Prueba Opel Mokka Hybrid: por tan solo 2.000€ más que la versión gasolina, ofrece mejor confort, etiqueta ECO y un diseño increíble
Óscar Sanz
9 octubre 2024
4 min.
Con su distintiva parrilla Opel Vizor y la tecnología híbrida ligera, el Opel Mokka Hybrid es más que un simple SUV compacto, tiene la etiqueta ECO de la DGT, una caja automática de seis velocidades y un sorprendente consumo de solo 6 litros a los 100 km
Hoy hemos tenido la oportunidad de probar uno de los SUV más llamativos del mercado, el Opel Mokka Hybrid, un modelo que amplía su gama con una versión de hibridación ligera (MHEV). Este crossover, que ya contaba con opciones de gasolina y eléctrica, ahora se suma a la tendencia híbrida ligera, consiguiendo la codiciada etiqueta ECO de la DGT, lo que lo convierte en una opción muy interesante para quienes buscan eficiencia sin renunciar al rendimiento.
Un motor híbrido que sorprende
El nuevo Opel Mokka Hybrid se configura con un motor de gasolina 1.2 turbo de tres cilindros, que junto al sistema de hibridación ligera, desarrolla 136 CV y un par máximo de 230 Nm. Todo esto gestionado por una caja automática de doble embrague de seis velocidades (eDCS6) que contribuye a un consumo sorprendentemente bajo. Durante nuestra prueba, nos ha sorprendido su capacidad de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,1 segundos, con una velocidad máxima de 202 km/h, cifras destacables para un SUV de su tamaño.
En cuanto a la eficiencia, hemos registrado consumos de alrededor de 6 litros cada 100 kilómetros, una cifra que mejora en condiciones urbanas gracias a la intervención del motor eléctrico. Si bien Opel asegura que el sistema permite que el Mokka funcione en modo eléctrico hasta en un 60% del tiempo, en nuestra experiencia no alcanzamos ese porcentaje, pero sí notamos cómo el motor eléctrico se activaba frecuentemente en ciudad y a bajas velocidades, lo que se traduce en una conducción más eficiente.
El crossover con el diseño más llamativo
El Opel Mokka siempre ha destacado por su diseño rompedor, y esta versión híbrida no es la excepción. El Opel Vizor, esa parrilla oscurecida que alberga el logo de la marca, sigue siendo uno de sus elementos más característicos. Además, los faros alargados y alineados con la parrilla en forma de ala aportan una imagen agresiva y futurista.
El diseño se complementa con llantas de aleación de 17 pulgadas (o 18 pulgadas en opción), disponibles en acabados bitono, lo que añade un toque personalizable al vehículo. La parte trasera también es llamativa, con unos pilotos en forma de ala que recuerdan a otros modelos icónicos de Opel, como el Astra. Sin embargo, cabe destacar que el maletero, con sus 310 litros de capacidad ampliables a 1.060 litros, se queda un poco corto frente a competidores como el Nissan Juke o el Renault Captur.
Tecnología y confort
En el interior, encontramos una mezcla de funcionalidad y tecnología, aunque con algunas limitaciones en términos de espacio, sobre todo en las plazas traseras. El salpicadero cuenta con dos pantallas de 7 pulgadas (una para la instrumentación y otra para el sistema multimedia), que si bien cumplen con su función, pueden parecer algo pequeñas para los estándares actuales, especialmente si lo comparamos con las versiones más equipadas, que ofrecen pantallas de mayor tamaño.
El acabado GS, que probamos, añade detalles exclusivos como asientos deportivos, climatizador automático y un sistema de iluminación ambiental que realza la atmósfera del habitáculo. Además, el sistema de infoentretenimiento es fácil de usar, aunque algunos usuarios podrían echar en falta una pantalla más grande y con mejor resolución.
Agilidad con un toque deportivo
Una de las sorpresas más agradables del Opel Mokka Hybrid es su comodidad en la conducción. A pesar de su orientación urbana, el Mokka se siente firme y seguro en carretera, con una suspensión que filtra bien las irregularidades y una dirección precisa, aunque ligeramente sobreasistida, incluso en el modo Sport. No es un coche que busque ofrecer una experiencia deportiva pura, pero sí logra una conducción agradable y ágil, sobre todo en carreteras con curvas, donde el aporte del motor eléctrico se hace notar, ofreciendo un empuje adicional desde bajas revoluciones.
Además, el cambio automático de doble embrague encaja a la perfección con el sistema de hibridación, ofreciendo transiciones suaves entre marchas. Las levas en el volante permiten un control más dinámico en conducción manual, aunque es probable que la mayoría de los usuarios prefieran dejar el cambio en modo automático, donde brilla por su suavidad.
¿Merece la pena el Opel Mokka Hybrid?
La respuesta es si, el Opel Mokka Hybrid se presenta como una opción muy interesante dentro del segmento de los SUV híbridos ligeros. Su diseño atractivo, su buena combinación de eficiencia y rendimiento, y el plus de la etiqueta ECO lo convierten en un candidato ideal para aquellos que buscan un coche práctico para el día a día, pero sin renunciar a ciertas prestaciones.
Aunque su maletero y espacio interior podrían mejorar, su bajo consumo, la calidad de su caja de cambios automática y la capacidad de moverse en modo eléctrico en situaciones urbanas son grandes puntos a favor. Por una diferencia de unos 2.400 euros respecto a la versión de gasolina sin hibridación, ofrece un conjunto mucho más equilibrado y eficiente.