland híbrido (que toca los 40.000 euros) o el nuevo Hyundai Tucson HEV (que, con ofertas incluidas, apenas baja de los 35.000 euros en su modelo más básico).
Así, como diría Alonso Caparrós, “minipunto y punto, para el equipo de MG”. Porque el furor de la conducción eléctrica, que se enfría en muchas ocasiones por el precio de los nuevos modelos, necesita del impulso de opciones como el MH EHS, capaz de ofrecer mucho por “poco” y cumpliendo con los estándares de calidad que todo buen conductor debe exigir a su vehículo. Bien por la nueva MG, una marca histórica que en su nueva vida parece decidida a cumplir con su eslogan de #ElectricForEveryone y acercar la conducción electrificada a todos los bolsillo.
Deja un comentario