Prueba Abarth 595C Competizione: deportividad y mucho carácter en formato de bolsillo

Si nos ponemos a pensar en cuales son actualmente los deportivos compactos de pequeño tamaño más atractivos del mercado, vendrán a nuestra mente modelos como el Hyundai I20N, el Ford Fiesta ST, el Volkswagen Polo GTI o nuestro protagonista de hoy, el Abarth 595, un pequeño deportivo que a pesar de posicionarse un pasito por detrás en cuanto a potencia, se trata de una de las opciones más interesantes a valorar de todos ellos, y en esta prueba te explicaremos por qué.

En primer lugar, comenzando con el apartado de diseño de este deportivo en miniatura, cabe destacar que a pesar de mantener un diseño prácticamente idéntico al del Abarth 500 que aterrizó en nuestro mercado en 2008, sigue despertando las miradas de muchos cuando circulamos por las calles, sobre todo si equipamos el paquete Competizione con el que contaba nuestra unidad de pruebas y optamos por la versión descapotable del modelo.

Vestido con el color Blanco Gara, el frontal del Abarth 595 luce un deportivo paragolpes con generosas entradas de refrigeración en su parte inferior, unos bonitos faros antiniebla, la clásica disposición de cuatro grupos ópticos encargados de la iluminación y un capó de formas redondeadas pero bastante deportivo gracias al nervio central que le confiere ese toque distintivo.

Discreto pero muy cañero

Si giramos 90 grados, las llantas de aleación en 17 pulgadas Montecarlo en color gris plomo, son nuestra parte favorita de su vista lateral, sobre todo si las combinamos con los tapabujes del escorpión en color rojo y con las pinzas también en rojo del sistema de frenos Brembo.

Desde su zaga, es dónde queda claro que estamos ante la versión descapotable del modelo, ya que recordemos que este techo eléctrico puede ser plegado no sólo en su zona del techo, sino también hasta la zona donde comienza su portón del maletero. Además, si bajamos la vista un poco más abajo, nos encontraremos con un deportivo difusor en color negro dónde se encuentran las cuatro colas de su escape Record Monza, el encargado de emitir el deportivo rugido de su motor y el causante de sacar nuestro lado más macarra cuando entramos en un túnel o en un parking.

Lo mejor y lo peor de su interior

De puertas para dentro, nuestro Abarth 595C Competizione montaba los espectaculares asientos backet firmados por Sabelt, unos asientos que además de contar con un diseño espectacular con su parte posterior en fibra de carbono, ofrecían un agarre lateral perfecto siempre y cuando tengamos una complexión delgada, ya que resultan bastante estrechos. En lo que respecta a comodidad, hay que reconocer que no es el punto fuerte del Abarth, ya que el tarado de su suspensión combinado con los Sabelt, nos permitirá sentir en nuestra espalda cualquier desperfecto de la calzada.

Respecto a su posición de conducción, aunque los backets permiten rebajar ligeramente la altura, nos encontraremos con una postura bastante recta y algo extraña cuando nos subimos por primera vez. Sin embargo, la perfecta disposición de sus pedales, la cercanía de su palanca de cambios de aluminio al volante y el cuadro de instrumentación digital junto al reloj de la presión del turbo, nos hace olvidarnos de esa postura y centrarnos únicamente en disfrutar al volante de este pequeño deportivo tan especial.

Acompañando al mencionado cuadro de instrumentación digital, el Abarth 595 también cuenta con una pantalla táctil para el sistema de infoentretenimiento de siete pulgadas con compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, un gran punto a favor para el pequeño Abarth que nos permitirá utilizar Waze o Maps como navegador con total comodidad, acceder a nuestro Spotify desde la pantalla del vehículo o poder contestar mensajes o efectuar llamadas desde los comandos de voz de Google sin apartar la vista de la carretera.

¿Es práctico?

Dejando a un lado la habitabilidad y comodidad en sus plazas delanteras, el Abarth permite hasta cuatro ocupantes en su interior pero, ¿son suficiente sus plazas traseras? La respuesta a esa pregunta es sí aunque con matices, ya que nos permiten sacarnos de un apuro si tenemos que llevar a alguien detrás, aunque no es un coche que haya sido pensado para ello.

Dónde si existe una clara desventaja respecto a sus competidores, es en su maletero, ya que la pequeña boca de carga que tenemos en la versión descapotable y sus 185 litros de cubicaje, son bastante escasos si lo comparamos con las cifras de sus rivales más directos, aunque sí que debemos tener en cuenta que sus rivales tienen alrededor de 200 y 300 milímetros extra de longitud, lo que para el italiano también es una ventaja de cara a entrar en plazas de aparcamiento más pequeñas, en las que notaremos su radio de giro bastante reducido.

Bajo el capó, el Abarth 595C Competizione monta el motor de cuatro cilindros 1.4 T-JET 16V turboalimentado e inyección indirecta, que desarrolla una potencia máxima de 180 CV y 230 Nm de par motor a 3.000 rpm, asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades con un tacto muy bueno aunque con unos recorridos más largos de lo que nos gustaría y a un sistema de tracción delantera que daba todo de sí a la hora de exigir al máximo al Abarth.

180 CV que dan para mucho

Una vez nos pusimos en marcha, pese a que los 180 CV de su motor no suenen a mucho, su exquisita puesta a punto hace que estemos deseando que llegue el fin de semana para irnos a nuestro tramo de curvas favorito a disfrutar del rugido de sus escapes Record Monza (un opcional indispensable) y de la libertad de poder abrir el techo y sentir el sol pegándonos directamente, una combinación infalible.

Sus 1.145 kg de peso hacen que no pueda presumir de ser el más ligero de su categoría, sin embargo, si se siente muy ágil en zonas de carretera ratoneras, con un aplomo soprendente que nos permite llevar el coche allá donde queramos, un subviraje prácticamente inapreciable y un eje trasero al que podemos buscarle las cosquillas levantando el pie del acelerador o mediante su potente equipo de frenos Brembo con discos perforados, una de las partes que más nos sorprendieron de este juguete por no desfallecer en ningún momento.

El Abarth 595 cuenta con un diferencial de deslizamiento limitado que es la clave de su ágil comportamiento en curvas y de repartir el par entre las ruedas motrices para meternos a la curva como si fuéramos sobre vías, algo de lo que también pueden presumir otros modelos como el Ford Puma ST que probamos hace unos meses y que nos hacen darnos cuenta de que no es necesario tener un coche de propulsión para sacarnos una buena sonrisa de oreja a oreja.

Pasando a su apartado de consumos, el Abarth 595C Competizione termino la semana con un consumo mixto de 8,4 L/100km en los más de 850 kilómetros de prueba que pudimos realizar. Durante esa semana hicimos un uso bastante variado, circulando tanto por ciudad, como por autopista y carreteras de montaña. Sin embargo, si llevamos a cabo un uso más tranquilo y más cuidado, podremos bajar esa cifra en 1 litro con total facilidad, algo que en un coche 100% de disfrute como es este, no está nada mal.

Precio y conclusiones

El precio del Abarth 595C Competizione arranca actualmente en 29.066 euros con los descuentos incluidos por la propia marca hasta el 1 de abril. Un precio que indudablemente es alto, pero que no será un impedimento para aquel que quiera este coche, ya que objetivamente no es el mejor en nada específico, sin embargo, su marcado carácter y su personalidad lo hacen un coche único del que te enamoraras cuando lo conduzcas.

Su suspensión seca y asientos Sabelt no son cómodos para viajes ni para diario, su maletero no admite mucho equipaje para irnos de viaje, sus consumos no son los mejores y su interior no es el más lujoso pero, si estas variables no suponen un impedimento para ti y buscas un deportivo con el que pasártelo en grande y que se diferencie de los demás, el Abarth 595C Competizione es tu coche.