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Prueba del Audi A4 40 TFSI: larga vida a las berlinas
Hemos probado el Audi A4 40 TFSI, una berlina que compite no sólo compite con rivales de su segmento, sino también con la moda SUV: ¿Conseguirá plantarles cara?
Durante un largo periodo de tiempo, el segmento D o, lo que es lo mismo, el de las berlinas de tamaño medio, ha sido uno de los favoritos de los compradores españoles. Sin embargo, esta tendencia ha ido cambiando durante los últimos años, y es que el segmento de los SUV ha ido ganando terreno hasta convertirse en la decisión preferida por un gran número de usuarios.
Prueba de ello son las cifras de ventas de Audi, y es que a lo largo de 2020, el modelo más vendido fue el Audi Q3 que ya probamos en Highmotor. Para encontrar la primera berlina del ranking de ventas de la marca de los aros, nos tenemos que ir hasta la sexta posición, donde encontraremos al modelo que hemos probado: el Audi A4.
La primera generación del Audi A4 se empezó a comercializar en 1994 y durante sus más de 25 años de historia, hemos visto ya hasta cinco generaciones con sus correspondientes versiones sedán, Avant, Allroad e incluso una variante Cabrio durante la segunda generación del modelo.
Pese a que la quinta generación del Audi A4 ya es una veterana dentro del mercado –se lanzó en 2015-, ha ido recibiendo importantes renovaciones en las que se han incorporado nuevas tecnologías, asistentes de seguridad y nuevas mecánicas electrificadas.
Nuestra prueba del Audi A4 tiene como protagonista la mecánica 40 TFSI, un propulsor de gasolina que recibe la ayuda de un sistema de hibridación ligera, cuyo funcionamiento os explicamos detenidamente en este artículo y cuenta en con las ventajas de la Etiqueta ECO de la DGT.
Elegancia y deportividad a partes iguales
A pesar de llevar en el mercado más de 5 años, los leves retoques que ha recibido el Audi A4 durante los últimos años y que afectan sobre todo a los faros delanteros y pilotos traseros, hacen que la berlina media de la marca de Ingolstadt siga teniendo una atractividad innegable.
Sin duda, el pack S line con el que la unidad de pruebas iba configurada le sienta realmente bien, y es que le aporta ese toque de picante que sin duda le falta al anodino acabado Advance -favorito de las compañías de renting-.
El acabado S line se diferencia por unos paragolpes más agresivos que rápidamente se identifican gracias a los dos marcos colocados en los extremos del paragolpes y a la imponente parrilla delantera con patrón de nido de abeja.
Otro de los elementos que colaboran a conseguir la sensación de imponencia del Audi A4 son los Faros Matrix Led que, además de brindar una iluminación excelente en la oscuridad e incorporar intermitentes dinámicos, enfatizan la deportividad del conjunto.
Siguiendo con las claves estéticas que destacan en la unidad probada, hay que mencionar el Paquete de estilo negro Audi Exclusive. Con un sobrecoste de 710 euros, tinta de color negro piano elementos como el marco de la parrilla brillante, los marcos laterales de los paragolpes delanteros, los marcos de las ventanas laterales y la moldura que abraza el difusor trasero.
Ya que hablamos de la zaga, la última actualización del modelo hizo desaparecer las colas de escape tradicionales para integrar las tan de moda molduras de escape, que al menos en este caso guardan en su interior las salidas de escape reales.
El toque final de la unidad que hemos probado lo daban las preciosas llantas multirradiales en 19 pulgadas firmadas por Audi Sport que, gracias a su acabado bicolor, le sentaban como un guante al conjunto. Si estás dispuesto a sufrir cada vez que aparques cerca de un bordillo, pagar los 1.620 euros que Audi pide por ellas y asumir el presupuesto de un cambio de neumáticos en dimensiones 245/35 R19, son una de las opciones más apetecibles dentro del interminable catálogo de opcionales.
Una atmósfera premium en su habitáculo
Una vez que abrimos la puerta y nos adentramos en el habitáculo del Audi A4, no tenemos la más mínima duda de que estamos ante un producto muy depurado que pertenece al segmento premium. La calidad de los materiales utilizados es excelente, con unos ajustes que sin duda dejan una gran sensación.
El puesto de conducción es simplemente perfecto gracias, sobre todo, al Audi virtual cockpit de 12,3 pulgadas. Su definición y facilidad de uso es una referencia, y es que a pesar de que el resto de fabricantes se han puesto al día en el desarrollo de cuadros de instrumentos digitales, el utilizado por Audi y el resto de marcas del grupo Volkswagen nos sigue pareciendo el mejor del mercado.
El protagonista de nuestra prueba contaba con el pack S-Line interior, que por 2.295 € añade elementos como los asientos deportivos, el volante de tres radios de cuero/cuero perforado, inserciones en aluminio cepillado, pedales de aluminio, revestimiento del techo en color negro e inserciones S en el marco de las puertas.
La berlina de la marca de los aros cuenta con un salpicadero de diseño limpio y sencillo protagonizada los aireadores del sistema de climatización, cuyas lamas se extienden a lo largo de todo el salpicadero.
El protagonismo se lo lleva la pantalla del sistema MMI, cuyo funcionamiento es táctil y tiene un tamaño de 10,1 pulgadas. Por debajo de esta, tenemos los mandos físicos del sistema de climatización que, gracias a las dos ruletas, tienen un funcionamiento mucho más ergonómico y no nos obligan a apartar la vista de la carretera para navegar en interminables menús en el sistema de infoentretenimiento si queremos modificar la temperatura –algo que cada vez es más habitual-.
Los asientos deportivos que forman parte de la línea de equipamiento S-Line ofrecen la perfecta combinación entre agarre lateral y confort, además de ser realmente bonitos. La habitabilidad en las plazas traseras es buena, con espacio de sobra para las piernas y una anchura perfecta como para que dos pasajeros viajen con total comodidad –no tanto si viajan tres-.
El maletero del Audi A4 es otro de sus puntos fuertes, y es que cuenta con un hueco muy profundo y con formas regulares cuyo volumen es de 460 litros. Esta cifra le coloca en la media del segmento, por delante de rivales directos como el Volvo S60 (442 litros) o el Mercedes-Benz Clase C (455 litros), aunque por detrás de otros como el BMW Serie 3 (480 litros) o el Alfa Romeo Giulia (480 litros).
40 TFSI: el más equilibrado
El Audi A4 que ocupa estas líneas cuenta con la mecánica 40 TFSI bajo su capó. Tras la intrincada denominación comercial que acostumbra a tener la marca de los aros desde hace unos años, no se esconde un motor 4.0, sino que tenemos un propulsor de gasolina con cuatro cilindros y 2.0 litros con una potencia de 204 CV.
Se podría decir que es una de las mecánicas más equilibradas de la gama de la berlina de Ingolstadt, y es que ofrece un equilibrio muy bueno entre prestaciones y eficiencia. Con un par máximo de 320 Nm que se desarrolla desde las 1.500 rpm hasta prácticamente las 5.000 rpm, se trata de un motor muy lleno que da la sensación al conductor de siempre tener disponible una potencia considerable al hundir el pie en el acelerador. Las prestaciones del Audi A4 40 TFSI son muy razonables, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos y una velocidad máxima de 210 km/h.
La encargada de transferir la potencia al eje delantero es la transmisión automática de doble embrague S Tronic de 7 relaciones. Esta transmisión cuenta con un comportamiento muy suave confortable, aunque su reacción a las pulsaciones en las levas cuando la ponemos en modo manual es algo lenta, por lo que ofrece un comportamiento más enfocado a la comodidad que a la deportividad.
Sistema MHEV de 12V para rebajar consumos y conseguir la Etiqueta ECO
Otro de las novedades en esta mecánica es la instalación de un sistema de hibridación ligera de 12V que cuenta con una batería de iones de litio colocada en el maletero. Se trata de una máquina eléctrica unida al cigüeñal mediante una correa que funciona también a modo de alternador y que puede generar hasta 5 kW en aquellos momentos en los que hay una deceleración. Este sistema permite mantener apagado el motor de combustión durante más tiempo y, según la marca, rebajar los consumos 0,3 l/100 km.
Ya que hablamos de consumos, la media conseguida tras una semana de prueba en la que se han alternado ciudad, carreteras convencionales y autopistas, ha sido de 7,3 l/100 km, una cifra un litro superior a la declarada según el ciclo WLTP pero que sigue siendo muy razonable para una berlina de 4,76 metros con un propulsor de 204 CV.
Una berlina aburguesada
Desde los primeros kilómetros con el Audi A4, es fácil darse cuenta de que su puesta a punto está completamente orientada a ofrecer el máximo confort de marcha.
El sistema Audi Drive Select permite al conductor escoger entre cinco modos de conducción (efficency, comfort, auto, dynamic e individual). Estos actúan modificando el comportamiento de la dirección, la entrega de potencia y la dirección, primando desde un comportamiento más eficiente con el modo efficency a uno más deportivo con el modo dynamic.
Incluso en el programa más prestacional, el Audi A4 muestra un comportamiento más aburguesado que el de alguno de sus rivales, con una suspensión que filtra a la perfección las irregularidades de la carretera.
Esto no quiere decir que la berlina de la marca de los aros no ofrezca un buen comportamiento dinámico si le “clavamos las espuelas”, con una estabilidad y aplomo en carretera excelente. Sin embargo, la reacción algo tardía cuando queremos subir o bajar marchas con las levas y una dirección que no es demasiado comunicativa, nos animarán a disfrutar del paisaje y a devorar kilómetros en autopista manteniendo el máximo confort para sus pasajeros.
Un equipamiento de serie escaso en ADAS
El Audi A4 40 TFSI de nuestra prueba contaba con completo equipamiento estético gracias al paquete S-Line exterior e interior. No sólo esto, sino que el Paquete de estilo negro Audi Exclusive (+710 €) que pinta las molduras exteriores en negro piano también formaba parte de su configuración.
Los faros Matrix Led con intermitentes dinámicos (+1.680 €) también son una opción recomendable, puesto que ofrecen una iluminación excelente con un haz de luz potente y muy blanco que facilita la visión cuando se circula con poca visibilidad.
Si hay algún pero en la configuración de la unidad es el escaso equipamiento en materia de asistentes a la conducción, por lo que tendremos que desembolsar una cifra importante si queremos elementos como el Audi Active Lane Assist- que por 775 € añade la alerta de cambio de carril o el sistema de reconocimiento de señales- , el Audi Park Assist –que añade vista cenital 360º pagando 1.060 €- o el Audi Pre Sense Rear –con el que se añaden elementos como el sensor de ángulo muerto por 1.050 €).
El veredicto final de nuestra prueba del Audi A4 40 TFSI
La quinta generación del Audi A4 ha sabido adaptarse a unos tiempos en los que los SUV reinan el mercado para seguir ofreciendo un perfecto cocktail entre elegancia, confort, buen comportamiento dinámico y habitabilidad.
Las actualizaciones a las que se ha sometido en los últimos años han sido suficientes como para que el Audi A4 mantenga el estatus que le ha permitido ser una de las referencias en el mercado desde su primera generación. La competencia en su categoría es muy fuerte, aunque no tiene que salir de casa para enfrentarse a sus peores enemigos, y es que la gama SUV de Audi va ganando adeptos con el paso del tiempo y, con ello, canibalizando las matriculaciones de su gama de berlinas.
Sin embargo, nos declaramos fieles defensores de la categoría de las berlinas: son prácticamente igual de espaciosas que un SUV, tienen un comportamiento dinámico superior, son más eficientes y, como opinión completamente subjetiva, son más bonitas que sus homólogos de mayor altura. Con todo esto, la conclusión sólo podía ser una: ¡Larga vida a las berlinas!
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