Porsche reajusta los objetivos de electrificación de su gama para los próximos años

En respuesta al lento crecimiento del mercado de los vehículos eléctricos, la firma de Stuttgart está reajustando su estrategia de cara al futuro. Como ya os contamos aquí en HighMotor, Porsche se ha visto recientemente obligada a ralentizar la producción del Taycan, y ahora sabemos también que la compañía planea extender la producción del Cayenne de combustión.

Porsche ha modificado su objetivo inicial de que más del 80% de los vehículos entregados en 2030 sean completamente eléctricos, introduciendo un matiz importante. Desde la dirección de la compañía aseguran ahora que su estrategia de producto está diseñada para ser capaces de entregar más del 80% de sus vehículos nuevos con sistema de propulsión totalmente eléctrico en 2030 si así lo demanda el mercado. Es decir, Porsche tendrá la capacidad de cumplir su objetivo inicial, otra cosa es que exista la demanda para ello.

En Porsche parecen ser conscientes de que la transición hacia la movilidad eléctrica tomará algo más de tiempo de lo que se pensaba estos últimos años. El proceso de transformación será más prolongado, por lo que la estrategia de propulsión será ahora más flexible. Como consecuencia de ello, la generación actual del Cayenne se mantendrá en el catálogo del fabricante alemán por más tiempo, tanto en versiones de motor de combustión como híbridas. Porsche sigue comprometida con una futura generación totalmente eléctrica del Cayenne, pero no eliminará las versiones con motores de combustión de la generación actual de forma simultánea.

Un modelo de éxito

En 2023 Porsche vendió alrededor de 95 mil unidades del Cayenne, tanto con motores de combustión como híbridos enchufables, lo que representa casi el 30% de las ventas totales. Una cifra realmente elevada que, según los medios alemanes, hace que el objetivo de tener un 80% de vehículos eléctricos para 2030 sea difícilmente sostenible con la decisión actual de prolongar la presencia del Cayenne en el mercado.

La firma de Stuttgart seguirá contando así con tres modelos con motor de combustión durante los próximos años: el 911, el Panamera y el Cayenne. En el caso del Macan, los motores de combustión se fabricarán solo para mercados fuera de la UE, ya que en Europa este SUV solo esta disponible en su versión totalmente eléctrica. Los dos modelos biplaza de la serie 718, por otro lado, también estarán disponibles únicamente con sistemas de propulsión eléctrico con el lanzamiento de la próxima generación de estos modelos.

Porsche tiene varios cambios de modelo programados para este año, el nuevo Macan y la actualización del Taycan. Por este motivo, en la dirección de la compañía tienen claro que éste será un año de transición con un efecto en V en las ventas. A medida que el modelo antiguo se va eliminando y el nuevo aún no está completamente disponible, habrá una fuerte caída en las ventas, a la que le debería seguir un crecimiento igualmente rápido.