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Prueba especial Chevrolet Orlando: Día 1 Madrid>Montpellier
Hace un mes nos embarcábamos en una prueba especial que nos llevaría hasta Italia, se trata de un recorrido saliendo desde Madrid y con regreso a la capital, pero tras diez días y tras pasar por el norte italiano (por ciudades como Pisa, Florencia, Venecia, Como, Milán…) Para ese recorrido y gracias a la colaboración […]
Hace un mes nos embarcábamos en una prueba especial que nos llevaría hasta Italia, se trata de un recorrido saliendo desde Madrid y con regreso a la capital, pero tras diez días y tras pasar por el norte italiano (por ciudades como Pisa, Florencia, Venecia, Como, Milán…)
Para ese recorrido y gracias a la colaboración de Chevrolet España hemos contado con un Chevrolet Orlando, un buen modo de poner a prueba en carretera al nuevo monovolumen de la firma americana. Para la ocasión hemos probado un Orlando diesel equipado con el motor de dos litros y 163 CV, con cambio automático.
Durante el recorrido nuestro Twitter (fotos) fue el medio de contacto donde os íbamos contando todo lo que hacíamos y nuestras impresiones sobre el coche y el recorrido, así como diversas curiosidades. Pero ahora nos toca desglosar día por día el recorrido que hemos hecho, hablar del Orlando y ver como se comporta el coche.
En definitiva os invitamos a seguirnos en este recorrido abordo de un Chevrolet Orlando con destino Italia.
Día 1 – Madrid > Montpellier (991 km)
Nuestra ruta comienza en Alcobendas donde recogemos el Chevrolet Orlando y partimos dirección Zaragoza. La idea es llegar a Montpellier a la noche, pasando por Portbou y evitando las autopistas de peaje.
Nada más salir de Madrid siempre recomiendo una parada en Santa Maria de la Huerta, el último pueblo de Castilla y León en la ruta antes de entrar en Aragón. El pueblo cuenta con un Monasterio Circense del Siglo XII.
Seguimos camino Zaragoza en un día con bastante poco tráfico, muy tranquila la carretera. Una vez que pasamos por Zaragoza nos metemos en la N-II con un paisaje muy peculiar, se trata del Desierto de los Monegros. Seguimos en ruta y entramos en Cataluña, las primeras masías que se ven desde la carretera ya nos indican en que comunidad estamos, pasamos por Manresa y seguimos dirección Girona.
Para evitar la autopista circulamos por la C-25, una carretera que se encuentra en obras y el tráfico es insufrible, no hay posibilidad de adelantar al denso tráfico de camiones y vehículos pesados que circula por ella, hay que tomárselo con paciencia.
Dejamos atrás esta carretera y continuamos dirección Portbou, es el último pueblo costero español antes de entrar en Francia, es impresionante la carretera que recorre el pueblo, así como su paisaje y las vistas. Es una pena que nos haya tocado un día un poco gris, pero aún así vemos gente que se anima al baño y algún que otro turista sacando fotos por el pueblo.
No me puedo olvidar de la estación de trenes de Portbou, justo en la frontera con Francia y con un importante tránsito de trenes (dispone de ancho de vía ibérico e internacional), al mismo tiempo que históricamente tuvo mucho protagonismo cuando estalló la Guerra Civil en España.
Empezamos a subir por una carretera estrecha con constantes curvas, mientras un escueto cartel nos indica que estamos en Francia, hemos llegado a la localidad de Cerbère. Por la zona es recomendable visitar Colliure, otro pueblecito francés que cuenta con una fortaleza a orillas del Mediterráneo.
Siguiendo nuestra ruta hasta Montpellier, una parada obligada es Sète, pequeño pueblo costero que cuenta con varios canales lo que le aporta una belleza especial. Además en verano cuenta con bastante movimiento en sus calles.
Impresiones de conducción del Chevrolet Orlando
Lo primero que nos llama la atención nada más cogerlo en Alcobendas es su diseño, estilo 100% americano. Rasgos muy marcados y líneas musculosas, un diseño que le imprime robustez. Otro detalle que nos sorprende es la potencia, su motor 2.0 VCDI de 163 CV empuja con fuerza y tenemos que dosificar bastante nuestro pie sobre el acelerador, porque a la mínima responde de forma contundente.
Tanto las plazas delanteras como las traseras son bastante amplias, tenemos suficiente espacio para la cabeza y para los pies. Además los ocupantes de las plazas traseras tienen salidas de aire para ayudar a climatizar mejor el coche, que recordamos, tiene siete plazas.
Eso sí, tras pocos kilómetros en carretera nos damos cuenta de que los asientos tienen un mullido algo duro, en nuestra unidad son de cuero (equipamiento opcional).
En carretera se desenvuelve muy bien, siendo cómodo y empujando con fuerza, al mismo tiempo que en todo el recorrido por carretera y autovía se ha conformado con sólo 6,7 litros a los 100 km, una cifra que no está nada mal si tenemos en cuenta que el coche va también cargado.
El cambio automático tiene tendencia a mantenerlo bastante bajo de revoluciones, por ejemplo a 120 km/h va a 1500-1800 r.p.m. en sexta. Por último nos percatamos del chasis y las suspensiones con un tarado correcto con el que no acusa los balanceos típicos de algunos monovolumemenes.
A lo largo de los días os iremos contando más detalles del Orlando, al mismo tiempo que mañana seguimos con la ruta desde Montpellier hasta Niza, todo por la Costa Azul.
Fotos | Equipo de Pruebas
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