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Prueba Lexus RC300h F-Sport, conciencia ecológica
Uno de los coupés más atípicos del mercado, el RC de Lexus, pasa por nuestras manos en su versión híbrida 300h, combinada con el acabado más deportivo F-Sport.
La movilidad personal con tintes ecológicos está cada día más extendida. Uno de los fabricantes con más experiencia es Toyota, así como su filial de lujo Lexus.
Esta semana en la sección de pruebas de Highmotor tenemos con nosotros uno de los vehículos más atípicos del mercado, el coupé híbrido de lujo Lexus RC300h.
Diseño exterior
El RC es un coupé de algo más de 4.7 metros de largo, lanzado al mercado en 2014, aunque no llegó a nuestro país hasta mediados de 2015. Este coupé está construido sobre la plataforma de la tercera generación del Lexus IS, utilizando además ciertos componentes de su hermano mayor, el Lexus GS.
Con un planteamiento netamente premium -como el resto de vehículos de la marca- este Lexus llega al mercado para competir -a su manera- en el segmento de los coupés medios premium, luchando con modelos como el Audi A5, la Serie 4 de BMW, el Mercedes-Benz Clase C Coupé o el Infiniti Q60 Coupé.
Su diseño es claramente Lexus, con unos trazos que beben de las últimas tendencias de la marca japonesa. Su frontal es muy agresivo, más aún si tenemos en cuenta que nuestra unidad está equipada con el acabado F-Sport, que mejora la imagen con un planteamiento más deportivo tanto en términos estéticos como dinámicos.
Así, el RC300h disfruta de la ya conocida gran parrilla trapezoidal con entramado interno en forma romboide, con un logo de gran tamaño en el centro, que acoge también la placa de matrícula. En los extremos encontramos dos molduras que simulan la presencia de dos entradas de aire, aunque en realidad son simplemente eso, molduras decorativas. Un reborde en terminación cromada en la parte inferior profundiza en la sensación premium del conjunto.
Los grupos ópticos, muy afilados, están divididos en dos cuerpos, siendo el inferior en forma de flecha y acogiendo tanto la iluminación diurna como la intermitencia. El cuerpo superior se encarga por tanto de las funciones de iluminación de cruce y carretera, siendo también LED en nuestra unidad.
Voluminoso pero con líneas dinámicas, su diseño está muy bien conseguido
La vista lateral apuesta por el dinamismo, con líneas fluidas y atractivas a la vista. La carrocería en esta unidad está pintada en un blanco nacarado extremadamente atractivo con, además, un acabado irreprochable. La línea de tensión ascendente de la carrocería junto con unos pasos de rueda marcados, una caída de techo muy acusada y una superficie acristalada bastante escasa dan como resultado una imagen potente y robusta.
La parte trasera es, posiblemente, el elemento más armónico del conjunto. Está diseñada de forma que la vista es extremadamente musculosa desde cualquier ángulo, destacando la presencia de unos grupos ópticos alargados con tecnología LED que prolongan la firma lumínica de la marca también en la zaga.
Un pequeño alerón integrado en el diseño del pequeño portón del maletero remata una trasera en la que el paragolpes es muy abultado, contando con pequeñas molduras decorativas y un difusor simulado en color negro que integra dos salidas de escape trapezoidales que, además, son reales y funcionales.
Diseño interior
El interior del RC de Lexus es una oda a la calidad constructiva. El diseño y la belleza del conjunto podrán ser, como elementos subjetivos, más o menos atractivos en función de los gustos de cada cliente, pero es innegable que la calidad de construcción del habitáculo del RC está a la altura de cualquiera de sus rivales, superando incluso en algunos aspectos a modelos como el Clase C.
El interior del RC es uno de los mejores realizados de su segmento
El salpicadero está diseñado en una especie de doble nivel, con una consola central muy ancha que se prolonga entre ambos asientos, aglutinando la práctica totalidad de los controles. Casi todos los materiales que tenemos al alcance de la mano son acolchados, ya estemos hablando de plásticos o de cuero, éste ultimo presente en asientos, volante, pomo de la palanca de cambios, puertas y laterales de la consola central. Las molduras decorativas, de aluminio cepillado, realzan la deportividad del conjunto, ocultando además en las puertas un listón LED con funciones para la iluminación ambiental.
La sensación de confort y aislamiento está presente desde el mismo momento en el que cerramos las puertas. Un buen ejemplo del «mimo» con el que se fabrica este vehículo es el suave tejido de pilares y techo, suavemente acolchado y que se prolonga también en los parasoles -un Clase C tiene los parasoles de plástico- o la hebilla que retiene el cinturón en el lateral del asiento, con dos imanes para mantenerse en su posición. La cúpula de la instrumentación está forrada de un cuero acolchado extraordinariamente suave, otro detalle del cuidado por el detalle de este Lexus.
La postura de conducción puede ser muy deportiva gracias a la amplia regulación -eléctrica y con memoria- tanto en altura como en posición longitudinal de asiento y volante, contando los primeros además con calefacción y ventilación en tres niveles. El punto en contra es el espacio disponible en las plazas traseras, algo justo, y un acceso a las mismas bastante incómodo.
La variante F-Sport incorpora elementos específicos como un volante con piel perforada, idéntico tratamiento que recibe también el cuero de la palanca de cambios, pedales con recubrimiento de aluminio y, sobre todo, una instrumentación digital con un aspecto sensacional, añadiendo un toque elegante con un aro central físico capaz de desplazarse dentro del cuadro de instrumentos.
La capacidad de carga del RC se sitúa por debajo de la media, con un maletero que cubica 340 litros con una superficie y unas formas muy regulares, aunque la boca de carga es algo pequeña. Se pueden abatir los respaldos de los asientos traseros, de forma que se puede ampliar la capacidad para asumir bultos de gran tamaño.
Dinámica de conducción
El RC300h es un coupé que, como ya hemos comentado anteriormente, está construido sobre la plataforma del Lexus IS, de la misma manera que el Audi A5 utiliza la plataforma del Audi A4 o el BMW Serie 4 utiliza la plataforma de su hermano de cuatro puertas, el Serie 3. Con una longitud de 4.71 metros, su anchura está fijada en 1.85 metros y la altura en 1.39 metros. La distancia entre ejes es de 2.73 metros.
Mecánicamente este gran coupé de Lexus utiliza el mismo sistema híbrido presente en otros modelos tanto de Lexus -IS, GS y NX300h- como de Toyota, siendo el esquema que utiliza el RAV4 Hybrid que probamos hace unos meses. Está compuesto por un motor térmico de 2.5 litros y cuatro cilindros, en posición longitudinal, capaz de funcionar en ciclo Atkinson, que ofrece 178 CV.
A ese motor se le añade un propulsor eléctrico de 143 CV, totalizando 223 CV. Unido a una transmisión automática e-CVT de engranajes planetarios que transmite la fuerza al eje posterior, el RC300h es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8.6 segundos, alcanzando una velocidad máxima autolimitada electrónicamente a 190 km/h.
Este coupé híbrido homologa un consumo medio de 4.9 litros cada 100 km, aunque en esta versión F-Sport esta cifra asciende hasta los 5.1 litros/100 km, con unas emisiones de CO2 de 116 gr/km. Es, por tanto, el más frugal de sus rivales, siendo a la vez el más lento de todos sus modelos de potencia y planteamiento similar.
Gracias a un depósito de 66 litros y a un gasto real en utilización mixta de 6-6.5 litros, el RC300h disfruta de una elevada autonomía, lo que permite afrontar largos viajes sin preocuparse del depósito. En ciudad su gasto medio ronda los 6.5 litros, mientras que en carretera desciende hasta 5.5 litros. En vías rápidas el consumo se fija en los 6 litros. Nuestra unidad registró, de ordenador, un consumo medio en algo más de 800 km por todo tipo de vías de 6.3 litros/100 km.
Con un peso de 1.800 kilogramos, el RC300h es un coche netamente pesado. Su esquema de suspensión, con columnas McPherson delante y esquema multibrazo en la parte trasera, se combina con un sistema de amortiguación controlada electrónicamente AVS, el RC ofrece un aplomo sensacional en vías rápidas y carreteras convencionales, siempre manteniendo una gran comodidad. Cuando la carretera se retuerce en exceso, su masa sale a reducir, ofreciendo un comportamiento noble pero algo torpe.
Este coupé ofrece diferentes modos de conducción, que van desde el ECO hasta el Sport+, modificando el comportamiento del acelerador, de la gestión del cambio automático, de la asistencia de la dirección y el aspecto de la instrumentación. En los modos más deportivos se activa además un sintetizador de sonido denominado ASC que arroja una tonalidad grave por los altavoces, desconectable y regulable a voluntad.
Gama y versiones, ¿cuánto cuesta la unidad que ves?
El RC de Lexus está disponible en nuestro país únicamente con dos opciones mecánicas, la mencionada versión híbrida y la de ultra altas prestaciones denominada RC F, equipada con un motor 5.0 V8 atmosférico de 478 CV. En otros mercados se pueden montar otras motorizaciones de gasolina tanto de 4 como de 6 cilindros.
La gama de este coupé arranca en nuestro país en los 45.900€, correspondientes a la versión Executive. Por encima de ésta se encuentra la variante aquí probada, la F-Sport, con un precio de salida de 55.700€, que se transforman en 58.200€ si se opta por la versión más equipada, denominada Luxury.
El equipamiento es extenso en cualquiera de las terminaciones, aunque el RC tiene algunos «agujeros» en su dotación que se pueden calificar como «inexplicables» en un coupé de lujo.
Así, desde la variante de acceso, encontramos por ejemplo los faros LED, el climatizador automático bizona o el control de crucero, pero no está disponible, por ejemplo, el sensor de lluvia.
La variante F-Sport añade las llantas de 19 pulgadas, la suspensión adaptable electrónicamente y los espejos retrovisores electrocrómicos, entre otros. Por último, la versión Luxury incluye el techo solar de cristal o el sistema de sonido premium Mark & Levinson con 17 altavoces.
Nuestra unidad montaba, como equipamiento opcional, la pintura metalizada (1.100€), dejando el montante final en unos abultados 57.800€, casi 10 millones de las antiguas pesetas, por un coupé con mecánica híbrida y una imagen en la que el exotismo y la exclusividad están garantizados.
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