5 profesiones que nunca hubieras imaginado en la producción de un automóvil
Durante el proceso de fabricación de un vehículo, interviene la labor de escultores, sommelier y costureros que se combinan con la robótica y la alta tecnología
La fabricación de un coche suele asociarse a profesiones como diseñador, ingeniero o trabajador de línea de producción. Sin embargo, en el desarrollo de un vehículo también intervienen otros empleos que requieren altas dosis de artesanía, creatividad y precisión. Estos trabajos se salen de lo común, de hecho, nadie nos hubiéramos imaginado que alguien pudiese dedicarse a alguno de los siguientes oficios.
1. El primer conductor
Se dedica a estudiar el rendimiento de los vehículos justo al salir de la línea de montaje. Por ejemplo, los conductores de la fábrica de SEAT en Martorell recorren hasta 2 millones de kilómetros al año para poner a prueba todos los coches. En un circuito con 6 tipos de pavimento diferentes, realizan varios test a diferentes velocidades por adoquines o desniveles; con esto se aseguran que no se produzcan ruidos molestos.
2. Escultor de arcilla
Crea artesanalmente coches de arcilla a tamaño real que llegan a duplicar el peso de cualquier vehículo y permiten apreciar las formas del coche antes de que adquieran su forma definitiva. Para ello, necesita 2.500 kilos de barro y hasta 10.000 horas de trabajo con la espátula para elaborar los llamados clay models («modelos de arcilla»).
3. Costurero de coches
Cose a mano los patrones de la tapicería del vehículo, pensando en la mejor combinación de colores y materiales para que encaje con la personalidad de cada modelo. Este experto modista necesita más de 30 metros de costura para tapizar un coche entero. Para realizar sus tareas tiene que trabajar a dos años vista.
4. Probador de asientos
Su profesión consiste en idear el asiento y el reposacabezas perfectos. Comprueba el abatimiento de cada asiento hasta 20.000 veces. Además, debe encontrar la espuma, el tejido, o el cosido más adecuados.
5. Sommeliers del automóvil
Su objetivo es conseguir el famoso «olor a coche nuevo». El equipo de químicos realiza más de 400 test olfativos al año, exponiendo el coche a temperaturas de hasta 60ºC.
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