El presidente de Seat descarta híbridos o eléctricos hasta 2020
En una entrevista con Auto Express, Jürgen Stackmann admite que los necesitarán la próxima década para acatar las normas de la UE, pero ahora deben centrarse en los SUV y otras soluciones. La marca considera que los actuales motores de menor cilindrada o gas natural ya ayudan a reducir emisiones.
Seat obtuvo 33 millones de euros en beneficios de explotación en el primer trimestre de 2015. Es la primera vez que registra un dato positivo de este tipo desde hace siete años. El cambio de tendencia constituye una noticia halagüeña para el fabricante del grupo Volkswagen, pero, al mismo tiempo, su cúpula y la de su matriz saben que se trata de un asunto delicado que impide volver a dar pasos en falso en mucho tiempo.
A raíz de esta tesitura, el presidente de Seat, Jürgen Stackmann, rechaza cualquier plan de introducir vehículos híbridos o eléctricos en la gama antes de la próxima década. Así lo ha corroborado en una entrevista realizada por la revista británica Auto Express. La marca no puede permitirse estos riesgos por el momento y apostará por productos más capaces de contribuir a su recuperación.
Según Stackmann, las prioridades actuales estriban en los motores TSI tricilíndrico de gasolina y TGI de gas natural comprimido para reducir su media de emisiones contaminantes y en los nuevos SUV para incrementar su volumen de ventas. El primero, rival del Nissan Qashqai y compañía, se lanzará en 2016 y después se contempla ampliar la oferta con otros dos de menor y mayor tamaño, respectivamente.
En 2020 entrará en vigor en Europa una normativa de emisiones más restrictiva y la UE ha instado en los últimos días a los fabricantes automovilísticos a colaborar para definir otra más dura para 2025. Aunque Stackmann asegura que hoy existe una demanda muy escasa de coches híbridos y eléctricos por parte de clientes de Seat, las exigencias de la UE tornarán necesario que la marca los introduzca en su gama dentro de un lustro como mínimo.
Las negociaciones más recientes entre la Comisión Europea y el lobby que representa a gran parte de la industria europea del automóvil, la ACEA, en materia de leyes medioambientales no han dado casi frutos. Los constructores se muestran reacios a compromisos a corto o medio plazo y prefieren postergar el establecimiento de la norma Euro 7 mirando por su situación económica. Aun así, los analistas expertos en el sector auguran que la mayoría requerirán de modelos híbridos y eléctricos para acatarla en cualquier caso.
Vía | Auto Express
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