Prueba Mercedes-AMG A35 4Matic 306 CV, análisis en cinco puntos

El equipo de pruebas de Highmotor se ha puesto al volante del Mercedes-AMG A35 4MATIC con 306 CV, se trata del motor de acceso, en la gama AMG del Clase A. Pero no por ello se queda atrás frente al A45 AMG y precisamente en esta prueba vamos a analizar los puntos fuertes del pequeño AMG.

Diseño deportivo, pero discreto. Un AMG para el día a día

Un acierto -en mi opinión-, de este Mercedes-AMG A35 es el diseño exterior e interior, que se queda con lo mejor de los AMG pero sin excentricidades. Destacan las llantas deportivas, las defensas y en la zaga la doble salida del escape. Un detalle discreto es la prolongación del alerón trasero, pero sin llegar al enorme spoiler que sí tiene su hermano mayor el A45.

Por dentro, los asientos de corte deportivo, tipo BACKET nos dan la bienvenida. También destacan los cintos en color rojo, así como el volante específico. Los asientos sujetan muy bien el cuerpo, pero no son demasiado cómodos para hacer muchos kilómetros (sensación a la que no ayuda la dureza de la suspensión).

Motor más que suficiente: 2.0 de cuatro cilindros y 306 CV

El A35 y A45 AMG comparten bloque motor, el primero de ellos con una potencia de 306 CV y el segundo con 421 CV. Nuestra unidad de pruebas alberga bajo el capó un motor gasolina de cuatro cilindros, con turbo y una potencia de 306 CV.

El bloque destaca por prestaciones, acelerando de 0 a 100 km/h en sólo 4,7 segundos. La aceleración se nota, es contundente cuando pisamos el acelerador, con un rango de uso amplio, entre las 2.000 y hasta casi las 6.000 vueltas, destacando el par motor de 400 Nm.

4MATIC, ideal para completar el conjunto

Como decía un antiguo eslogan comercial «la potencia sin control no sirve de nada», y uno de los aciertos de este Mercedes-AMG A35 es incorporar la tracción total 4MATIC, lo que nos permite exprimir cada caballo con total control y precisión.

Gracias a la tracción total, este A35 AMG se mueve con una soltura envidiable en curvas, y nos propulsa de forma ágil en cualquier situación. Dentro de los modos de conducción, dispone de un modo específico para situaciones de baja adherencia (un detalle práctico).

Comodidad en el día a día, pese a su dureza

Los diferentes modos de conducción (Baja adherencia, Confort, Sport, Sport+ e Individual) permiten regular la respuesta del acelerador, la dureza de la dirección, caja de cambios y la suspensión.

Dependiendo del modo de conducción, el A35 AMG es un coche relativamente cómodo para el día a día, eso sí, siempre que circulemos en modo Confort. Esa comodidad sólo se ve penalizada por unos asientos de corte deportivos, ideales para una conducción más dinámica pero poco cómodos para un viaje Madrid > Vigo.

Por otra parte, el consumo es muy razonable si conducimos con cierta tranquilidad, llegando a cifras en carretera de 7,5 litros a los 100 km. En circulación mixta, con recorridos cortos por ciudad la cifra sube hasta los 8,5-9 litros a los 100 km, de nuevo muy razonables.

Desde 64.725 euros, un AMG muy completo

El Mercedes-AMG A35 arranca en los 64.725 euros, con una diferencia de casi 25.000 euros con respecto al Clase A 45 AMG (desde 87.749 euros). Es verdad que la versión A45 AMG es más potente, pero el protagonista de nuestra prueba tiene la dosis justa de deportividad y racionalidad para el día a día, a un precio razonable (el Audi S3 parte de los 57.230 euros).

En cuanto al equipamiento, destacar los elementos propios de un modelo AMG (diseño, acabados interiores deportivos, sonido del motor específico, tren de rodaje rebajado…), así como otros que destacan como las luces Full LED, navegador, cargador para móviles inalámbrico o el control del ángulo muerto del retrovisor.

Eso sí, para la iluminación ambiental de 64 colores o mejorar el sistema de sonido, tocará tirar de opcionales. Precisamente el sistema de sonido me ha sorprendido negativamente, al no ser la equipación de serie y aún así faltarle potencia.

Como conclusión, para quien busca un deportivo que permita disfrutar de la conducción, pero al mismo tiempo cierta medida en consumo y radicalidad, el Mercedes-AMG A35 es una buena opción. Es un coche cómodo, divertido, no le falta potencia y nos hará cualquier recorrido muy ameno, sin llegar a extremos.

Fotos | Diego G. Moreira