Renault Scénic Coches Eléctricos Pruebas SUV
Probamos el nuevo Renault Scenic E-Tech: evolución y revolución
La nueva edición del Scénic se transforma en un nuevo formato SUV familiar que, impulsado exclusivamente por energía eléctrica, contará con potencias de 170 o 220 CV, baterías de 60 y 87 kWh, y una autonomía máxima de hasta 625 km
Sólo mantiene el nombre del modelo antecesor, ya que los 27 años de éxito en el mercado pesan mucho en la nomenclatura de la marca. Un modelo pionero en la categoría, con cuatro generaciones orientadas a la familia, dotadas de multitud de elementos prácticos, gran variedad de motorizaciones e, incluso, con sistemas de tracción a las cuatro ruedas.
Ahora que los tiempos han cambiado, los SUV se han convertido en moda y la propulsión eléctrica casi en obligación, Renault ha decidido revolucionar por completo su modelo familiar compacto transformándolo en un SUV familiar de tamaño medio. Es curioso su posicionamiento, pues tiene varios modelos inscritos en el mismo segmento y con una vocación muy parecida: Arkana, Austral, Scénic y muy pronto, también el Rafale.
La marca anuncia que el 24% de los materiales empleados pata la producción del Scenic son reciclados (79% en materiales textiles para asientos y revestimientos; 80% en el salpicadero y 51% de los materiales empleados en la fabricación del volante). Más del 90% de los materiales totales empleados en el vehículo serán reciclables al final de su vida útil, incluyendo también la batería.
Comparte algunos elementos con el Megane E-Tech, pero se trata de un modelo bastante más grande, ya que cuenta con 27 cm más de longitud, 10 cm más de anchura y 6 cm más de altura, con una batalla 10 cm superior. Es decir, mide 4,47 metros de longitud, 1,86 de anchura y 1,57 de altura, con una distancia entre ejes de 2.785 mm, unas dimensiones más cercanas a las del Scénic de anterior generación. Sigue teniendo muchos aspectos prácticos, como un maletero de 545 litros (incluyendo el hueco inferior) ampliable hasta 1.670 litros, respaldos traseros abatibles por secciones 40:20:40, reposabrazos trasero escamoteable con soportes para móviles o tablet con tomas de corriente USB, suelo plano, 15 litros de capacidad bajo el piso del maletero y una capacidad de remolque de hasta 1.100 kg. Como en anteriores ediciones del modelo, dispone de tracción delantera con sistema de suspensión independiente, que ahora se ve reforzado con un bajo centro de gravedad y un peso de 1.730 kg en las versiones de batería pequeña, y de 1.850 kg en la grande.
Dos versiones de motor y batería
Contará con dos versiones diferentes en función de capacidad de batería y potencia del motor, una de 60 kWh y 170 CV, con autonomía de 425 km, y otra con 87 kWh y 218 CV de potencia, capaz de prometer una autonomía en ciclo WLTP de 625 km (370 km en el caso de circular por autopista a una velocidad sostenida de 130 km/h, que es la permitida en Francia). Las prestaciones oficiales son muy razonables para este tipo de vehículo familiar, con una aceleración de 0-100 km/h de 9,3 s en la variante de 170 CV y de 8,4 segundos en la de 220 CV, mientras que las velocidades máximas han sido limitadas a 150 y 170 km/h, respectivamente.
A falta de confirmar las versiones y acabados disponibles para el mercado español, en principio está prevista la comercialización de los acabados Evolution y Techno, en motorizaciones de 170 y 220 CV con baterías de 60 y 87 kWh; Esprit Alpine, en versión de 220 CV y batería de 87 kWh, con llantas de 20 pulgadas, al igual que el Iconic, que también se reserva el motor de 220 CV, la batería grande, llantas de 20 pulgadas, equipo de sonido Harman Kardon, etc. En todos los casos se incluye de serie el sistema de bomba de calor para el sistema de climatización y preacondicionamiento de la temperatura de batería para facilitar la recarga.
La gama de precios arrancará en el entorno de los 40.000 euros para la versión de 60 kWh y motor de 170 CV, mientras que las versiones de batería grande (12 módulos y 192 celdas), long range, podrían tener un sobrecoste de unos 5.000 euros.
Renault asegura haber logrado unas cifras de consumo muy eficientes en ambos casos, con un consumo de 16,3 kWh/100 km en el modelo menos potente y de 16,8 kWh/100 km en la versión de 220 CV. Por su parte, las potencias de carga son de 7 kW a 230 v en corriente alterna monofásica o 22 kW en trifásica (estándar para algunos países y en opción para otros), mientras que la carga máxima en corriente continua es de 130 kW para la versión de batería pequeña y de 150 kW de potencia pico, durante un par de minutos (2% de la recarga), para la grande, con lo que la potencia media de carga sería de unos 110 kW.
También promete la marca haber reducido sustancialmente los tiempos de carga, ya que el sistema de preacondicionamiento de la batería actúa de forma automática cuando se utiliza el sistema de navegación del coche en viajes. Anuncia unos tiempos de recarga en AC a 7 kW de 0-100% en 13 horas; a 22 kW de 0-100% en 5 horas, y del 15-80% a 150 kW DC en 30 minutos, lo que daría para recuperar unas 2 horas de conducción en autopista (aproximadamente unos 50 kWh de recarga).
Interior familiar
No solo porque nos recuerda mucho al Megane de última generación, también tiene elementos que hemos conocido en otros modelos de la marca. Recurre el práctico sistema de selector de marchas en la columna de la dirección, cuadro de instrumentos digital de 12,5 pulgadas y pantalla de infoentretenimiento vertical de 12 pulgadas. Incluye sistema operativo Android con Google para mapas y asistente de voz con más de 70 comandos reconocidos, 5 modos de ambiente de sonido diseñados por Jean-Michel Jarre, 3 modos acústicos para avisar a los peatones, asientos eléctricos con masaje relax en las versiones con reglaje eléctrico e incluso un techo solar con sistema de oscurecimiento mediante cristal líquido, que permite oscurecer parcial o totalmente la superficie –de forma eléctrica- y que no tiene impacto en el peso total del conjunto.
También puede contar con un espejo retrovisor interior con cámara trasera para facilitar la visión posterior cuando todas las plazas se encuentran ocupadas. Puede disponer de hasta 30 sistemas de ayudas a la conducción y sistemas de seguridad, incluyendo los apartados de asistencia y prevención, protección y rescate. Así, el nuevo modelo dispone de un equipo Safety coach, que permite mejorar la conducción segura en base a diferentes parámetros, una toma específica de agua para bomberos en la propia batería, un interruptor SD para aislar la corriente de la batería con el vehículo y un código Q de rescate para conocer la situación de las líneas de alta tensión entre la batería y los diferentes dispositivos del vehículo.
Resulta interesante el sistema de regeneración del motor con levas en el volante y tres niveles de utilización, que resulta muy práctico para reducir velocidad y generar energía en deceleraciones. Se pueden seleccionar cuatro diferentes modos de conducción Multi-Sense: Confort, Sport, Eco y Perso, que varían diferentes parámetros de respuesta de motor, dirección y climatización, en función de las necesidades de cada momento.
Nos ha parecido especialmente útil el sistema de cálculo de autonomía en autopista, que tiene en cuenta el alto consumo de energía y bajo nivel de regeneración que se produce al circular en estas condiciones, pues en general, es uno de los aspectos más criticados de los modelos eléctricos, que anuncian unas autonomías un 30% superiores a las que se logran cuando se circula a velocidad sostenida en autopista.
Gracias a la disposición de mandos e instrumentos, el puesto de conducción resulta muy cómodo y espacioso, pues apenas hay elementos que interfieran para la conducción. Destaca la incorporación de un volante muy cuadrado –como ya vimos en Megane-, con 2,3 vueltas de volante entre topes.
El espacio en la segunda fila es amplio, especialmente en lo referente a las piernas, aunque también es notable en altura y anchura. Cuenta con salida de aire posterior para los ocupantes, respaldos abatibles y una capacidad de maletero razonable, si bien la anchura de la boca de carga es algo limitada.
Muy agradable de conducir
No hay eléctrico malo; al menos en suavidad, entrega de potencia, ausencia de ruido y vibraciones. En el caso del Scénic se han mejorado algunos aspectos que criticamos en su momento en el Megane, como la entrega de potencia, la falta de adherencia en mojado ante fuertes aceleraciones o el comportamiento de los pedales de acelerador y freno.
Sólo hemos tenido la oportunidad de conducir la versión de 87 kWh con motor de 220 CV. En este caso, la suavidad es una de sus virtudes, no proporciona unas aceleraciones de infarto, como algunos modelos alimentados por energía eléctrica, pero ofrece suficiente nivel de prestaciones para un modelo cuyo cometido es principalmente familiar. Ofrece una respuesta instantánea en cualquiera de los modos de conducción, pero sin reacciones bruscas.
En materia de suspensiones ofrece un comportamiento equilibrado, no es especialmente blanda, pero tampoco se muestra incómoda, al menos circulando descargado. Es cierto que cuenta con unos neumáticos de gran diámetro y sección (235/45 R20), que favorecen la rodadura y limitan las pérdidas de adherencia en aceleración, aunque su bajo perfil hace que se sientan más las imperfecciones del asfalto.
Mediante los modos Multisense se pueden realizar diferentes combinaciones para personalizar la conducción, más llamativa en el caso del modo Eco, que limita la respuesta del motor para reducir el consumo de energía y mejorar la autonomía. Además, los niveles de recuperación en tres diferentes niveles, ajustables mediante las levas en el volante, favorecen una conducción dinámica y eficiente, casi sin necesidad de pisar el freno.
El coche se siente agradable y ligero en todo momento, y es que realmente lo es, porque un peso de 1.850 kg para un modelo eléctrico de este tamaño y con batería de 87 kWh es un peso bastante contenido.
Respecto a los consumos, circulando a ritmos vivos, logramos bajar ligeramente de los 20 kWh/100 km, que es una cifra razonable para circular en estas características de recorrido y temperatura, aunque algo distanciadas de los 16,8 kWh que homologa esta versión. No obstante, si se mantuvieran esas condiciones de circulación, podríamos superar con holgura los 430 km reales. No obstante, ya tendremos ocasión de hacer unas pruebas más concluyentes en breve para comprobar el consumo en condiciones de circulación más estables.
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