Huracan Lamborghini Urus Deportivos Pruebas SUV
Probamos los Lamborghini Huracán Evo y Urus: tanto monta…
Conducir un Lamborghini ya de por sí es una experiencia única. Pero probar el mismo día un Huracán Evo y un Urus… ¡Mejor os lo cuento más despacio!
No todos los días se despierta uno con una cita así en la agenda: “Lamborghini Days”. Primero, eso sí, hay que pasar por una corta charla sobre la situación actual de la marca y sus planes de futuro… que se hace eterna con los ejemplares que esperan impacientes para ser “toreados”. Pero estamos aquí para eso, y antes de conducir, desde Lamborghini tienen algunas cosas que compartir y que contar.
La primera, que la marca va como un tiro. Tanto que la previsión para este año 2021 es cerrar el ejercicio con un nuevo récord de ventas, al superar las 8.205 unidades que se comercializaron en 2019. Gran parte del éxito se debe a la llegada a la gama del Urus en 2018, que llevó a Lamborghini a ampliar sus instalaciones en Sant’agata Bolognese hasta ocupar una extensión de 160.000 metros cuadrados, duplicando la superficie respecto a 2015.
En la actualidad, Lamborghini tiene presencia en 51 países, con el 38% de las ventas en la región EMEA (Europa, Oriente Médio y África), el 35 en el mercado americano y el 27% en Asia-Pacífico. La marca cuenta en España con dos concesionarios con su correspondiente exposición y taller: uno en Madrid y otro en Barcelona.
El futuro de Lamborghini también es electrificado
La marca italiana también ha anunciado recientemente que va a invertir 1.500 millones de euros para reducir en un 50% las emisiones de su flota de vehículos. Y esto pasa, inexcusablemente, por la electrificación. En 2023 se pondrá fin a la producción del actual motor V12 de combustión, para lanzar nuevos sistemas de propulsión híbridos enchufables. A partir de 2024 no se comercializará ningún Lamborghini que no esté electrificado.
Ese año es también el que se ha marcado en el calendario como el que Lamborghini contará en su gama con un deportivo de propulsión cien por cien eléctrica. Según la marca, será un coche que establecerá nuevos estándares en su categoría. Mientras tanto, Lamborghini sigue viento en popa. La serie limitada de 600 unidades del Lamborghini Aventador Ultimae está toda vendida. Las 112 unidades del Lamborghini Countach que se van a fabricar (con un precio de más de 2 millones de euros sin impuestos) tienen todas nombre y apellidos antes incluso de su presentación.
Y tanto el Huracán como el Urus mantienen la demanda prevista. No nos hacía falta conducirlos para entender por qué, pero ya que nos lo proponían, no podíamos decir que no…
Lamborghini Urus
Lo confieso, antes de subirme al Lamborghini Urus no podía dejar de pensar en si estaría justificado pagar casi 90.000 euros más (su precio ronda los 250.000 euros) por el SUV de Lamborghini respecto a su “primo hermano”, el Audi RS Q8. Debe de ser una cuestión de “deformación profesional”, porque ni me voy a comprar un Urus -ya me gustaría-, ni tampoco creo que mi opinión al respecto la vaya a leer aquí alguien que pueda tener en mente adquirir uno.
Pero los aficionados al mundo del motor tienen que saberlo: el Urus ofrece todo lo que esperas de un Lamborghini, y mucho más de lo que cualquiera podría imaginar de un SUV. De los coches con este tipo de carrocería que he podido probar, sin lugar a dudas hay dos marcas que han demostrado que son capaces de hacer milagros con un tipo de coche que, sobre el papel, es la antítesis de lo que debe ser un deportivo. Una es Porsche con el Macan; la otra, Lamborghini y este Urus. Cuando lo pruebe (ya queda menos) probablemente añada Audi y su RS Q8. Porque ningún Audi con las siglas RS defrauda en este sentido, y menos lo hará el “Urus” de la marca de los cuatro aros.
Motor V8 de 650 CV, tracción y dirección a las cuatro ruedas
Su motor es el V8 biturbo, capaz de generar 650 CV de potencia máxima. Cuando se conduce de forma eficiente es capaz de desconectar una fila de cilindros para mejorar el consumo; pero aun así, no esperes cifras de menos de dos cifras. En cualquier caso, no es algo que vaya a preocupar al propietario de un coche como este.
Sí lo serán sus prestaciones: de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos, menos de 13 segundos para acelerar desde parado hasta los 200 km/h y una punta de 305 km/h. Vale, seguro que estás pensando que un Tesla Model X acelera incluso más rápido. Pero te aseguro que no es lo mismo, y no es solo una cuestión de ruido, sino de sensaciones. La deportividad no se mide solo por lo rápido que es capaz de acelerar un coche en línea recta, y este es un claro ejemplo.
El recorrido no dio para mucho, pero sí pude conducir el Urus los suficientes kilómetros por autopista y carreteras de curvas como para quedar asombrado por algo que no me esperaba. Porque de un “Lambo” esperas carácter, un comportamiento dinámico extremo y radical. Y el Urus, como buen «Lambo», puede llegar a ser salvaje… pero también es un coche perfectamente utilizable en el día a día. No solo por su maletero, con más de 600 litros de capacidad, o por su habitáculo con hasta cinco plazas. También por confort general: suspensión, ruido, tacto de los mandos…
Y además, es muy fácil de llevar rápido… si la carretera tiene anchura suficiente. Como en el RS Q8, un diferencial autoblocante Torsen central reparte la fuerza del motor en una proporción claramente favorable al eje trasero: 40/60. Y en el eje trasero, un sistema torque vectoring ayuda a que el comportamiento sea todavía más deportivo. La dirección a las cuatro ruedas y la suspensión neumática ayudan a que la faena con este “toro” no requiera pasar por el tercio de banderillas.
Cuando te pones a enlazar curvas y eliges el modo más deportivo en el selector de programas de conducción, sencillamente puedes olvidarte de que llevas un coche de más de 2,2 toneladas con el centro de gravedad muy alto, y centrarte en disfrutar de un SUV único. Nunca falta potencia, ni cuando tratas de alcanzar la siguiente curva lo más rápido posible… ni cuando toca para al «bicho». Tampoco tienes que preocuparte mucho en dosificar el pie derecho, porque la tracción total y los neumáticos protestan, pero hacen su trabajo. El cambio es rapidísimo, al igual que la dirección. Y la carrocería no se inclina ni aunque te empeñes. Casi seguro que a muchos de sus propietarios les será suficiente con saber de lo que es capaz su coche, aunque nunca lleguen ni siquiera a atreverse a intentar explorar sus límites.
Galería de imágenes Lamborghini Urus
Lamborghini Huracán Evo
Toca lidiar con el segundo toro, que ya desde parado intenta intimidar con una mirada desafiante. Pocas veces un coche tiene un nombre tan bien puesto: Huracán. Ahora se llama Huracán EVO, desde que en 2019 recibiera una importante actualización. Se comercializa en dos versiones, una con tracción trasera y 610 CV, y otra con tracción a las cuatro ruedas y 640 CV, que es la que pude conducir. En los dos casos la potencia proviene de un motor V10 atmosférico de gasolina con 5,2 litros de cilindrada que seguramente te suene. ¿Una pista? Lee esta prueba del Audi R8 Spyder V10. El precio parte desde unos 216.000 euros para la versión de tracción trasera, y desde 250.00 euros en el caso del tracción total.
De nuevo aquí hay que hablar de prestaciones para ponernos en situación. Estamos ante un coche capaz de acelerar de 0 a 100 km/h casi en lo que se tarda en pulsar el botón de puesta en marcha del crono y volver a pulsar para pararlo: 2.9 segundos (el RWD tarda casi medio segundo más). Para pasar de 0 a 200 km/h necesita 9 segundos, una cifra que ya permite catalogar de rápido a un coche familiar que alcanza en el mismo tiempo la mitad de esa velocidad. La potencia llega en este caso a las cuatro ruedas a través de un diferencial de tipo Haldex, y en el eje trasero se añade un diferencial autoblocante.
Tras conducir el Urus, los primeros instantes causa una sensación extraña pasar de un coche tan alto a ir casi con el culo pegado al suelo… hasta que levantas la tapa hexagonal en la consola para pulsar el botón de puesta en marcha, al más puro estilo de un caza de combate, y das el primer acelerón. Entonces, te olvidas de todo lo demás y solo quieres llegar cuanto antes a tu carretera de curvas favorita.
Mientras tanto, aprovecho para familiarizarme con los mandos, aunque en realidad prácticamente todo lo que necesitas está en el volante. Incluso los intermitentes son por botón, en vez de la clásica palanca. La cámara de marcha atrás ayuda en las maniobras, y la función que levanta la suspensión para no rozar con los reductores de velocidad te hace la vida más fácil en los tramos urbanos, donde lo mejor es que no te fijes en la cara forma en la que la gente te mira cuando pasas a su lado con un coche como este.
Motor V10 atmosférico de 640 CV, tracción total y discos cerámicos
Si el V8 del Urus ya nos hizo pasar un buen rato, dejando por un momento de lado cualquier atisbo de electrificación, el V10 atmosférico es, sencillamente… un huracán. Y para que sientas toda su fuerza solo tienes que utilizar el botón situado en la parte inferior del volante, elegir los modos Sport o Corsa y «jugar» con las enormes levas fijas situadas tras el volante. Las utilizarás una y otra vez, aunque no haga falta, para sentir cómo el cambio sube marchas casi a ritmo de metralleta, mientras la instrumentación digital nos recuerda una y otra vez que el V10 es capaz de estirarse con un sonido maravilloso hasta bien pasadas las 8.000 vueltas.
¿Y qué pasa cuando llegan las curvas? Pues lo primero, que la descomunal potencia de los frenos cerámicos de esta versión, inagotables por mucho que te empeñes en lo contrario, te harán replantearte una y otra vez cuándo puedes dejar de acelerar. Lo segundo, que la dimensión de lo que puedes llamar «deportivo» es otra cuando hablas de un Urus y cuando se trata del Huracán, aunque en los dos casos estemos al volante deun Lamborghini. La física no falla, y aquí se trata de poco más de 1.400 kg (casi 800 kg menos que el Urus, ya sabes de qué va eso de la relación peso/potencia) y, lo que es tan importante o más: a ras del asfalto.
Luego está la dirección a las cuatro ruedas, que también ayuda lo suyo. Pero, sobre todo, un equilibrio magnífico por precisión, agilidad, rapidez de respuesta, reacciones… Eso sí, no le pierdas el respeto. El Huracán no es de esos supercoches que te «machacan» al conducirlos. Pero nunca se le puede perder el respeto a un toro bravo, por muy bien que pienses que se te está dando la faena.
Galería de imágenes Lamborghini Huracán
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