¿Por qué el coronavirus está afectando a la producción de automóviles?
El coronavirus está afectando a la producción de automóviles debido a la necesidad de piezas secundarias que los proveedores no pueden fabricar.
¿Por qué el coronavirus está afectando a la producción de automóviles? Como sabemos, el sector del automóvil está totalmente globalizado y eso lo está convirtiendo en vulnerable a la crisis de salud mundial que está suponiendo el COVID-19, más conocido como el coronavirus.
Antes de nada, es importante destacar que no debe cundir el pánico ya que los vehículos no se pueden ‘contaminar’ con el virus. El acero, el aluminio y el plásticos cuentan con un ‘sistema inmunitario’ fuerte que impide que se infecten del virus. Aunque los materiales resistan al virus, la industria no lo es y es que son muchos los mercados como China, Alemania, Italia e incluso España que están sufriendo los efectos del COVID-19 de una forma importante.
Pero, ¿qué tiene que ver la inclusión de un nuevo virus con la producción de vehículos? Aunque parezca que no tiene sentido, lo tiene y mucho. Es importante destacar que la industria del automóvil depende de un alto grado de movilidad de las personas. Hay expertos que aseguran que «para contener un virus tan altamente móvil capaz de expansión geométrica, debe ser aislado, contenido a toda costa».
«Enormes regiones de China y Corea del Sur, los países de origen de innumerables miles de componentes automotrices y electrónicos, fueron puestos bajo cierre oficial. Los pacientes enfermos, en cuarentena, o las personas sanas que temen ser expuestos, están efectivamente bajo arresto domiciliario. Los trabajadores no pueden ir a trabajar: los ingenieros, los conductores, el conjunto completo de profesionales que hacen funcionar una sociedad industrializada, están en gran medida al margen».
El sector del automóvil, ¿en peligro por el coronavirus?
Se debe tener en cuenta, además, que el sector del automóvil cuenta con tres niveles de proveedores. El tercer nivel se compone de las empresas que trabajan con las materias primas. El segundo nivel está conformado por los fabricantes que abastecen a las propias marcas como por ejemplo las electrónicas que las abastecen con chips o microchips. Finalmente, el nivel uno está compuesto por empresas que son fabricantes de componentes relacionados con el mundo del automóvil. Marcas como Bosch, Delphi o ZF son algunas de ellas.
Como se puede comprobar, la producción perdida por los escenarios del coronavirus proviene de estos tres niveles. Sin estas piezas, es imposible ensamblar un vehículo de forma adecuada. Algunos expertos en la materia han apuntado que «la producción se puede trasladar a otros proveedores en zonas no afectadas, pero el «reabastecimiento» requiere pruebas y validación, y siempre conlleva el riesgo de una disminución de la calidad».
Todo esto puede desembocar en que los futuros compradores retrasen sus compras. No hay que entrar en pánico y es que todo apunta a que para finales de abril-mayo, los mercados vuelvan a sus posiciones y las ventas puedan volver a ser las que eran antes de la llegada de este virus que se ha llevado toda la atención en nuestros días. Debemos estar en calma y esperar que los especialistas encuentren una vacuna y los fabricantes de automóviles comiencen a trabajar con normalidad.
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