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Prueba Mercedes Clase C 350e Estate: un híbrido radical con 279 CV
Probamos el Mercedes Clase C350e híbrido plug-in, es decir, un híbrido que al enchufarlo cuenta con una autonomía de casi 30 km en modo totalmente eléctrico.
y con 279 CV para divertirnos en carretera.
Las cada vez más restrictivas normativas anti-contaminación, nos invitan a usar coches híbridos o eléctricos al menos en los centros de las grandes ciudades, donde este tipo de coches se libran de las restricciones a la circulación. Para los que quieren un coche amplio, eco, sin restricciones a la circulación, deportivo y realmente ahorrador este Mercedes Clase C 350e es toda una opción a tener en cuenta, un familiar híbrido que si lo enchufamos se convierte en un eléctrico puro con el que podemos llegar ahorrar mucho combustible.
Diseño exterior
Desde que en 2014 se lanzó la nueva generación del Mercedes Clase C apenas ha habido cambios en su diseño exterior, sus líneas fluidas recorren desde el frontal hasta la zaga, sin que notemos diferencia con respecto a un Clase C convencional, salvando dos detalles: el tono azul de las luces diurnas al abrir el coche y la tapa situada en su paragolpes trasero que esconde la toma de corriente.
Por lo demás, el frontal es idéntico al de cualquier otro Clase C, con los faros como protagonistas, faros que cuentan con tecnología LED para todas las funciones de iluminación, e incluso, se mueven mecánicamente para ofrecer una iluminación casi perfecta en curva. La enorme parrilla con la estrella o los dos enormes huecos en la parte inferior de la defensa son parte del pack AMG exterior que le aportan un toque deportivo.
En la zaga de nuevo líneas curvas con toque deportivo, destacando especialmente las dos salidas de escape cromadas (de nuevo parte del acabado AMG) y la tapa del enchufe justo debajo de los faros traseros (faros con tecnología LED). Por último se pueden ver detalles deportivos en sus discos perforados con pinzas de freno con el logotipo de Mercedes-Benz. Un detalle práctico es el doble techo solar.
Diseño interior
En su interior sigue presente la calidad típica Mercedes aunque con un diseño de los mandos y consola central diferente al de generaciones anteriores, presidiendo la consola central está la pantalla del sistema multimedia (que está presente en todos los modelos de la marca) y todo el tren central está acabado en un negro brillante plástico que no es muy práctico. La instrumentación a todo color tiene tintes deportivos, junto con el volante o los asientos con acabado en tela y cuero.
La gran mayoría de los materiales son blandos y de calidad, destacando la parte superior del salpicadero o los paneles de las puertas, aunque el acabado del tren central en negro brillante es mejorable. Está siendo tendencia en casi todos los modelos premium (Mercedes fue uno de los primeros en esta moda) y no ofrece ni la calidad que se espera de un modelo premium, ni aguanta el paso del tiempo de forma adecuada, porque rápidamente acumula polvo o simplemente se raya.
La postura de conducción es correcta, con buena visibilidad y con unos asientos que recogen muy bien el cuerpo (son parte del acabado AMG). Disponen de ajuste eléctrico en altura y para la regulación del respaldo y calefacción. El tren central queda ligeramente elevado pero resulta cómodo, destacando especialmente la posición de la palanca de cambios (en posición americana) fácil de usar (una vez que nos acostumbramos) y así hay más huecos en el tren central.
Las plazas traseras son especialmente amplias, hay suficiente espacio tanto para pies como altura para la cabeza (en parte porque es un modelo familiar). Atrás dispone de salidas de aire y los asientos se pueden abatir con sólo pulsar un botón. Eso sí, tres personas atrás van justas porque el tren central es elevado y no deja mucho espacio para pies.
Huecos y maletero
El el apartado de huecos, el Clase C dispone de varios lugares donde poder dejar pequeños objetos, como una guantera en el tren central, el cofre central y las guanteras de las puertas. Mientras que el maletero tiene una capacidad menor que en otros Clase C por el espacio que ocupan las baterías, algo que se nota porque no tiene demasiada profundidad. Aún así dispone de una capacidad de 450 litros, que pueden aumentar hasta los 1470 con los asientos traseros abatidos. En la parte inferior del maletero tiene un espacio donde poder guardar los dos cargadores para la batería.
Motor y prestaciones: 2.0 Turbo gasolina unido a un motor eléctrico que en total ofrecen 279 CV
Este híbrido enchufable esconde bajo el capó un motor gasolina de dos litros y cuatro cilindros con turbo capaz de ofrecer 211 CV, es todo un viejo conocido en la marca de la estrella. Unido al propulsor gasolina está un motor eléctrico con una potencia de 82 CV que se encarga de mover el coche en modo eléctrico o empujar solidario cuando buscamos prestaciones, la potencia máxima combinada de ambos motores es de 279 CV.
La transmisión encargada de trasmitir todos y cada uno de esos caballos a las ruedas es una caja automática de 7 velocidades, la 7G-Tronic de Mercedes, con un funcionamiento correcto y rápido a la hora de engranar marchas, además dispone de manejo secuencial y de levas.
Funcionamiento en Modo Eléctrico: hasta 25 km con una carga de 2 horas
La diferencia del Mercedes Clase C350e con otro híbrido convencional es la posibilidad de enchufarlo a la red eléctrica y disponer de varios kilómetros de autonomía en modo totalmente eléctrico, si se descarga la batería, el coche vuelve a funcionar de forma automática con el motor de combustión. De echo dispone de varios modos de funcionamiento del sistema eléctrico y de varios modos de conducción.
Los modos de funcionamiento del sistema eléctrico son: Híbrido, Eléctrico, E-Save -reservar la energía eléctrica- y carga -usar la inercia del coche para cargar las baterías-. Y por otro lado están los modos de conducción: Eco, Confort, Sport, Sport+ y Personal -que afectan a la dirección, respuesta del acelerador, suspensión y caja de cambios-.
Las baterías se pueden cargar en apenas 2,5-3 horas en una toma convencional de 230V o en una toma Menneke, el tiempo de carga varia según la potencia de la toma y el coche dispone de los dos cables para poderlo cargar en diferentes lugares. El sistema es sencillo de usar, primero se conecta el cable al punto de carga y después al coche, en ese momento se enciende el indicador de carga y al cerrar el vehículo queda bloqueado el enchufe en el coche impidiendo desconectarlo.
Con las baterías completamente cargadas hemos realizado varias pruebas de autonomía, tanto en circulación en ciudad (donde la autonomía real rondó los 18 km) hasta en carretera donde la máxima autonomía alcanzó los 25 km, claro está, todo depende de nuestra forma de conducción. Eso sí, podemos circular en modo eléctrico incluso en autovía (si tenemos batería) hasta los 130 km/h, baterías que también se cargan con el rodar del coche (como cualquier otro híbrido) o en las frenadas.
Comportamiento: Un vehículo bipolar, de deportivo furioso a eléctrico silencioso y tranquilo
Muchas veces asociamos híbrido a una conducción tranquila, hay varios ejemplos de que esto no siempre es así, pero sin duda este Mercedes Clase C350e es una buena prueba de ello. El comportamiento, la diversión al volante y la economía de uso va a depender de nuestro estado de animo. Me explico, este Clase C puede ser un coche extremadamente ahorrador si lo cargamos a diario y circulamos en modo ECO con el sistema híbrido haciendo unos consumos realmente buenos o puede ser un familiar deportivo con una capacidad de aceleración sobresaliente si elegimos el modo Sport+.
En carretera es un coche con un elevado nivel de confort abordo, está bien insonorizado y la suspensión (neumática, de serie en esta versión) contribuye a filtrar cualquier irregularidad en el asfalto, siendo un coche muy cómodo para hacer kilómetros. Si queremos divertirnos, sólo hay que seleccionar el modo Sport o Sport+ (más radical) y de forma inmediata notamos como el coche se vuelve mucho más agresivo, con las limitaciones de una carrocería familiar, que ni endureciendo la respuesta de la suspensión consigue controlar toda la bravura de sus 279 CV y los 600 Nm de fuerza combinada. Tanto el sonido del motor como la respuesta es más propia de un deportivo biplaza que de un familiar.
En ciudad es donde el sistema híbrido cobra un mayor sentido, es más, siempre que podamos circular en modo eléctrico el ahorro es notable, además de ser un coche muy agradable por la ausencia de ruidos y la buena insonorización interior. El tacto de los frenos es extraño, como suele ocurrir en los vehículos híbridos, si rozamos el pedal del freno la sensación de frenada no es buena (esto se debe a que está cargando las baterías) aunque a la hora de hundir el pedal, si que se nota su eficacia (es cuestión de costumbre).
Consumo del Mercedes Clase C 350e Estate
Hablar de consumo en el Mercedes Clase C350e no es tarea fácil, hay que tener en cuenta muchos factores a la hora de obtener la cifra de consumo, como por ejemplo el nivel de carga de las baterías. En autovía en las dos pruebas realizadas (Madrid > Vigo y Vigo > Madrid) el consumo rondó siempre los 7,5 litros a los 100 km, independientemente del estado de carga de las baterías (en una ocasión iniciamos el recorrido sin carga y en la otra totalmente cargadas).
En carretera sin carga ninguna, en modo híbrido, el consumo medio ronda los 6,5 litros a los 100 km. Mientras que en ciudad, sin carga ninguna en las baterías el consumo ronda los 9 litros a los 100 km. Para probar la economía o no de cargar completamente las baterías, lo hemos probado en un recorrido típico de nuestra casa al trabajo en el centro de la ciudad y vuelta a casa, con dos cargas completas de la batería (en casa y en el trabajo) arrojando un consumo medio de 4 litros a los 100 km durante un recorrido de 80 km. Aquí es donde se muestra realmente ahorrador, en esos recorridos rutinarios para ir a trabajar (más aún si tenemos la posibilidad de cargarlo en el trabajo). Con la batería cargada y en un recorrido de hasta 50 km el consumo medio está por debajo de los 5 litros a los 100 km.
Equipamiento y Precio
El equipo de seguridad de serie en este Mercedes Clase C incluye todo tipo de sistemas, como los múltiples airbags (incluido el de rodilla), asistente de atención que nos avisa de cuanto debemos hacer una pausa, freno automático en caso de riesgo de colisión con aviso preventivo, entre otros elementos. Opcionalmente además puede equipar: el detector de cambio involuntario de carril, control de velocidad adaptativo, control de ángulo muerto y sistema PRE-SAFE.
Destacan algunos elementos como las luces LED (que si bien vienen de serie) opcionalmente se puede optar por el sistema Intelligent Light System, es decir, las luces LED adaptativas a la carretera que ofrecen una iluminación sobresaliente, además de activar o desactivar automáticamente las luces largas intentando mantener la máxima luminosidad posible sin molestar a los demás conductores.
El Comand Online (navegador) empieza a necesitar una actualización puesto que es un sistema de navegación veterano y que se ve superado por alguno de sus rivales que son más actuales e intuitivos en el manejo, actualización que también necesita el Touch Pad. Eso sí, sus cinco altavoces de serie, cumplen de forma más que correcta con una calidad de sonido aceptable.
El Mercedes Clase C está disponible desde los 36.450 euros, mientras que el Estate arranca en los 39.250 euros. Ahora bien, esta versión híbrida enchufable tiene un precio de partida de 53.400 euros.
Opinión y Valoración Personal
Tras varios días probando este peculiar híbrido enchufable de Mercedes, quizás la mayor pregunta es sí tiene sentido y es realmente ahorrador este sistema híbrido que permite su funcionamiento en modo totalmente eléctrico hasta un máximo de 25 km. Es verdad que la autonomía en modo eléctrico es baja, aunque también es rápido el tiempo de carga, lo que nos permite en apenas dos horas y media tener el coche cargado sin necesidad de esperar seis u ocho horas. Si disponemos de un lugar en el trabajo donde poder cargarlo, junto con el punto de carga en casa y nuestro centro de trabajo no está a más de 30-40 km de nuestro domicilio o está en el centro de una gran ciudad, sin lugar a dudas es interesante este C 350e por el ahorro que nos puede aportar, además de que al ser un coche híbrido no está sujeto a las restricciones de circulación de ciudades como Madrid.
Con una carga antes de salir a trabajar y otra mientras trabajamos, conseguimos que el consumo sea realmente bajo, de echo recorriendo en total cerca de 80 km en nuestra prueba, y con dos cargas, el consumo ronda los 4 litros a los 100 km. Y además tiene un plus que no todos los vehículos híbridos ofrecen: la deportividad. Porque si no queremos ser ecológicos, sólo hay que seleccionar el modo Sport y sus 279 CV nos harán disfrutar del trazado de la carretera.
Con lo cual en un único coche tenemos conjugada la deportividad, la economía de uso y el espacio interior, siempre sin limitarnos a la hora de hacer un viaje o de poder acceder a Madrid centro en los episodios de contaminación alta.
Fotos | Diego G. Moreira
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