El Porsche Carrera GT Zagato es el sutil cambio que marca la diferencia
El Porsche Carrera GT se dejó modificar por Zagato hace unos años. El resultado fue el claro ejemplo de que menos es más con un diseño elegante y deportivo.
Cuando pensamos en superdeportivos siempre lo asociamos a vehículos únicos y exclusivos, que rebosan grandeza los miremos por cualquier ángulo. Sin embargo, en determinadas ocasiones nos encontramos con marcas que son capaces de endulzar el resultado final y mejorar aún más la grandiosidad que demuestran algunos superdeportivos. El Porsche Carrera GT es uno de esos modelos que seguro que ha sido el protagonista principal de innumerables paredes en forma de póster, algo que consigue a su innegable encanto y, aún así, Zagato lo ha mejorado cuantiosamente.
Pese a que el carrocero italiano ya trabajó con el superdeportivo germano hace unos años, el resultado conseguido por aquel entonces nos sigue recordando que los cambios más simples pueden ser los más acertados. En un principio, los amantes del Carrera GT temblaron por si las modificaciones estropeaban la esencia del coche pero, como buenos expertos, Zagato mostró un respeto y una implicación digna de admirar.
La elegancia y la deportividad se cogen de la mano para dar forma a esta variante de uno de los modelos más emblemáticos de Porsche y, al mismo tiempo, manteniendo intacto su espíritu. El Carrera GT es admirado por muchos por su gran diseño y mecánica pura, pero Zagato supo sacarle partido a eso y acentuar aún más los impresionastes rasgos del superdeportivo alemán.
A primera vista, nada de la estética del CGZ -abreviatura para el Carrera GT tras pasar por las manos del carrocero- ya que, como os decíamos, la sutileza es el principal factor que da vida al nuevo diseño. Una doble columna vertebral nace desde la zaga para cubrir al poderoso propulsor que plácidamente descansa en las entrañas del Carrera GT. Ambas líneas le dan uniformidad a la parte posterior del Porsche, provocando que la trasera del coche se una directamente con el techo.
Esta doble burbuja otorga un cambio desenfadado al Carrera GT y que permite mantener intacta su esencia, al igual que su mecánica. Así es, el poderoso propulsor V10 atmosférico que da vida al superdeportivo alemán no ha sufrido ningún cambio, por lo que seguirá deleitando nuestros oídos con su dulce melodía. Al mismo tiempo, sus 612 CV de potencia y 590 Nm de par se siguen trasmitiendo directamente al eje posterior, dotando al Carrera GT de prestaciones a la altura de cualquiera de sus competidores.
Sin duda alguna, Zagato demostró de nuevo con este vehículo que menos es más con unos cambios suaves y refinados, los cuales mantienen la elegancia del Carrera GT en su máximo esplendor. Este trabajo cuenta con algún que otro año a sus espaldas, pero quién sabe si el carrocero italiano tiene entre sus planes volver a hacer algo similar pero en esta ocasión con el Porsche 918 Spyder.
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