Prueba Mazda CX-30 2.0 e-Skyactiv-X 186 CV, otra forma de ahorrar y ser ECO
Este es nuestro análisis y prueba del Mazda CX-30 que estrena motor híbrido denominado e-Skyactiv-X con una potencia de 186 CV, apostando por el ahorro y suavidad
Esta prueba analiza una de las apuestas más atrevidas del mercado, una forma diferente de plantearse el ahorro a la hora de diseñar un motor, sin renunciar a disfrutar al volante.
¿Por qué digo esto? Porque la firma japonesa Mazda ha optado por un tipo de motor sin turbo, que tiene un acertado punto medio entre prestaciones y ahorro, todo ello ahora, con etiqueta ECO, gracias a la microhibridación, así es este Mazda CX-30 2.0 e-Skyactiv-X 186 CV con caja manual, que hemos probado.
Los motores Skyactiv-X no son nuevos para nosotros, puesto que ya hemos podido probar el Mazda CX-30 con este motor gasolina y también hemos analizado la versión CX-30 Skyactiv-G. Pero ahora ha llegado la micro-hibridación para mejorar los consumos y obtener la etiqueta ECO, y hoy probamos el e-Skyactiv-X.
Diseño del CX-30
El diseño del CX-30 es muy elegante, muy Mazda. La firma japonesa ha conseguido crear una línea con fuerte personalidad, con rasgos exteriores que la definen inequívocamente, y que juega con formas curvas, líneas sutiles, e incluso, con los reflejos de la luz en la pintura. Este SUV destaca por un acertado punto medio entre la parte off-road y las líneas elegantes, más propias de un turismo.
Por dentro destaca -y con mayúsculas- la calidad de los acabados, nuestra unidad disponía de cuero en parte del salpicadero, puertas y asientos. El resto de materiales tienen un acabado correcto y a la altura de cualquier vehículo premium, es más, dependiendo de la marca, incluso lo superan.
Las plazas delanteras son amplias, las traseras correctas y en general el nivel de confort interior es elevado.
Motor y prestaciones: ahorrando con un motor atmosférico
Bajo el capó de este e-Skyactiv-X se encuentra un bloque de dos litros con una potencia de 186 CV, un bloque atmosférico que sí incorpora un compresor, pero con la función de inyectar aire al motor y no de incrementar la potencia o la respuesta.
El revolucionario bloque Skyactiv-X, como ya hemos comentado en la prueba anterior, se basa en una forma diferente de hacer la combustión, mediante el encendido por compresión controlado por chispa (SPCC), con una mezcla más rica en aire que en gasolina, lo que le permite ser mucho más eficiente.
Sumado a lo anterior, el e-Skyactiv-X incorpora un sistema de hibridación ligera, formado por un motor eléctrico de apoyo (de 4,8 kW) y una bateria de 0,22 kW, que se encarga de recuperar energía (en las frenadas por ejemplo) y sirve de apoyo para una mejor respuesta a bajas vueltas.
Precisamente la mayor diferencia con respecto al bloque tradicional, está en la respuesta a bajas vueltas, donde ese sistema micro-híbrido se nota y contribuye a reducir los consumos.
Eso sí, no podemos olvidar que manejamos un vehículo sin turbo, y eso nos hará tener que recurrir mucho más a la excelente caja de cambios manual, para exprimir cada caballo. Gracias al preciso tacto de la caja de cambios, no será un problema recurrir frecuentemente a ella, es más, se agradece volver a conducir en la era de las cajas automáticas y motores eléctricos.
De echo, la respuesta es perezosa hasta que no subimos de las 3.500 vueltas, eso sí, por encima de 1800-2000 r.p.m. ya empieza a responder a las órdenes del pedal. Puede parecer raro que para adelantar lleguemos a subirlo hasta las 4.000 0 5.000 vueltas, pero es normal en un motor atmosférico y su respuesta, siempre suave, se agradece.
La suavidad del bloque es otro de sus puntos fuertes, suavidad equiparable a un motor de más cilindrada, que además, acelera de forma lineal y progresiva.
Comportamiento
A nivel dinámico el CX-30 con este motor cumple en carretera, hay que tener en cuenta lo que mencionamos en el apartado anterior, pero si decidimos conducir por una carretera de curvas y sacar el lado más dinámico ahí estará y nos divertiremos, eso sí, no es deportivo ni lo pretende.
El esquema de suspensiones es correcto pero está más orientado para el confort que para la deportividad, mantiene el tipo, pero no es deportivo.
¿En que destaca? En su rodar suave, teniendo en cuenta el motor, el tacto de la caja y la excelente insonorización interior, este CX-30 te invita a hacer kilómetros disfrutando de la tranquilidad y suavidad, sabiendo que todo rueda, que va suave, algo que engancha a medida que hacemos kilómetros.
Consumo
En la ficha técnica homologa 5,6 litros a los 100 km en ciclo WLTP, una cifra realista y alcanzable siempre que circulemos por carretera. De echo en nuestras pruebas de consumo hemos obtenido cifras menores, pero siendo muy cuidadosos con la conducción.
En ciclo urbano, en nuestro recorrido habitual por Vigo, la cifra media ha sido 7,3 litros a los 100 km, un dato muy bueno para su potencia y cubicaje. Mientras que en carretera, si no somos cuidadosos con el acelerador rondaremos los 6 litros a los 100 km.
Opinión y precio del Mazda CX-30 2.0 e-Skyactiv-X 186 CV
Lo que más nos ha gustado de esta versión microhibrida del CX-30 es la suavidad, es un SUV para disfrutar de la conducción, de la suavidad, de una caja con un tacto que rara vez se ve en modelo no deportivos del mercado.
Eso sí, la respuesta va a ser diferente a la de un motor con turbo, más lenta, más lineal y con una conducción diferente, eso sí, una vez te acostumbras, se notan sus 186 CV y la respuesta es correcta.
El Mazda CX-30 con el motor e-Skyactiv-X de 122 CV está disponible desde los 27.399 euros, mecánica de acceso pero con capacidad suficiente para mover con soltura a este CX-30.
Fotos | Equipo de pruebas
Deja un comentario