Audi Q8 e-tron Coches Eléctricos ECO Pruebas SUV
Probamos el Audi Q8 e-tron: el nuevo SUV eléctrico ahora con casi 600 km de autonomía
Ahora integrado en la gama Q8, el nuevo Audi Q8 e-tron elimina de un plumazo la principal pega que arrastraba el SUV eléctrico de lujo, al aumentar la autonomía hasta casi 600 km.
Recuerdo como si fuera ayer la presentación del Audi e-tron, el primer vehículo eléctrico de Audi, hace ahora cinco años y en la misma ciudad en la que hemos podido conducir su sustituto, el nuevo Audi Q8 e-tron. Apenas un par de años después también asistimos a la presentación de la versión con carrocería de estilo coupé, el Audi e-tron Sportback. Ahora, la gama eléctrica de Audi ya cuenta con otro SUV, el Audi Q4 e-tron, y con el Gran Turismo Audi e-tron GT, que también hemos conducido.
Y esto no ha hecho sino empezar: recuerda que a partir de 2026, esto es, a la vuelta de la esquina, Audi tiene previsto que todos los vehículos nuevos que lance al mercado sean de propulsión 100% eléctrica. Ya un año antes se anuncia una gama con más de 20 modelos eléctricos; eso sí, contando aquí como modelos diferentes las versiones Sportback y los RS. Lo siguiente que veremos será el Audi Q6 y la versión de producción del espectacular Audi A6 e-tron Avant concept. Pero no adelantemos acontecimientos, y centrémonos en el profundamente renovado Audi Q8 e-tron.
Para empezar, hay que decir que, a pesar de la nueva denominación, el Audi Q8 e-tron no tiene absolutamente nada que ver desde un punto de vista técnico con el Audi Q8, que se comercializa con motores gasolina y diésel y en versión Q8 TFSIe híbridoa enchufable. Audi ha decidido integrar el renovado SUV eléctrico dentro de la gama Q8 como parte de su estrategia comercial, aunque en realidad el Q8 e-tron no deja de ser un Audi e-tron con retoques en el diseño exterior, algunas modificaciones en el chasis para mejorar la experiencia de conducción y cambios en el sistema de propulsión para aumentar la autonomía.
Y nada de ganar unos pocos kilómetros mediante otra actualización de software. Ahora se trata de la incorporación de baterías de mayor capacidad, lo que permite hablar de autonomías WLTP de hasta 595 km. Esto es, sin duda, lo más importante, pues justo aquí es donde el Audi e-tron se había quedado un poco atrás para lo que ofrecen sus rivales… y para lo que hoy en día se le pide ya a un coche eléctrico, más aún en esta categoría. Recordemos que tras la última actualización de software a finales de 2021, se anunciaban hasta 446 km con una sola carga en el mejor de los casos.
Lo que cambia por fuera y por dentro
Los cambios realizados en el diseño, más que acercar el nuevo Q8 e-tron a la gama Q8, están enfocados a mejorar el coeficiente aerodinámico. Puede parecer una tontería, pero reducir el Cx hasta dos décimas en un coche como este, que ya estaba muy bien «afinado», no es nada fácil. Para pasar de un Cx de 0.28 a 0.27 en el SUV, y dejarlo en 0.24 -partiendo de 0.26- en el Sportback, Audi ha instalado unos pequeños alerones en los bajos de la carrocería que mejoran el flujo del aire cuando se encuentra con las ruedas, además de unas rejillas de accionamiento eléctrico detrás de la parrilla que cierran cuando no es necesario. También se han rediseñado las tomas que generan las «cortinas de aire» para que la corriente fluya mejor alrededor de las ruedas delanteras en su camino por el lateral del coche.
Entre las modificaciones en el diseño que sí se ven, apenas unas cuantas pinceladas sirven para refrescar la imagen del SUV eléctrico, en el que destaca la nueva parrilla y el logo de los cuatro aros bidimensional. También hay cinco colores nuevos de carrocería y nuevos diseños de llantas, que pueden ser de hasta 22 pulgadas. Opcionalmente, para aquellos que busquen un punto más de sofisticación Audi ofrece un sistema de iluminación indirecta para la parrilla Singleframe, que al mismo tiempo hace de conexión visual entre los faros delanteros.
Se mantienen en el listado de opciones los espejos retrovisores virtuales, que particularmente siguen sin convencerme del todo; y no solo por la posición de la pantalla en las puertas, que obliga a mirar a un lado y hacia abajo; para determinadas maniobras de aparcamiento siguen siendo más fáciles e intuitivos los espejos retrovisores convencionales.
De puertas hacia dentro los cambios son mínimos, por decir algo. Alguna novedad en las tapicerías, incluyendo nuevos paquetes de costuras de contraste, así como inserciones decorativas con un tejido técnico que encajan a la perfección con el ambiente «hi-tech» que se respira en el interior del Q8 e-tron. Porque el SUV eléctrico sigue plenamente al día en este apartado, con un puesto de conducción magnífico y muy digital, aunque con las tendencias actuales la pantalla del sistema multimedia de 10,1 pulgadas hoy en día puede hasta parecer pequeña. Nada de eso, y menos cuando detrás del volante contamos con la magnífica instrumentación digital Audi virtual cockpit con su pantalla de 12,3 pulgadas y múltiples posibilidades de configuración, en la que puedes visualizar incluso los mapas de navegación a pantalla completa. Pero sí es cierto que ahora las pantallas multimedia, además de ser más grandes, suelen colocarse en posición más elevada.
En cuanto a la tercera pantalla, en este caso de 8,6 pulgadas y destinada principalmente a controlar el climatizador, desde que Audi la utiliza vengo diciendo que prefiero los mandos de climatización convencionales, en vez de una pantalla táctil.
La gama Audi Q8 e-tron
Y entramos de lleno en el apartado en el que el Audi Q8 e-tron aporta más novedades: las nuevas baterías. Por hacerlo fácil: ahora la batería «pequeña» es equivalente a la que antes tenía mayor capacidad, con 95 kWh brutos (86 kWh útiles), y es la que lleva el Q8 e-tron 50. Para las versiones Q8 e-tron 55 y SQ8 e-tron, que llegará un poco más adelante, la batería alcanza los 114 kWh brutos (106 kWh útiles). No hay cambios en las potencias anunciadas, aunque en todas las versiones el motor trasero tiene cambios que permiten mejorar la eficiencia. La gama queda como sigue:
- Audi Q8 e-tron 50: 250 kW / 487 km de autonomía. Precio desde 84.610 euros
- Audi Q8 e-tron 55: 300 kW / 576 km de autonomía. Precio 94.610 euros
En el caso de las variantes con carrocería Sportback, que tienen un sobreprecio de 2.500 euros, las autonomías son de hasta 501 km para el e-tron 50, y de hasta 595 km en el e-tron 55, gracias a una aerodinámica más favorable. Los anteriores e-tron S se convierten ahora en los SQ8 e-tron y SQ8 e-tron Sportback, manteniendo la configuración con un motor en el eje delantero y dos motores para el eje trasero, con 370 kW y autonomías que pasan a ser de hasta 465 km para el SUV y hasta 483 km en el Sportback. Llegarán este mismo año.
Una primera lectura: quienes se hayan comprado recientemente un Audi e-tron, se van a tirar de los pelos. Porque si te compras un coche justo antes de que reciba un «restyling» puedes asumir que el modelo nuevo llegue con cambios de diseño o equipamiento, pero en el caso del Q8 e-tron los cambios son tan relevantes a nivel técnico, y más tratándose de un coche eléctrico, que el e-tron queda de golpe y porrazo muy desfasado. Cierto es que estos coches suelen adquirirse en modalidad de renting, con lo que es cuestión de esperar y renovarlo por lo que toque cuando finalice el contrato.
Audi Q8 e-tron – Galería de imágenes
Audi ofrece dos versiones de acabado, Advanced y S line, con un equipamiento muy completo. Como novedades en este apartado, ahora se pueden equipar los faros Matrix LED digitales que estrenó el Audi A8, con funciones como la luz de carril o luz de orientación en carreteras secundarias. Parecía difícil mejorar esta tecnología de iluminación matricial, pero lo hace, sobre todo, gracias a la posibilidad de proyectar indicaciones directamente sobre la calzada. Otra novedad llegará a lo largo del año: la función remote park assist plus, que permite aparcar de forma remota utilizando un smartphone.
Un SUV eléctrico con el que sí se puede viajar
Otra de las mejoras que Audi ha implementado en el nuevo Q8 e-tron, y que hacen del SUV eléctrico un coche con el que afrontar recorridos de larga duración con más garantías, tiene que ver con la recarga. Y es importante, porque al final, si lo que tenemos en cuenta son las autonomías reales y no las cifras homologadas WLTP, la realidad nos dice que independientemente de que elijas un Q8 e-tron con batería «pequeña» o con la de mayor capacidad, en un viaje te va a tocar parar al menos una vez para realizar una carga rápida.
La ventaja aquí es para los Q8 e-tron con la batería «gorda», que aumentan la potencia máxima de carga de 150 kW hasta los 170 kW. Traducido en tiempo de parada y kilómetros de autonomía recuperados, que es lo que interesa, hablamos de unos 10 minutos de carga de alta potencia para conseguir unos 120 km de autonomía, o de media hora para pasar del 10 al 80% de capacidad de la batería. Audi también recalca la importancia que tiene la curva de carga optimizada, lo que permite mantener potencias de recarga de más de 100 kW de forma casi continua hasta prácticamente alcanzar el 80% de carga de la batería. Una mejora que, según la marca, hace que no se eche en falta la tecnología de 800 voltios, que Audi ofrece en el e-tron GT, pero que no es posible con esta plataforma.
El cargador de serie permite recargar con corriente alterna a 11 kW, y opcionalmente de puede pedir un cargador de 22 kW, como anteriormente en el e-tron. Como novedad, ahora también se añade la funcionalidad Plug & Charge, que permite recargar cómodamente con identificación del coche y cobro automático -a la cuenta correspondiente asociada al nuevo servicio de recarga Audi charging service– en los puntos de carga compatibles con solo enchufar el cable.
Y nos vamos ya a nuestra toma de contacto, en la que hemos podido comprobar no solo que las medidas de eficiencia y las nuevas baterías dan mucho juego, sino que también los retoques efectuados en el chasis. En conjunto, todo ello hace que conducir el Q8 e-tron sea todavía más gratificante, con un mejor tacto al volante y, sobre todo, reduciendo el nivel de estrés que en los coches eléctricos genera ir pendientes de la autonomía restante.
Un recorrido muy virado, con constantes subidas y bajadas y en el que no faltó un tramo de autopista, nos confirmó que la ganancia real de autonomía es más que notable. Ahora puedes plantearte tiradas de 400 km sin preocuparte de conducir de forma especialmente eficiente, y disfrutar de unas prestaciones que siguen siendo magníficas incluso en la versión menos potente. Ha mejorado el tacto de los frenos, y se gana un punto en agilidad gracias a la dirección más directa y al nuevo ajuste de las suspensiones. También se nota más diferenciación en cómo responde el coche en función del programa de conducción elegido, sobre todo entre los modos «efficiency», «comfort» y «dynamic». Y la insonorización sigue siendo magnífica, con un confort acústico en el interior que convierte los viajes en una auténtica delicia.
Audi Q8 Sportback e-tron – Galería de imágenes
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