La producción de los Dodge Charger y Challenger Hellcat, paralizadas por una demanda sin precedentes

En FCA aún no se lo creen. Dodge, una de las marcas que hasta hace bien poco estaba al borde de la desaparición, vive ahora un momento dulce con sus nuevos modelos.

Si bien la nueva generación del Viper aún no ha cuajado entre el público como se esperaba, las versiones Hellcat de los Charger y Challenger dominan el cotarro con mano de hierro.

Recordemos que los Hellcat son las versiones más bestias y potentes de la gama. Concretamente, tanto el Charger (berlina) como el Challenger (muscle car) comparten tren motriz, un motor 6.2 V8 sobrealimentado mediante un compresor que ofrece ni más ni menos que 707 CV y 880 NM, unas cifras monumentales que los convierten en superdeportivos con prestaciones a la altura de los mejores coches del mundo, estamos hablando de coches que alcanzan los 330 km/h con unas cifras de aceleración de auténtico infarto.

Tal ha sido la buena acogida que han tenido estos modelos que la marca ha anunciado que deja de recoger pedidos de estos dos modelos durante un tiempo limitado -pero indefinido- con el fin de organizar un poco sus entregas y sus plazos. La demanda ha sobrepasado completamente las expectativas de Dodge de forma que sólo en los primeros cinco días de comercialización se recibieron más de 4.500 pedidos, una cifra que la marca barajaba como posible a lo largo de un año completo.

Además de las asombrosas cifras prestacionales de estos modelos, otro de los factores que han influido en este éxito rotundo ha sido el precio de venta de ambos modelos. El Challenger SRT Hellcat tiene un precio recomendado en EEUU de 59.995$, lo que le proporciona un ratio precio/prestaciones realmente imbatible.

Ambas versiones se lanzaron en noviembre de 2014, y desde entonces no han parado de recibir halagos tanto de crítica y público, lo que nos hace pensar que aún queda un huequecito para estas creaciones irracionales y locas.

Vía | autoblog.com