Una plaza trasera del Model X obliga a Tesla a reducir los objetivos de ventas

Los ingenieros de Tesla Motors trabajan a contrarreloj para ganarle la batalla a un imprevisto detectado en el Model X. El fabricante de Silicon Valley se propone entregar las primeras unidades del SUV en septiembre, pero antes deberá vencer a su asiento central de la segunda fila. Su intrincado diseño plantea más dificultades de las que esperaban para adaptarlo al habitáculo.

Lo ha reconocido el mismo director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, tal y como cuenta Bloomberg. «Es un asiento increíble, una obra de arte escultural, pero resulta muy complicado rematarlo correctamente». A esta plaza posterior se suman otros escollos relacionados con los acabados del interior, si bien Musk asegura que las puertas con apertura en alas de gaviota no se han suprimido en la versión de producción.

Las consecuencias de este problema trascienden la pura terminación del Model X. Ante este panorama, Tesla ha rebajado sus cálculos de ventas tanto del SUV como de la berlina Model S, cuyo ritmo de ensamblaje puede verse afectado negativamente. Si antes pronosticaba 55.000 unidades al terminar 2015, ahora ha sustraído 5.000 ejemplares a la cuenta.

Tesla ha vendido 21.577 coches en lo que va de año. Sus vaticinos apuntan a que cuando acabe septiembre se añadirán otros 12.000, entre los que figurarán los primeros Model X. Aunque la diferencia frente a las previsiones iniciales todavía no es significativa para el plan a largo plazo, las acciones de la empresa se han dejado hoy un 9,3 % de su valor en los Estados Unidos y un 6 % en Europa.

Los retos del Model X no han amilanado a Elon Musk, que continúa aspirando a que Tesla monte medio millón de coches en 2020. Hoy en día fabrica 600 al día, una cifra impensable hace un lustro cuando aún no se conocía ni el aspecto ni los datos del Model X ni del Model 3, la berlina dispuesta a batirse con las premium alemanas del segmento D.

Vía | Bloomberg