Porsche 550one: así es el prototipo que quiso revivir al mítico Porsche 550 Spyder

Si pensamos en Porsche se nos pueden venir numerosos adjetivos positivos a la mente, pero si pensamos en el Porsche 550 Spyder se nos viene un mote y una triste historia. Y es que este mismo modelo, más concretamente una unidad conocida como Little Bastard, fue en la que falleció el aclamado actor Jeams Dean. Pero esto no impidió al mismísimo Ferdinand Piëch solicitar la gestación de una interpretación del Porsche 550 Spyder. ¿Su encargado? El diseñador Walter De Silva recibió la orden directa de materializar este proyecto que, por desgracia, no llegó a cuajar.

Fue en el año 2008 cuando De Silva creó este prototipo conocido como Porsche 550one y que después de que se haya retirado lo ha hecho público en su Instagram. Se trata de un modelo que aúna todo lo que debe de tener todo deportivo que se precie y, aunque no conocimos su versión de producción, lo cierto es que el 550one es muy fiel a un coche de calle.

Estéticamente nos encontramos con diversos detalles que nos llevan directamente a las sencillas pero armoniosas líneas del Porsche 550 Spyder. Estos los apreciamos, principalmente, en la zaga del 550one, donde se instaura una salida de escape central, dos pilotos posteriores con forma de lágrima, unas branquias laterales y la posición central de su motor, que inequívocamente está inspirada en su antepasado.

El frontal, por el contrario, hace gala de rasgos más propios de un Porsche 911 de la época. El habitáculo nos hace partícipes de una fórmula que nos quiere dar a entender que el Porsche 550one era un vehículo ligero y pensado para puristas. El minimalismo orquesta la disposición de los pocos mandos que encontramos en su interior; los tiradores de tela de las puertas dan constancia de su bajo peso y su cambio manual de rejilla pretendía dar esperanzas a un tipo de transmisión que se está perdiendo.

El apartado mecánico es un misterio para nosotros, pero sí sabemos que este prototipo de Porsche compartía muchos elementos -como la plataforma- con el Volkswagen BlueSport. Cierto es que este contaba con una mecánica diésel, pero su similar concepto y enfoque nos llevan a apostar por un motor de cuatro cilindros turbo capaz de rendir una potencia cercana a los 200 CV, cifra que, unida a un peso que coquetearía con los 1.000 kilos, ofrecería un resultado sobrecogedor.

Por desgracia, finalmente Porsche decidió declinar el concepto en pro de vehículos que consideraron más fructíferos, tales como el Porsche Macan. Sin lugar a dudas, es una pena que el Porsche 550one no se terminase convirtiendo en realidad, pero siempre nos quedará la esperanza de que suceda en un futuro aunque con ciertos matices –ejem, eléctrico-.