¿Está Volkswagen preocupada? Teme que SEAT y Škoda le hagan demasiada competencia
El buen rendimiento de Škoda y SEAT en ventas y beneficio por coche genera un ligero estado de preocupación en el seno de la firma de Wolfsburgo, Volkswagen.
Hubo un tiempo en que Škoda y SEAT eran el segundo plato del grupo VAG, siendo Audi y Volkswagen quienes se llevaban la mejor parte del pastel – a nivel de tecnología – y las cuales lideraban con amplia diferencia las ventas del fabricante alemán.
Esos días terminaron, y ahora las marcas generalistas del grupo VAG no solo proveen al grupo con un alto porcentaje de sus beneficios, sino que además estrenan plataformas modulares como la del nuevo SEAT Ibiza (MQB-A0), una arquitectura que después ha sido utilizada para fabricar el equivalente de Volkswagen, el Polo.
Cada vez hay menos razones para pensar que existe un enorme salto cualitativo entre Škoda y SEAT respecto a Volkswagen, lo que según Reuters ha llevado al grupo a un cierto estado de preocupación por lo que esto podría significar para el rendimiento de la firma de Wolfsburgo.
Škoda y SEAT han experimentado un importante crecimiento comercial en los últimos tiempos. El año pasado, la marca checa vendió 1.127.000 unidades, un 7% más que el curso anterior, mientras que SEAT hizo lo propio con 410.000 ejemplares comercializados y un crecimiento del 30% desde 2012. Todo apunta a que estas cifras serán superadas holgadamente en este 2017 donde ambas marcas han presentado novedades interesantes: SEAT Ateca, Škoda Kodiaq, SEAT Ibiza 2017, etc.
Škoda se ha convertido en una de las marcas que mejor margen de beneficio obtienen por venta, por encima incluso de Audi. Sin ir más lejos, la firma checa solo es superada por Porsche y su 17,8% de beneficio por unidad comercializada. Škoda obtiene un 8,7% de beneficio por cada vehículo que vende, mientras que Audi recoge un 8,2% y Volkswagen ronda el 5%.
El solapamiento entre las marcas del grupo es un problema real, pero también un indicativo de lo bien que está funcionando el grupo a nivel global. Aunque el fabricante deba proteger el rendimiento de Volkswagen y evitar que Škoda y SEAT absorban parte de sus ventas, no hay que olvidar que será la propia firma de Wolfsburgo quien lideré el proceso de electrificación del grupo.
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