Pistones forjados, todo lo que debes saber
¿Conoces las diferencias entre los diferentes tipos de pistones? ¡Te lo contamos!
Si te gustan los coches es muy posible que sepas que muchas preparaciones utilizan pistones forjados pero, ¿sabes por qué? Recientemente, se ha elaborado una investigación sobre las diferentes propiedades metalúrgicas de los pistones fundidos y forjados. ¿Cuál es la diferencia y qué se obtiene? Te lo contamos.
Antes de nada, lo más importante es comprender las diferencias en los procesos que se llevan a cabo detrás de los nombres. Fundir un pistón es simplemente derretir una aleación de metales, verterlos en un molde y dejarlos fraguar. Es un concepto simple y económico porque es fácil de hacer una y otra vez. Por lo tanto, la fundición es popular entre los modelos de serie porque significa que pueden producir muchas piezas. También tiene algunos beneficios de diseño, lo que permite al fabricante mucha libertad para determinar la receta de la aleación y la forma de la pieza.
Pistones forjados, ¿son realmente más fuertes que los fundidos?
Sin embargo, mientras el líquido está en el molde, existe una cierta falta de control sobre cómo se va configurando el metal. Si se observan los cristales del interior de un pistón fundido, se puede ver que existe poca uniformidad. A veces, pueden crearse bolsas de aire. Esto quiere decir que un pistón fundido es más débil que uno forjado; incluso si están fabricados con el mismo material.
También están los denominados pistones de «palanquilla». Este tipo se forma a partir de una pieza de metal más grande que luego se recorta y se le da la forma deseada. Los cristales interiores del metal están herméticos y tienen un tamaño bastante uniforme. Cuando se corta, se puede producir un punto débil donde se encuentra la veta del metal.
Por su parte, los pistones forjados se fabrican de forma similar a los anteriores pero en lugar de cortarlo, se calientan, se colocan en una fragua y se presiona par darle con mucha fuerza. Esto hace que los cristales formen un grano apretado y alineado. Conseguido esto, hace que el pistón tenga muchos menos puntos «vacíos» por lo que se genera una pieza mucho más fuerte y resistente. Es decir, el pistón forjado soporta más el «abuso» de los motores más exigentes.
Seguro que te han quedado muchas dudas, por eso vamos a ver este vídeo que muestra los procesos de fabricación con mucho más detalle. Así podrás conocer la diferencia entre los diferentes tipos de pistones. ¿Cuál eliges?
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