Mazda Mazda 6 Familiar Pruebas
Prueba Mazda6 Wagon 2.5 Skyactiv-G 192 CV: De Ginebra a Interlaken
Ponemos a prueba en un Road Trip al Mazda6 Wagon y el motor gasolina 2.5 Skyactiv-G 192 CV automático. Ruta por Suiza: Ginebra, Berna e Interlaken.
Seguimos con la prueba en ruta del Mazda 6 Wagon que hemos probado a fondo durante casi dos semanas por Europa, y sobretodo, hemos puesto a prueba el propulsor gasolina 2.5 Skyactiv-G con 192 CV en una ruta de casi 7.000 km. Durante los primeros días camino Suiza sorprendió el consumo de este propulsor siendo mucho más ahorrador de lo que inicialmente esperábamos, y la ruta sigue abordo de este japonés que es un auténtico desconocido en esta versión gasolina de 192 CV. En la ruta de hoy cruzamos Suiza desde Ginebra hasta Interlaken, a través de Berna.
Día 3 – Ginebra > Interlaken [219 km]
El recorrido por Suiza lo hemos realizado en dos días, puesto que era imposible abarcar todas las ciudades y pueblos en un único día, además la ruta por el país helvético tiene que hacerse con calma puesto que es tan interesante ver las ciudades como el paisaje que las rodea. El primer día empezamos en Ginebra, no es capital pero a efectos prácticos es una de las ciudades más grandes de Suiza (y por otro lado, más caótica para circular en coche). Grandes avenidas de cuatro carriles donde sólo uno en cada sentido está disponible para los coches, el resto o es vía de tranvía o es carril-bus, da igual que se celebre el Salón del Automóvil o que sea un día de semana convencional, porque siempre habrá tráfico.
Ginebra
En el centro de Ginebra se puede ver el Jet d’eau, es decir, un géiser artificial con una altura de 140 metros o pasear por una de las calles centrales con numerosas tiendas de relojes que pueden alcanzar cifras más propias de un coche que de un reloj, eso sí, se noche quitan de los escaparates los más caros y dejan a la vista los demás, es decir, los que tienen un precio por debajo de 10.000 euros. Otro de los atractivos de la ciudad es el lago Leman, donde incluso se practican deportes acuáticos en verano o donde se pueden hacer travesías en barco. Por último, mucha gente que visita Ginebra también lo hace por el CERN, el famoso complejo donde se encuentra el acelerador de partículas, y que se puede visitar de forma gratuita, eso sí, reservando previamente en su web con al menos un año de antelación, sin esperas se puede visitar su museo.
Tras pasar por una oficina de La Poste y gastar 38 euros para hacernos con la vignette ponemos rumbo a Lausanne. La viñeta es un requisito imprescindible para poder circular por las autovías suizas, es de caracter anual y aunque sólo se use unos días dichas carreteras tendremos que adquirir la viñeta para todo el año (si conseguimos despegarla con cuidado una vez usada, nos queda de souvenir).
Murten
Cerca de Lausanne se encuentran los viñedos de Vevey (Lavaux) con vistas directas al Lago Leman, aunque en esta época del año (marzo) no es cuando muestra todo su explendor. En dirección Berna (la capital suiza) hay un pueblo medieval que merece una parada casi obligatoria, Murten. Se trata de un pequeña villa medieval, con murallas tradicionales y a orillas de un pequeño lago, que podemos recorrer en media hora. Destaca su plaza central y el paseo por el interior de sus murallas que se conservan muy bien.
Detalle de uno de los relojes de Berna
En apenas media hora llegamos a Berna, pese a ser la capital no es una ciudad de gran tamaño y se recorre de forma cómoda en pocas horas. Es fácil aparcar en la zona azul, eso sí, como detalle curioso no hay ticket sino que se paga por la plaza que ocupamos en el propio parkímetro. El casco antiguo de Berna es Patrimonio Mundial de la UNESCO, con 6 kilómetros de «Lauben«, es decir, de una especie de pórticos medievales rodeados de todo tipo de tiendas. Con sus numerosas fuentes, callejones y torres históricas con reloj, su esencia medieval está presente en cada piedra, teniendo un vista privilegiada del casco antiguo a orillas del río Aare desde el Rosengarten (jardín de rosas).
Lago Thun
Ya de tarde dejamos Berna y emprendemos dirección Interlaken, un destino a los pies de los Alpes que es muy conocido por el sky pero que en primavera cuando no hay nieve el paisaje verde a orillas de los dos lagos crea la mejor de las postales. Casi todo el recorrido es por carretera, pasando por la ciudad de Thun circulando a orillas del lago que luce un color azul característico. Antes de llegar a Interlaken, la carretera se vuelve más divertida con una serie de curvas y túneles escavados en la propia roca.
Grindelwald
Si hay nieve, visitar pueblos como Grindelwald en plenos Alpes suizos o Beatemberg al otro lado del valle, es un buen plan. Si estamos en primavera, también sorprende el paisaje con las típicas casas de madera rodeadas de grandes prados totalmente verdes.
Impresiones de conducción
Murten
Una vez comprada la viñeta, las autopistas suizas son ideales para hacer buenos consumos, de hecho en los primeros kilómetros por autopista el consumo medio rondaba los 6,6 litros a los 100 km, una cifra que sigue sorprendiendo si tenemos en cuenta que bajo el capó disponemos de 192 CV gasolina. Parte de la ruta fue por carretera, ahí es donde el Mazda 6 Wagon se muestra más cómodo y suave, el propulsor a 50 km/h – 60 km/h circula a sólo 1250 r.p.m. con fuerza suficiente pero sobretodo con una suavidad que pocos motores pueden igualar. Si necesitamos algo más de potencia, a la mínima, la caja baja marchas para subir hasta las 3.000 vueltas donde los 192 CV empiezan a despertar, siendo realmente bravos entre las 4.000 y las 6.000 r.p.m. y consiguiendo una aceleración capaz de pegarnos al asiento con un sonido del motor más propio de un deportivo que de un familiar.
En cuanto a la vida abordo, además de la mejora de los materiales interiores, destaca la prácticidad de huecos y guanteras. Tanto en las puertas delanteras como en las traseras dispone de amplias guanteras donde entra una botella de medio litro e incluso una libreta pequeña, a eso hay que sumar un pequeño hueco delante de la palanca de cambios, un cofre central enorme con tomas USB y toma de 12V y dos posavasos en el tren central. También tiene un tamaño considerable la guantera principal.
Nada más arrancar por las mañanas se agradecen los asientos con calefacción, y al menos son microperforados, lo que hace que cuando sale el sol se pueda conducir con cierta comodidad. Tanto el asiento del conductor como el del copiloto son eléctricos, en el caso del asiento del conductor tiene memoria, y cada vez que entramos al coche se mueve para facilitar el acceso, es un detalle cómodo pero que puede incordiar al no poderse desconectar.
A la hora de circular con el Mazda 6 Wagon en ciudad no es un coche precisamente pequeño, pero tanto la caja de cambios automática como los sensores de aparcamiento y la cámara de visión trasera nos aportan una mayor prácticidad. Entre el enorme elenco de sistemas de seguridad que incorpora, destaca el SCBS, de serie. El sistema de frenada de emergencia actúa en dos ámbitos diferentes, por debajo de 35 km/h en ciudad es capaz de frenar el coche por completo en caso de colisión por alcance, y entre los 35 km/h y los 145 km/h si detecta riesgo de colisión activará los frenos tras avisar acústicamente de ello, minimizando los daños en caso de accidente.
Aunque lo realmente sorprendente es el freno automático marcha atrás, maniobrando en las inmediaciones de Ginebra para aparcar, fui algo arriesgado acercándome mucho a un coche, y cual fue mi sorpresa que ante el riesgo de golpear a otro vehículo marcha atrás, el Mazda 6 Wagon frenó automáticamente. Este sistema de frenada marcha atrás funciona a una velocidad de entre 4 km/h y 8 km/h cuando circulamos marcha atrás, avisándonos acústicamente de que frenemos y sino lo hacemos, el coche frenará sólo (también detecta setos, como curiosidad).
Al final de esta ruta, el consumo medio se situó en los 6,8 litros a los 100 km. En el próximo artículo cruzaremos Suiza hasta Austria, pasando por la curiosa ciudad de Vaduz capital de Liechtenstein.
Fotos | Equipo de pruebas
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