Prueba Mazda CX-3 2.0 Skyactiv-G 150 CV 4×4, la suavidad y eficiencia en gasolina
Ponemos a prueba el renovado Mazda CX-3 con una combinación divertida e inusual, con motor gasolina de 150 CV y tracción 4×4 con una caja de cambios manual.
El Mazda CX-3 es un pilar dentro de las ventas del fabricante japonés, gracias a su tamaño de corte urbano pero a unas dimensiones interiores más que suficientes está teniendo buena aceptación en el segmento SUV premium. Pero para seguir en forma, ha recibido una actualización en este 2019 que le aporta pequeños pero acertados cambios.
Hemos podido probar el Mazda CX-3 2019 con el motor gasolina de dos litros con una potencia de 150 CV, asociado a la tracción 4×4 y a una caja de cambios manual de seis relaciones. Interesante combinación que apuesta por las sensaciones al volante gracias al propulsor, caja manual y a la tracción total.
Nuevo diseño en el MY2019
La estética exterior marcada por las líneas maestras del diseño kodo de la marca japonesa sigue siendo muy llamativa a día de hoy, quizás por eso, Mazda ha hecho pocos cambios a nivel exterior, centrándose en la nueva parrilla y los faros traseros con tecnología LED.
También estrena diseño de llantas de aleación de 18 pulgadas y un nuevo color de carrocería denominado «Soul Red Crystal» que se combina con los pequeños matices en negro brillante en los embellecedores de molduras y faros antiniebla. Exteriormente continúa con su imagen deportiva, destacando la agresividad de sus líneas, así como las dos salidas de escape en posición central que acentúan su carácter.
Diseño interior: líneas sencillas pero de calidad
Las líneas generales del interior del CX-3 no han sufrido cambios, un diseño que busca la sencillez pero al mismo tiempo es funcional. La pantalla táctil preside la parte superior del salpicadero, mientras que apenas se ven botones en el tren central (excepto el climatizador). La parte multimedia se controla desde el mando situado en el tren central, siendo intuitivo y práctico a la hora de usarlo. La calidad de los materiales utilizados en el interior destaca por encima del segmento.
La postura de conducción es cómoda, en nuestra unidad el asiento dispone de reglaje eléctrico, con una ligera altura con respecto a la posición de conducción de un compacto. Ha incorporado un reposabrazos que aporta mayor confort y la visibilidad es correcta (salvo la trasera por el diseño).
Pese a sus dimensiones, tanto en las plazas delanteras como en las traseras es un vehículo bastante amplio. Ahora las plazas traseras también disponen de un reposabrazos situado en la plaza central. El maletero tiene una capacidad de 350 litros, situándose en lo normal del segmento.
Motor y prestaciones: 2.0 Skyactiv-G 150 CV
Mazda sigue fiel a sus motores atmosféricos en la gama gasolina, parece que nada a contracorriente pero todos sus vehículos cumplen con la normativa de emisiones sin necesidad de incorporar filtros, reducir cilindrada o incorporar turbo para mantener la potencia.
Y personalmente considero este bloque de dos litros una verdadera gozada en cuanto a suavidad y entrega de potencia, no es inmediato, pero si muy suave y progresivo, tanto que sube de vueltas sin que parezca que tenga tope moviéndose con especial soltura en el entorno de las 4.000 r.p.m., no en vano la potencia máxima la ofrece a 6.000 r.p.m.
Si a esto le sumamos la caja de cambios manual, el binomio es perfecto. Nos permite disfrutar de la conducción y sacar todo el partido al bloque, siempre bajo la premisa que es un motor atmosférico, lo cual hará que tengamos que subirlo más de vueltas para sacar cada uno de los 150 CV, pero están ahí, y cuando el motor gira alto de vueltas el CX-3 se mueve con mucha soltura.
Comportamiento: como la seda
A medida que los subimos de vueltas, el motor se muestra suave, progresivo y silenciosoEn los primeros kilómetros al volante del Mazda CX-5 la sensación predominante es de suavidad, desde que arrancamos su motor se muestra suave, progresivo y silencioso. A medida que lo subimos de vueltas el sonido que aparece es incluso agradable, con cierto corte deportivo y siempre que lo mantengamos por encima de las 4.000 revoluciones.
Las suspensiones tienen un tacto orientado plenamente al confort, no son excesivamente blandas, pero tampoco de corte firme. A altas velocidades es muy estable, mientras que en carreteras con curvas cumple con su función aunque no es tan ágil como otros modelos de la marca. Lo que sí se nota es el G-Vectoring Control que se encarga de que todo esté bajo control aun que circulemos en un puerto de montaña sacando la parte más deportiva de este CX-3.
Porque las reacciones no son de un vehículo deportivo, pero las sensaciones al volante sí que nos sugieren una conducción de corte deportivo, en parte gracias al funcionamiento de su motor que sube de vueltas casi sin límite y la caja de cambios con un tacto preciso, que hará que nos divirtamos en una zona de curvas.
En carretera sin embargo tiene un rodar suave y estable, además es donde los consumos son más bajos y podemos disfrutar de la suavidad del bloque motor. En autovía, es un coche muy aplomado, pero hay que jugar con la caja de cambios en las subidas prolongadas o a la hora de hacer un adelantamiento, porque normalmente tiende a rodar cerca de las 2.500 r.p.m., y hay que sacarle partido a la parte alta del cuentavueltas para despertar a todos sus caballos, eso sí, estar están.
La tracción total funciona de forma automática, probablemente no sea lo que pidan la mayoría de compradores del CX-3, aunque su funcionamiento es correcto. Con unos buenos neumáticos de nieve o M+S podemos sacarle partido fuera del asfalto.
Consumo
Lo que más me ha sorprendido personalmente en este renovado CX-3 es el consumo medio, puesto que pese a ser un motor gasolina de dos litros y atmosférico, el consumo medio en carretera ronda los 6,5 litros a los 100 km. Esta cifra es más típica de un motor diesel que de un gasolina.
Si somos más despreocupados con la forma de conducir la cifra sube hasta los 7 litros a los 100 km, mientras que en ciudad en nuestra prueba habitual por las calles de Vigo el consumo fue de 8,5 litros a los 100 km.
Equipamiento: la seguridad, de serie
Dentro del equipamiento, siempre analizamos primero los sistemas de seguridad presentes de serie. En este caso el Mazda CX-3 incorpora: múltiples airbags (incluido de cortina), sistema de asistencia a la frenada de emergencia con reconocimiento de peatones, aviso de cambio involuntario de carril, control de estabilidad con G-Vectoring Control, entre otros elementos.
Opcionalmente suma el sistema de reconocimiento de señales de tráfico, control de tráfico trasero o los faros Full-LED adaptativos que ofrecen una iluminación sobresaliente, manteniendo el haz de luz más potente sin molestar al resto de conductores.
En el acabado Zenithde nuestra unidad de pruebas, también incluye un completo sistema de sonido con 7 altavoces firmados por BOSE, que se complementan con el sistema de navegación que integra radio digital y posibilidad de apps de radio en internet.
Precio y opinión personal
El precio de partida del renovado Mazda CX-3 es de 21.345 euros con el acabado Origin y el motor gasolina de 121 CV gasolina, un buen precio de partida si tenemos en cuenta que el equipamiento de serie es muy completo. Personalmente lo único que le quitaría a este CX-3 es la tracción total, salvo que vivamos en un lugar donde por las condiciones climatológcas adversas podamos sacarle partido, puesto que la mayoría de los compradores de un Mazda CX-3 no van a necesitar la tracción para su día a día, circulando por pistas o zonas sin asfaltar con total normalidad gracias a la altura del vehículo.
Sorprende por calidad interior, muy pocos ofrecen este nivel de acabados por poco más de 20.000 euros y si no vamos a hacer muchos kilómetros la opción gasolina además de racional es ahorradora, puesto que los consumos que hemos obtenido en nuestra unidad de pruebas con 150 CV son más que correctos, destacando la suavidad del motor (apenas tiene rivales en este aspecto puesto que la mayoría recurren a motores turbo de baja cilindrada y menos suaves).
Fotos | Equipo de pruebas
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