Probamos el nuevo Audi A3 Sportback: más premium que nunca
Con un diseño más deportivo y un interior más tecnológico y digital, la cuarta generación del Audi A3 se ve y se siente más premium que nunca.
Desde su lanzamiento en los primeros meses del año, Audi ha ido completando poco a poco la oferta comercial de la cuarta generación del Audi A3. En la actualidad ya está disponible la versión con carrocería de 5 puertas, el Audi A3 Sportback, y la variante de tres volúmenes, el A3 Sedan.
Gama y precios Audi A3
Por el momento ya hemos podido conducir la versión Sportback, que ya cuenta en su oferta con cinco posibilidades mecánicas. En gasolina se puede elegir el 30 TFSI con el 1.0 de 3 cilindros y 110 CV, el 35 TFSI con el motor 1.5 de cuatro cilindros y 150 CV y la versión 35 TFSI MHEV con hibridación ligera y cambio S tronic, que también rinde 150 CV. La gama diésel cuenta con el 2.0 TDI de 4 cilindros en dos versiones, el 30 TDI de 116 CV con cambio manual y el 35 TDI de 150 CV S tronic.
De momento la única versión con etiqueta ECO es el 35 TFSI MHEV; más adelante se añadirá una versión Mild Hibrid con el motor “pequeño”, el 1.0 TFSI de 110 CV, que también contará con etiqueta ECO. La oferta se completará con el A3 TFSI e, el híbrido enchufable, que tendrá dos variantes de potencia –204 y 245 CV– y etiqueta CERO, así como los deportivos Audi S3 y RS3.
Estos son los precios de partida de la gama Audi A3 para las versiones con acabado básico:
- 30 TFSI 110 CV: 27.770 euros
- 35 TFSI 150 CV: 29.070 euros
- 35 TFSI MHEV S Tronic 150 CV: 31.250 euros
- 30 TDI 116 CV: 30.010 euros
- 35 TDI S tronic 150 CV: 33.490 euros
Audi ofrece las versiones de acabado Advanced, S line y Black Line Edition, así como una interesante edición limitada (en principio 600 unidades) denominada A3 Genuine Edition. La oferta mecánica y el equipamiento es idéntico para el A3 Sedan, que tiene un sobreprecio de 900 euros. Aquí puedes consultar más al detalle las diferencias de equipamiento y precio entre las distintas versiones. Y aquí lo referido a los motores que se incorporaron en la gama tras el lanzamiento.
Los principales rivales del Audi A3 Sportback siguen siendo el BMW Serie 1 y el Mercedes Clase A, con los que el A3 tiene un precio similar o ligeramente más favorable si se comparan versiones equivalentes en potencia y equipamiento. Otra posible alternativa, en este caso más económica, sería el nuevo Volkswagen Golf, con el que el Audi A3 comparte plataforma y motores. También con el nuevo Seat León, que ya hemos podido conducir. Aquí puedes leer la prueba del nuevo Seat León.
El diseño del nuevo Audi A3 Sportback: lo mejor va por dentro
Aunque los cambios en el diseño exterior son notables, no hay duda del modelo ante el que nos encontramos: el nuevo A3 es perfectamente identificable a distancia. Y eso que la carrocería es ahora claramente más deportiva, lo mires por donde lo mires.
No hay cambios apreciables en tamaño: gana unos 3 centímetros en longitud manteniendo la distancia entre ejes, mantiene la altura y aumenta otros tres centímetros la anchura. Una novedad interesante, más allá de unos rasgos generales más “musculados” es que, en el caso de optar por los faros Matrix LED, la luz diurna tiene un diseño diferente en función de la versión de acabado elegida.
Proporcionalmente, los cambios son mucho mayores de puertas hacia dentro. El nuevo Audi A3 se siente mucho más premium. Y no es un tema de calidad, ajuste o apariencia y tacto de los materiales, que ya era sobresaliente. Y lo sigue siendo, aunque sus rivales no se han quedado atrás, y se han colocado a la altura de Audi, que hasta ahora dominaba en este campo. Se trata de la sensación que transmite el nuevo diseño, con líneas horizontales y angulosas y con las salidas de ventilación en una posición inusualmente elevada, flanqueando la instrumentación.
A mencionar al respecto que, estéticamente, llaman mucho la atención; incluso hay a quien le parece que son un “postizo”, puestas ahí porque había que dejar hueco de alguna forma para la pantalla central del sistema multimedia. Lo cierto es que, a efectos prácticos, obliga a “jugar” más con los ajustes de la climatización y de las propias rejillas de las salidas de aire para que no llegue a ser molesto si se utilizan potencias elevadas del ventilador.
Un interior muy digital
También es reseñable el avance experimentado en digitalización. Todos los Audi A3 cuentan de serie con la instrumentación digital Audi virtual cockpit, con pantalla de 10,25 pulgadas, y con una pantalla multimedia central muy bien integrada en el diseño que alcanza las 10,1 pulgadas. Si la primera me sigue pareciendo de las mejores instrumentaciones digitales (más aún en la variante “plus” opcional, que alcanza las 12,3 pulgadas) por calidad de los gráficos, claridad de lectura y posibilidades de personalización, la segunda también está entre las mejores cuando se trata de navegar por los menús, con un “feedback” táctil y acústico y una precisión que contribuyen a la hora de sumar a ese marcado aire premium.
Me parece todo un acierto que, en contra de la tendencia iniciada con el Audi A8 cuando la marca de los cuatro aros apostó por la digitalización del habitáculo eliminando el –añorado, al menos para mí– mando MMI giratorio en la consola, se recuperen los botones físicos para algunas funciones principales. En el A3 hay dos hileras, una para la climatización (que cuenta con sus propias pantallas de información) y otra justo debajo, con botones para la desactivación del start-stop, el Audi drive select o el asistente al aparcamiento, por ejemplo.
Más novedades “digitales” son el mando del volumen y cambio de emisora del equipo multimedia situado al lado de la palanca de cambios, que ahora es una superficie táctil. O sofisticadas funciones con las que no contaba el anterior A3, como la posibilidad de comunicación Car-to-X para que el coche se conecte con otros vehículos Audi o con la infraestructura (en las ciudades donde está disponible el servicio) de cara a facilitar encontrar huecos para aparcar o incluso comunicarse con los semáforos para adaptar la velocidad a la secuencia que te permita atravesarlos en fase verde.
A pesar de tanta tecnología, sentarte a los mandos del Audi A3 Sportback y sentirte al momento completamente integrado con todos los mandos de control es algo que apenas requiere unos instantes. Especialmente si has conducido ya algún Audi “moderno”, de los que ya se han sometido al proceso de digitalización.
Como el tamaño exterior apenas cambia y la distancia entre ejes no varía, el espacio para los pasajeros o para el equipaje sigue siendo el mismo. Muy bien delante, bien en líneas generales en las plazas traseras y lo esperado en el maletero, que mantiene los 380 litros. Ahora, el portón también puede contar con apertura gestual, pasando el pie por debajo del paragolpes.
En marcha con el nuevo A3 Sportback
En esta primera toma de contacto solo hemos podido ponernos al volante del que, al menos hasta la llegada del 1.0 TFSI MHEV, puede ser la versión más interesante de la gama: el 35 TFSI MHEV S tronic. Una conclusión que podemos sacar al ser más que conocidos el resto de motores, y haberlos probado prácticamente todos ya sea en el nuevo Seat León o en el Volkswagen Golf, los “primos hermanos” de este A3.
Ya intuíamos que podría ser así considerando la teoría: precios, prestaciones, el hecho de contar con la etiqueta ECO… Y lo confirmamos en la práctica. Solo incidir en un aspecto: cuesta casi 2.300 euros menos que el 35 TDI S tronic de 150 CV, que anda más o menos igual aunque no va tan fino, consume menos a cualquier ritmo (y mucho menos si vas deprisa) pero no tiene las ventajas de la etiqueta ECO.
Para empezar, el 1.5 de gasolina, con sistema de desconexión de cilindros, puede gastar realmente poco si te lo propones. En torno a 6-6,5 l/100 km no es un objetivo difícil. Y se lleva a las mil maravillas con el cambio de doble embrague S tronic, que estrena una nueva palanca “by wire” que deja muy despejada la consola central e invita a conducir en modo automático, o a utilizar las levas del volante.
En general, todas las versiones del Audi A3 homologan unos consumos muy bajos, tanto los diésel como los gasolina. En este 1.5 de 150 CV está el equilibrio: anda mucho, gasta poco y se siente fino cuando conduces tranquilo. Pero ojo: si le exiges, puedes ver fácilmente consumos de dos cifras. No es un motor con un sonido agradable o con unas últimas vueltas que invite a una conducción deportiva.
Algo que sí sucede con el tacto al volante de este A3, en especial si equipa la suspensión deportiva y las llantas de 18 pulgadas correspondientes al acabado S Line, que en absoluto resulta incómoda. Además, conviene recordar que las versiones de 150 CV o más cuentan con una suspensión trasera multibrazo más elaborada que el “sencillo” eje torsional de los A3 menos potentes, lo que también supone un plus en cuanto a precisión a la hora de enlazar curvas o de hacer que la suspensión se trague los baches. Vamos, que en mi opinión, puedes ahorrarte la suspensión adaptativa con control de amortiguación si vas justo de presupuesto.
Sin duda, el A3 Sportback es un coche que se merece el chasis con la suspensión trasera multibrazo de las versiones de 150 CV o más, y un motor como el 1.5 TFSI o el 2.0 TDI con esa potencia y el cambio S tronic. Pero si el bolsillo no da para tanto, las versiones básicas no desmerecen. Por menos de 28.000 euros el 1.0 de tres cilindros da muchas alegrías y no se queda corto; incluso es preferible al 2.0 TDI de 116 CV, que cuesta unos 2.200 euros más. Cómo han cambiado las cosas.
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