¡Porsche bajo sospecha! La marca inicia una investigación por posible manipulación en sus motores
El Grupo VAG vuelve a saltar por el caso de la manipulación de sus motores, esta vez con Porsche y sus motores gasolina montados en el Panamera y en el 911
Hace cuatro años el caso del Dieselgate hizo temblar los cimientos de la todopoderosa Volkswagen y la de los motores diésel, unos motores que ya se encontraban en el punto de mira con motivo del avance de la industria automotriz hacía la electrificación y que con tal magnitud del problema sirvió a sus detractores para darles la puntilla. A pesar de todo, aunque la cuota de mercado es menor, los diésel se mantienen y han pasado a formar parte para algunas marcas en la estrategia de hibridación de sus gamas.
Era algo que se sospechaba, las primeras averiguaciones apuntaban a un gigante como el Grupo Volkswagen, en la que como quizás recordaréis los motores diésel con denominación EA288 para Estados Unidos y Canadá y los motores EA189 para Europa y resto de mercados vendidos entre los años 2015 y 2017, incorporaban un software ilegal con el que eran capaces de manipular de manera sustancial y automática las emisiones que producían, engañando así tanto a las autoridades encargadas de medirlas y asignarlas en función del modelo como a sus propietarios, quienes realmente estaban comprando un coche más contaminante.
Al final consiguió demostrarse el engaño de Volkswagen y las consecuencias no tardaron en producirse de manera muy dispar en función del país, y es que mientras en países como España todo quedó en una reprimenda y en la obligación de los propietarios afectados en actualizar el software de sus vehículos, en otros como Alemania y Estados Unidos el gigante alemán se comprometió a compensaciones en metálico a los afectados, recompras de coches o intercambio por otro de igual valor así como fuertes sanciones; además de que pesos pesados como Rupert Stadler, CEO de Audi, fueron detenidos en Alemania.
En todo este asunto del Dieselgate las marcas que se vieron más salpicadas fueron Volkswagen y Audi, pero esto no quita para que otras marcas del grupo también lo fueran en menor medida, o quizás no tuvo tanto bombo mediático. Ejemplo de ello fue Porsche, que tuvo que enfrentarse en 2017 a acusaciones al respecto de su motor V6 TDI y el cual también se encontraba en el punto de mira, además de que un año después, en 2018, el jefe de transmisiones y motores de Porsche, Jörg Kerner, fue arrestado debido a su implicación en el Dieselgate ya que en esos años trabajaba para Audi.
Pues bien, después de un par de años de tranquilidad es nuevamente Porsche la que salta a la palestra con la sospecha de manipulación en las emisiones de sus motores, pero esta vez se trata del bloque gasolina. Según la publicación alemana Bild am Sonntag, Porsche ha iniciado una investigación para esclarecer que sucede con las emisiones de los motores montados en los Panamera y 911 producidos entre los años 2008 y 2013, para lo que la marca está teniendo conversaciones con empleados y técnicos, así como revisión de protocolos de reuniones y cientos de correos electrónicos para llegar al fondo del asunto.
Porsche se encuentra en un perfil bajo a la espera de las averiguaciones que consigan realizar, pero según este mismo medio alemán la marca ya ha dado el aviso tanto a la KBA, que es la Oficina Federal de Vehículos a Motor, y a las autoridades de Estados Unidos para que también inicien una investigación oficial sobre si hay elementos ilegales que afectan al motor y al sistema de escape y, consecuentemente, manipula los valores de emisiones producidos. Por el momento es lo que se conoce, y aunque la marca no ha dado detalles concretos, si parece ser que estas manipulaciones no afectarían a modelos nuevos.
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