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Prueba Mazda MX-30, un eléctrico con personalidad
Este es nuestro análisis sobre el primer Mazda eléctrico, una prueba donde conocemos a fondo al Mazda MX-30: autonomía, comportamiento, precio y valoración
Mazda ha tardado en sumarse a la corriente eléctrica, pero la espera ha merecido la pena, ya que el nuevo Mazda MX-30 es un vehículo con mucha personalidad, diferente al resto de eléctricos del mercado.
100% eléctrico y con una autonomía de 200 km -ciclo WLTP- es un cero emisiones que apuesta por las sensaciones al volante y el diseño.
Diseño: exterior coupé e interior muy cuidado
El apartado de diseño es donde Mazda ha querido destacar en su desembarco en el mundo eléctrico, algunos eléctricos actuales tienen un diseño derivado de su versión de combustible convencional o maximizando la eficiencia, pero no llegan a destacar especialmente por unas líneas llamativas.
En ese punto, hay que reconocerle el mérito a Mazda, porque con este MX-30 ha conseguido un vehículo que sigue las líneas maestras de diseño de la marca, siendo novedoso y llamativo. Su estética coupé se rompe con las dobles puertas traseras con apertura contraria a la marcha (suicidas) que mejoran el acceso a unas plazas traseras que son de coupé.
También tiene un toque SUV, gracias a unos enormes pasos de rueda que llevan molduras de plástico negro a modo de contraste, y por su altura libre del suelo. Su frontal es afilado, con rasgos de diseño que podemos ver en otros modelos de la marca, mientras que la trasera, tiene un perfilado toque deportivo, sobretodo por los faros que destacan enormemente.
Por dentro nos encontramos con materiales de calidad, sin dudarlo, a la altura de muchos modelos premium, y con diferentes guiños al diseño. Destacan la consola central flotante, detalles del acabado en corcho o la pantalla del sistema de climatización que mezcla botones físicos con funcionamiento táctil digital.
La parte superior del salpicadero nos puede recordar a otros modelos de la marca, mientras que, es en la zona central donde hay mayores cambios. Dispone de numerosos huecos, dos tomas USB y un enchufe convencional de 220v (es irónico que un eléctrico tenga un enchufe para conectar dispositivos). Además del corcho, también usa plástico reciclado en los paneles de las puertas.
La postura de conducción es elevada, cuesta adaptarnos durante los primeros kilómetros, pero una vez que nos acostumbramos es cómodo. El asiento del conductor tiene ajuste eléctrico, el del acompañante no, además el del conductor lleva unos controles en su parte posterior que nos permiten moverlo para acceder a las plazas traseras con mayor comodidad. Como detalle vistoso está su tapicería y como detalle mejorable la sujeción lateral.
Las plazas traseras son de un vehículo de tres puertas, con un mejor acceso gracias a las dos puertas de apertura en sentido contrario a la marcha, pero no por ello son plazas espaciosas. Dos adultos viajarán de forma correcta, con un espacio para pies pequeño, y tres lo harán muy justos. La banqueta de los asientos traseros es pieza única, lo que no aporta mucha sujeción lateral, y las pequeñas ventanillas traseras son típicas de un coupé.
El maletero tiene una capacidad de 366 litros, siendo correcto para el segmento de tipo urbano que representa este MX-30.
Motor y prestaciones: 35,5 kWh con 200 km de autonomía
El motor eléctrico encargado de mover a este MX-30 tiene una potencia de 145 CV, suficiente para el propósito con el que fue concebido este MX-30: recorridos urbanos y periferia de ciudades. Desde Mazda han anunciado una versión de autonomía extendida, con motor rotativo que se encargará de generar energía, versión que llegará a lo largo de 2021.
En ambientes urbanos, sus 145 CV, tienen fuerza más que suficiente para mover con soltura al MX-30, eso sí, al circular de manera muy dinámica notaremos como la autonomía se reduce drásticamente.
Dinámicamente, el primer eléctrico de Mazda, tiene una conducción muy suave, con un chasis correcto y un comportamiento en carretera noble, incluso en carreteras con curvas (lo que lo sitúa ligeramente por encima de la media en este aspecto).
Comportamiento: el confort de un eléctrico
Lo que más define a un vehículo eléctrico es su suavidad, el rodar silencioso, y la capacidad de transportarnos de una manera más suave. Este MX-30 cumple lo anterior, y además, tiene un tacto al volante que se asemeja al de un turismo convencional, con ciertas licencias dinámicas, pero al mismo tiempo mantiene un elevado nivel de confort y suavidad al rodar. Destaca la sobresaliente insonorización interior o el comportamiento dinámico.
Desde las levas podemos regular el nivel de retención, lo que nos permite recuperar energía en desplazamientos con fuerte pendiente u optimizar la misma en carretera. Cuanto más se circule por ambiente urbano más autonomía vamos a conseguir, puesto que las frenadas y deceleraciones generan energía que se reutiliza.
El único detalle que no entendemos es el sonido que se emite por los altavoces, -simulando un motor-, que rompe estrepitosamente la calma que derrocha este MX-30. Según la marca japonesa, se ha equipado para que el conductor sea consciente del nivel de esfuerzo del motor, pero puede llegar a ser muy molesto, y en mi opinión personal, es innecesario.
Autonomía y carga
La batería del MX-30 tiene una capacidad de 35,5 kWh, lo que le permite según la homologación europea rodar 200 km, mientras que en nuestras diferentes pruebas por ciudad y carretera, hemos llegado a cifras similares entre 180 y 160 km de autonomía. Eso sí, siempre que evitemos la autovía, donde apenas sobrepasaremos los 100 km como es lógico.
¿Es suficiente para entornos urbanos y extraurbanos cercanos a las ciudades? Rotundamente sí, en una conducción poco cuidadosa y donde circulemos más por carretera podemos llegar a autonomías que superan ampliamente los 150 km, suficientes para el día a día.
Lo único preocupante de la cifra de autonomía es el deterioro que pueda tener con el tiempo la batería, algo que desconocemos, porque no tiene mucho margen para perder capacidad o entonces la autonomía se vería seriamente reducida.
Para cargar dispone de toma CSS Combo (lo que nos permite llegar al 80% de batería en poco más de 40 minutos), mientras que la carga normal en un poste que supere los 7 kW tardará casi 5 horas, y en un enchufe convencional casero (de un electrodoméstico) el tiempo aumenta hasta las 14 horas.
Equipamiento, Precio y Opinión personal: completo equipamiento desde el nivel base
Desde el acabado Origin ya suma elementos como las llantas de aleación de 18 pulgadas, sistema de entretenimiento con pantalla táctil de 8,8 pulgadas y compatibilidad Apple Car Play/Android Auto, faros delanteros y traseros LED, airbags frontales, lateral, de cortina y de rodilla, sistema de llamada de emergencia automática eCall, alerta de atención en la conducción, G-Vectoring Control Plus, reconocimiento de señales de tráfico, Head-Up Display de proyección en parabrisas, entre otros elementos.
El Mazda MX-30 está disponible desde los 34.375 euros, además dispone de las cinco estrellas EuroNCAP según el estándar 2020 (más exigente).
¿En que se diferencia de otros vehículos eléctricos?
Principalmente por su apuesta clara por el diseño, además de por unos acabados que superan a la gran mayoría de su competencia por precio y segmento. El Mazda MX-30 es un eléctrico para aquellos que, además de una conducción ecológica, quieren algo más, como por ejemplo diseño o un rodar más dinámico e incluso más confortable que el de otros eléctricos similares.
La única pega que podemos ponerle, en espera de la llegada de la versión con autonomía extendida (que será todo un acierto) es su limitada autonomía eléctrica, que si bien es cierto que es suficiente para la mayor parte de desplazamientos, no tiene mucho margen fuera de las urbes.
Fotos | Equipo de pruebas
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