Prueba Audi TT coupé 40 TFSI S-Tronic Black Line Edition, la deportividad racional
Opinión sobre el Audi TT coupé con el motor 40 TFSI de 190 CV S-Tronic con el acabado Black Line Edition. En esta prueba a fondo, analizamos este coupé de 190 CV.
Uno de esos coupés deportivos -de verdad- que aún quedan en el mercado es el Audi TT. El coupé es todo un clásico en la gama de la marca alemana, aunque sigue en plena forma y centra muchas miradas. Su carácter deportivo es indudable, pero lo que nos ha sorprendido es está versión 40 TFSI de 190 CV, de acceso a la gama.
¿Llegan 190 CV para disfrutar de un TT Coupé y de la deportividad? ¿Sigue en forma el Audi TT? ¿Puede la deportividad ser racional? A estas preguntas vamos a intentar responder a lo largo de esta prueba del Audi TT Coupe 40 TFSI 190 CV con caja S-Tronic.
Diseño: Black Line Edition extremadamente llamativo, con un interior donde lo superfluo desaparece
Exteriormente el Audi TT se puede elegir con varios acabados: acabado base (más discreto), el S-Line (con toques deportivos) y este Black Line Edition que toma los elementos del S-Line pero en color negro y con llantas específicas.
Tanto el S-Line o Black Line Edition, destacan por su defensa delantera de corte deportivo (con unas agresivas molduras negras), así como dos entradas de aire laterales traseras y el difusor bajo la defensa que integra dos salidas de escape. Lateralmente una moldura negra incide más en la deportividad, y las enormes llantas de 20 pulgadas de nuestra unidad confieren el broche final en cuanto a deportividad.
El color amarillo y el acabado Black Line Edition, hace que la gente lo confunda con un TT-S o RS, en cuanto a deportividad exterior. No es una combinación válida para aquellos que quieran pasar desapercibidos, pero hay que reconocer que luce mucho en esta combinación.
Por dentro es un coche minimalista, tanto que apenas veremos lo justo y necesario para la conducción. No tiene pantalla del sistema de entretenimiento o navegación, todo ello se controla desde la instrumentación digital (Virtual cockpit) de serie.
Destacan las salidas de aire, que integran el climatizador automático, todo un alarde de diseño e integración. En la consola central se esconden parte de los controles del MMI de Audi, que también se puede usar desde los mandos del volante.
La postura de conducción es baja-mucho- y de corte deportiva. Los asientos recogen de forma perfecta el cuerpo y en nuestra unidad son de cuero (le falta ventilación o ser microperforados para los días más calurosos). Eso sí, las plazas traseras solo son aptas para un niño o un caso de urgencia, porque además de carecer de espacio para los pies, tampoco tienen mucha altura, con lo cual un adulto tendrá problemas para acceder y no irá cómodo.
Por último, en el repaso del interior, nos queda el maletero. Pese a lo que pueda parecer, sus 305 litros de capacidad son suficientes para llevar las maletas de una escapada o la compra del mes, es verdad que es poco profundo, pero suficiente. Eso sí, en el apartado de huecos, salvo la guantera, el resto son huecos de pequeño tamaño (como las guanteras de las puertas) o los huecos disponibles en el tren central.
Motor y prestaciones: 40 TFSI de 190 CV, un dos litros muy apto
El motor de acceso a la gama del TT es el 40 TFSI de 190 CV, es decir, un 2.0 que ofrece unas prestaciones muy dignas. A priori, puede parecer que es lento de reacciones o que no es todo lo radical que podríamos esperar de un TT con este aspecto deportivo, pero con el paso de los kilómetros este bloque convence.
La respuesta del motor es muy suave y progresiva, no esperes una enorme patada que te pegue al asiento, pero a medida que sube de vueltas parece que no tiene fin, de echo, empuja desde las 2.500 r.p.m., siendo especialmente radical entre las 3.500 y 6.000 r.p.m.
Si a eso le sumamos la caja automática de doble embrague (con siete marchas, rápida y que encaja perfectamente con el bloque motor), a nada que hundimos el pedal, busca el régimen perfecto para mover con una soltura envidiable al TT.
Comportamiento: un kart con 190 CV y 1345 kg
El chasis de este TT no defrauda, rígido y aplomado, como si de un kart se tratase. Dispone de varios modos de conducción: Efficiency, Confort, Auto, Dynamic e Individual, los cuales actúan sobre la caja, respuesta del motor, dureza de la dirección, sonido del escape y firmeza de la suspensión.
Incluso en modo Confort es un coche extremadamente rígido, vamos a sufrir con los baches, con las tapas de alcantarillado mal colocadas y en general con cualquier imperfección de la carretera.
Eso sí, lo que es malo para el confort, es extraordinario cuando nos ponemos deportivos. Este TT es muy ágil, tiene un paso por curva rápido y aplomado (la tracción total sería ya para 10, pero nuestra unidad es delantera) siendo muy divertido, rápido y preciso. Incluso en autovía es un coche muy estable, con el peculiar alerón que se activa por encima de 120 km/h.
Para la ciudad es muy ágil, pero ojo con los badenes, zonas de mal asfalto, y demás irregularidades porque no va a ser un coche cómodo. En carretera, cuantas más curvas mejor.
Consumo: ahorrador pese a todo
Aunque pueda parecer lo contrario, teniendo en cuenta que estamos ante un motor gasolina de corte deportivo, el Audi TT es un coupé ahorrador. En autovía, a velocidades normales, el consumo medio es de 7,6 litros a los 100 km, cifra que baja hasta los 7,3 litros a los 100 km de media en carretera. Por último en nuestra prueba con recorrido urbano, el consumo escaló hasta los 8,5 litros a los 100 km.
Equipamiento: imprescindible acabado S Line o Black Line Edition
De serie el Audi TT viene razonablemente completo en equipamiento, pero con una estética que no llega a mostrar toda su deportividad. Entre los elementos disponibles desde el acabado base destacan:
- Llantas de aleación ligera de 17 pulgadas
- Suspensión deportiva
- Faros Xenon plus
- Pilotos traseros LED
- Retrovisores exteriores con ajuste eléctrico y calefactables
- Active lane assist
- Sensor de luz y lluvia
- Indicador de la presión de los neumáticos
- Volante deportivo de cuero multifunción en diseño de 3 radios achatado
- Climatizador automático confort
- Paquete iluminación interior LED
- Audi drive select
- Audi virtual cokpit
- Equipo MMI Radio, con 4 altavoces delanteros (50 vatios), lector CD y 2 tarjeta SD con conexión AUX-In y toma de carga de 5 voltios
- Interfaz USB tipo A para carga de dispositivos externos
- Asientos delanteros deportivos
El acabado Black Line Edition suma sobre el S Line detalles deportivos exteriores en color negro, llantas de 19 pulgadas, y en definitiva, una estética más deportiva y llamativa. Entre los opcionales que merecen la pena están los faros full LED que ofrecen una iluminación sobresaliente o el sistema de Sonido Bang & Olufsen, con sonido 3D, 12 altavoces y 680 W por sólo 1040 euros. Un extra muy recomendable si te gusta sentir la música, calidad excelente de sonido.
Opinión personal y precio
El precio del Audi TT arranca en los 43.390 euros, mientras que el S Line está disponible desde los 48.680 euros y nuestro acabado Black Line Edition, desde 49.920 euros.
En cuanto a nuestra opinión personal, el TT es a día de hoy un modelo que está en peligro de extinción, apenas quedan buenos coupé en las gamas de las marcas. O han desaparecido o se han aburguesado o hay que ir a la gama deportiva para tener la deportividad. Y ahí está la mejor virtud de este TT con «sólo» 190 CV, porque nace deportivo, se siente deportivo y es deportivo. E incluso con esa potencia es un coche que se disfruta, con el que poder reencontrarnos con una conducción divertida, directa, sentir las curvas, disfrutar al volante con un comportamiento más propio de un kart, que de una berlina, pero con esa intención se ha creado este icónico modelo y eso es lo que mejor sabe ofrecer.
No es tu opción si buscas un coche cómodo o amplio, pero si quieres volver a emocionarte con las sensaciones al volante, incluso con sólo 190 CV, este TT satisfará tus expectativas y su diseño exterior no deja a nadie indiferente, pese a la veteranía de este icónico coupé.
Fotos | Equipo de pruebas
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