Probamos el Aston Martin DBX 707; el SUV más rápido y potente del mundo

Respecto al resto de DBX, este incluye mejoras en el motor, cambio, suspensión y frenos para soportar el incremento de potencia. Estrena la nueva caja de cambios de nueve velocidades y frenos de carbono con discos de 420 mm. Técnicamente es un sobresaliente en todo, incluso por la capacidad del maletero, que es de 638 litros y tiene una especie de bodega bajo el maletero que aporta 81 litros adicionales. No esta mal para llevar la bolsa de golf, que seguro que será la carga más habitual.

Motor V8 de 4 litros con dos turbocompresores de origen Mercedes

Los artesanos ingenieros de Aston Martin apostaron por desarrollar el motor V8 de 4 litros con dos turbocompresores que ya montaba el DBX y que es de origen Mercedes. Una base excelente. El motor es de aleación de aluminio con 32 válvulas y cuatro árboles de levas en cabeza y desarrolla la nada despreciable potencia de 707 CV a 4.500 rpm con un par motor de 900 Nm a 6.000 rpm, lo que viene a ser una potencia específica de 138 CV/l. Sencillamente brutal.

La aceleración de 0 a 100 km/h es de 3,3 segundos, el 0 a 160 km/h lo hace en 7,4 segundos y la velocidad máxima es de 310 km/h… Corre y también gasta, pero menos. El consumo medio es de 14,2 l/100 km, aunque exprimiendo el motor también llegamos a ver puntas superiores a los treinta litros para cada cien kilómetros. Lo normal con semejante desempeño. El DBX 707 dispone de cambio automático y secuencial de nueve velocidades con levas en el volante. Un cambio de altas prestaciones capaz de aguantar las puntas de más de 900 Nm que genera el V8 a pleno rendimiento. Una delicia que roza la perfección y que se comunica con las ruedas por medio de árbol de transmisión realizado de una sola pieza y de fibra de carbono que se apoya en su parte final en un diferencial electrónico trasero de deslizamiento controlado electrónicamente con cinco modos de control y tracción inteligentes, cuatro para carretera y uno para fuera de carretera, el modo Terrain.

La tracción es a las cuatro ruedas y la distribución del par motor entre ambos ejes es automática, pero en caso de necesidad llega a pasar hasta el 100 % del par al eje trasero, mientras que el excepcional diferencial electrónico trasero de deslizamiento limitado garantiza la capacidad de tracción y velocidad de giro necesaria de cada rueda para optimizar la capacidad de giro y las sensaciones más deportivas al volante.

Frenos de Fórmula 1, por eso es un Aston Martin

Los frenos son tan potentes que parecen tomados casi de la Fórmula 1, con discos de freno cerámicos reforzados con fibra de carbono con 420 mm de diámetro y con pinzas de aluminio de seis pistones. En el tren trasero son algo menos poderosos, son igualmente discos de freno cerámicos reforzados con fibra de carbono, pero de 390 mm de diámetro con pinzas de aluminio con pistones deslizantes y pastillas de freno de alto rendimiento. Además, los frenos cerámicos reforzados con fibra de carbono de serie reducen 40,5 kg el peso no suspendido, lo que ayuda y mucho a optimizar la dinámica. El resultado es fácil de imaginar. No conseguimos que bajara la potencia de frenada en un exigente recorrido, tan solo el tacto, que paso a ser un poco más esponjoso.

Los frenos se esconden detrás de esculturales llantas de 22 pulgadas con neumáticos que son genuinos rodillos de F1 con 285 mm en la banda de rodadura y de 325 mm con perfil 35 detrás. Vamos, que va sobre raíles. Y luego está el sistema de suspensión, que es ideal para combinar el máximo confort de marcha con las prestaciones más salvajes del momento. La triple cámara de aire consigue el “set up” idóneo en cada situación por medio del nuevo sistema de válvulas de amortiguación y recalibración de los muelles para mejorar el control de la carrocería. La suspensión es neumática inteligente con triple cámara controlada de forma permanente por un ordenador que determina la altura de conducción ideal, que es variable (puede elevarse hasta 45 mm o bajarse hasta 30 mm) en función del uso que se este haciendo del coche.

Y para colmo, como un buen todo terreno que es, ofrece unas cotas off road de referencia, con ángulo de ataque de 25,7° si la altura de conducción es la máxima. Un buen ángulo de salida para escapar de los obstáculos con 27,1° y un marcado ángulo ventral de hasta 18,8°. La altura de vadeo es de 500 mm, por si también nos atrevemos con los ríos…

Un club de élite

Por fuera es imponente, pero por dentro es un sueño. El Aston Martin DBX707 es un SUV único y justamente de eso se trata, hay otros de corte similar que se amontonan por las calles, pero este no lo verás fácilmente. Si estás en su interior, estás en la cúspide de los SUV exclusivos de alto rendimiento. Solo Ferrari, Lamborghini o Bentley compiten en este juego. Una batalla de altísimas prestaciones, casi diría desproporcionadas, y un estilo inconfundible junto al lujo más absoluto. Hay requisitos que cumplir sobre el papel, como ser el más rápido y potente del mercado, sin descuidar ser el mejor al volante, una experiencia de privilegio para el usuario con la mejor capacidad de control en cada maniobra.

Sobresaliente en todo para el DBX 707, que fue concebido para destacar de forma inigualable. En Aston Martin quedan atrás las cifras e incluso los datos siempre que se trate de garantizar matices fundamentales para sus coches, tales como tener o desarrollar una potencia y una velocidad difíciles de imitar, si es posible, nunca vistas hasta el momento. Pero siempre con el toque tecnológico al tiempo que artesanal que el selecto fabricante británico imprime en sus coches, especialmente a lo hora de valorar una precisión de guiado sencillamente excepcional, un estilo dinámico difícil de repetir y el decidido compromiso por conseguir una experiencia de conducción realmente adictiva. Todo ello hace de este coche algo muy especial.

Ordenadores, radares, sensores… a discreción

La electrónica más sofisticada tiene su momento de gloria en este Aston Martin cuando de experimentar las más altas prestaciones hablamos. Así, se incluyen notables mejoras en los modos de conducción dinámica, en especial con la función “Race Start”, disponible en los modos GT, Sport y Sport+, para maximizar la aceleración que proporcionan esos 707 salvajes caballos de potencia. La electrónica al poder, y con semejante coche la electrónica de información, seguridad y ADAS en general es descomunal. Desde el simple antibloqueo de frenos al sofisticado control electrónico de estabilidad y tracción asociado al más completo sistema de tracción total inteligente. Y todo ello sin olvidar el sistema de asistencia de frenada de emergencia, el control de estabilidad antivuelco, el sistema de ayuda al arranque en pendiente, el control de velocidad inteligente, el aviso de colisión frontal, el frenado de emergencia autónomo, el cambio involuntario de carril, etc.

Toda la tecnología de Aston Martin se asocia para arrasar… la caja de cambios, el sistema de tracción total, el sistema de lanzamiento y la precisión del control de tracción y estabilidad lo hacen posible como si de un impecable Fórmula 1 se tratara. Sus más de 310 km/h de velocidad punto lo dicen todo… Con el Aston Martin DBX707 se superan todos los límites para crear un coche que deja atrás los estándares de prestaciones siempre desde la mejor maniobrabilidad en su categoría. Solo así se puede estar en la cúspide de las prestaciones de los SUV.

Un poco de historia

El objetivo de Aston Martin es convertirse en la marca británica de ultra lujo más deseada del mundo, creando para ello los vehículos de altas prestaciones más exquisitamente adictivos. Y no van por mal camino… Aston Martin fue fundada en 1913 por Lionel Martin y Robert Bamford y es sinónimo de estilo, lujo y prestaciones. Actualmente cotiza en la Bolsa de Londres como Aston Martin Lagonda Global Holdings plc y para ellos la tecnología de última generación es parte de una larga tradición artesanal que ha dado lugar a bellísimos coches como el Vantage, el DB11, el DBS y el DBX que nos ocupa, y más aun con el superdeportivo Aston Martin Valkyrie que reinterpreta el concepto de automóvil por su audacia y singularidad.

La sede está en Gaydon, Inglaterra, allí se fabrican los vehículos deportivos, mientras que los SUV se fabrican en St. Athan (Gales). Aston es, por tanto, el lujo a la carta, y aún hay más; para los clientes que deseen hacer aún más exclusivos su coche la marca británica ha creado Q by Aston Martin, que no es otra cosa que el servicio de personalización de la marca. Allí, los artesanos de Aston Martin hacen lo que el cliente quiera, desde fibra de carbono o materiales personalizados a cualquier modificación tanto para el interior como para y el exterior, con los “Q by Aston Martin – Commission” el límite es la imaginación de cada uno.

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