Primer año con menos de 2.000 muertes en la carretera

El año 2009 se cierra con una buena noticia desde el punto de vista de los accidentes mortales. 1897 personas perdieron la vida en las carreteras españolas, una desgracia sobre la que tenemos que seguir trabajando en todos los aspectos y desde todos los frentes, pero que muestra el avance de la seguridad vial en las carreteras españolas: por primera vez desde 1964 menos de 2.000 personas víctimas de la carretera y con esta cifra se consigue, un año antes de lo marcado por la UE, reducir al 50% el número de muertos.

283 personas menos, un 13%, que el año 2008. También el número de accidentes mortales se ha reducido de 1928 a 1690. La mejora de la seguridad activa y pasiva de los coches tiene mucho que ver junto a las campañas de seguridad vial promovidas por el gobierno mal que nos pese a algunos: las carreteras distan mucho de ser las óptimas, pero poco a poco la población toma conciencia de la gravedad de la situación y es en los conductores donde más se nota la mejora.

Por no aburrir a los lectores con un baile de datos, valga resaltar algunos que muestran la mejora de la mentalidad del conductor español en la carretera (y el margen de mejora de que aún disponemos). En 2003 el 9% de los muertos no llevaban casco, el 39% (una auténtica barbaridad) no llevaban puesto el cinturón de seguridad y el 4,2% dieron positivo en alcoholemia. En 2009 esas cifras se redujeron al 3% sin casco, un 21% sin cinturón de seguridad (tan simple como abrocharnos el cinto: las muertes habrían bajado a menos de 1600 si todos llevásemos el cinto, delante y detrás) y a un bajo 1,8% por alcoholemia.

Las líneas de trabajo del gobierno seguirán por las mismas vías que hasta ahora: velocidad, alcohol y el cinturón de seguridad, de lejos la causa más importante y una de las más sencillas de prevenir. Desde los conductores la mala disposición de las carreteras, con baja señalización y con un asfalto deplorable en algunos puntos son cuestiones a reforzar, si bien desde luego la constante disminución (9 años seguidos descendiendo pese a los aumentos del número de coches y de conductores) es un motivo de alegría para todos.

Vía | ElMundo