El Porsche 911 Turbo se viste con sus mejores galas de carreras para ser el Safety Car del WEC
El Porsche 911 cumplirá con el papel de Safety Car en al WEC hasta el año 2020. El superdeportivo germano ha sufrido algunas modificaciones a nivel mecánico.
Las carreras en general siempre se han compuesto de elementos que enervan la sangre de cualquier amante del motor pero seguro que casi todos coincidimos en uno en concreto que nos encanta, el Safety Car. Siempre ha sido fascinante ver como un coche de producción se ponía sus mejores galas para salir a la pista y, equipado con un equipo de luces y sirenas cual coche de policía, marcaba el ritmo de los pilotos que paulatinamente le seguían. Porsche ha querido que uno de sus deportivos por excelencia desarrolle dicho papel y lo han preparado para la ocasión.
El 911 ha sido escogido para cumplir con el cometido tan importante de custodiar y velar por la seguridad de los pilotos que participarán en el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC). Para ello, han recurrido a una de las versiones más potentes y rápidas del nueveonce, el Turbo; gracias a la presencia de este superdeportivo, los participantes del campeonato podrán contar con una seguridad y atención ante un incidente de manera prácticamente instantánea.
En total serán once los vehículos que se entreguen a la WEC organizada por la FIA para intervenir como coches de intervención rápida, los cuales también participarán en las 24 horas de Le Mans. Para ser más concretos, dos 911 turbo viajarán a todas las pruebas organizadas por la WEC y actuarán como vehículo de seguridad; otras tres unidades se desplazarán hasta Le Mans y allí estarán establecidos como vehículos permanentes; y por último, otros modelos de Porsche serán puestas al servicio del equipo médico y personal de seguridad en la pista.
Esta colaboración por parte de la firma germana se mantendrá en activo hasta el año 2020 y, mientras transcurre el tiempo, el 911 Turbo será el encargado de cumplir con las exigencias. Pese a que el superdeportivo alemán cuenta con una puesta a punto de serie imparable, debemos tener en cuenta que su nuevo medio será el circuito, por lo que se han llevado a cabo una serie de modificaciones a nivel mecánico.
El propulsor de seis cilindros y 3.8 litros turboalimentando es capaz de rendir 540 CV y alcanzar los 100 Km/h en tan solo tres segundos y, para complementar la experiencia a la hora de actuar como un Safety Car, los ingenieros germanos han realizado algunas modificaciones tanto en los frenos como en la suspensión, dos elementos esenciales dentro del circuito. El interior se ha vuelto algo más espartano y se han instalado asientos de competición con arneses de seis puntos y diferentes elementos propios de un vehículo de seguridad como una radio y un monitor exclusivo para la pista.
Sin duda alguna, el Porche 911 Turbo se presenta como el candidato ideal para afrontar las exigencias de la pista y, al mismo tiempo, para prestar su ayuda en caso de accidente. Al mismo tiempo, el 911 no estará solo, puesto que 16 unidades de otros modelos de la marca cumplirán con distintas labores dentro del circuito.
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