El Porsche Taycan pulveriza el récord del mundo de velocidad… en interiores

Coches que han conseguido doblegar el récord de velocidad hay muchos. Cada poco tiempo hay uno de ellos que logra una nueva marca en lo que respecta a la mayor velocidad obtenida en su categoría. Pero coches que superen el límite de velocidad en interiores, no hay tantos. El Porsche Taycan, el modelo eléctrico de la prestigiosa marca alemana, ha sido el elegido por el piloto Leh Keen para batir el récord mundial de la velocidad más alta alcanzada por un vehículo en un edificio cerrado.

El velocímetro ha registrado un total de 165,1 km/h y lo ha hecho en el interior de un centro de convenciones ubicado en la ciudad de Nueva Orleans. El récord anterior estaba establecido en 138,4 km/h, que no es poco. Las condiciones establecidas por el Libro Guinnes de los Récords son muy exigentes y ofrecen complicaciones para conseguir esos resultados.

Condiciones para batir el récord

Para conseguir certificar esta cifra, Keen debía arrancar en parado y detenerse por completo tras superar la marca. No podía utilizar ninguna ayuda para arrancar con más celeridad ni una rampa hacia arriba para ayudar al frenado. Todo, en «bruto» y sin ningún tipo de escape o ayuda de emergencia. Y esto, en un espacio cerrado, tiene una dificultad bastante importante.

El piloto necesitaba un coche capaz de enfrentarse a esta prueba y el Porsche Taycan Turbo S se ajustaba a todas ellas. El lugar elegido también es importante y el Centro de Convenciones Ernest N. Morial de Nueva Orleans, Luisiana, era ideal. Tiene una superficie de 9 hectáreas y cuenta con un suelo de hormigón pulido, que puede resultar tan peligroso como el hielo.

Las primeras pruebas se realizaron en tandas a baja velocidad, para que ambos, piloto y coche, se ajustaran a la perfección. Según Keen, la sensación de ver como se acerca la pared del fondo a alta velocidad es muy perturbadora. Pero aún así, no dudó nunca que lo iba a conseguir.

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Porsche ha organizado una carrera para enfrentar a su Porsche Taycan Turbo contra el 911 GT3 RS y el GT3 CUP, electricidad contra combustión.

La prueba

Antes de comenzar la prueba, los neumáticos se precalentaron para aumentar su agarre. La prueba se consiguió al primer intento. Aceleró desde el principio y utilizó el launch control para lanzar el superdeportivo hasta el tope que esperaban conseguir. Una vez llegado al punto de medición, comenzó el proceso de frenado. La precisión fue importante porque había que conseguir reducir la velocidad antes de alcanzar la pared del final del trayecto.

Los potentes frenos del Taycan Turbo S actuaron con eficiencia y la prueba terminó con éxito y con una nueva marca a batir, aunque esta vez la ha conseguido un coche eléctrico. Un modelo que tiene otro argumento para convertirse en el modelo elegido por quien quiera un coche seguro y capaz de controlar un potencia de récord.