Piëch se vio forzado a dimitir al filtrarse su trama para echar a Winterkorn
El comité de empresa y el representante del land de Baja Sajonia, Stephan Weil, averiguaron que el presidente del Consejo de Vigilancia había presionado a miembros de las familias Piëch y Porsche para apoyarlo en su plan de sustituir al jefe ejecutivo por el de la marca de Zuffenhausen.
La dimisión del patriarca de Volkswagen, Ferdinand Piëch, este fin de semana fue causada en parte por el propio antiguo expresidente del Consejo de Vigilancia del fabricante alemán. Fuentes cercanas a dicho órgano han revelado a la agencia Reuters que Piëch no logró ocultar el plan que estaba pergeñando para destituir al jefe ejecutivo de la marca de Wolfsburgo, Martin Winterkorn, a quien no apoyaba como candidato a su sucesión.
Según estas informaciones, el jefe del comité de empresa, Bernd Osterloh, y el representante del land de la Baja Sajonia, Stephan Weil, uno de los principales accionistas de Volkswagen, decidieron obligar a Piëch a dimitir tras averiguar por una filtración que había presionado, sin éxito, a varios miembros de las familias Piëch y Porsche, dueñas del 51 % de las acciones con derecho a voto de VW a través de la inversora Porsche Automobil Holding SE, para respaldarlo en su estrategia de sustituir a Winterkorn por el máximo responsable de Porsche, Matthias Müller.
Piëch tenía dos opciones: dimitir o atenerse a la afrenta de que lo echaran por mayoría de votos.Un empleado próximo a uno de los delegados sindicales de Volkswagen declaró a Reuters que esta conspiración constituyó «la gota que colmó el vaso«. El comité y los accionistas de la región resolvieron en la segunda junta organizada en poco más de una semana enviarle un ultimátum a Piëch. El dirigente del Consejo de Vigilancia lo recibió el sábado cuando estaba en el aeropuerto de Brunswick, a media hora de la sede de Volkswagen en Wolfsburgo. El mensaje era claro: «dimite o atente al oprobio de que te echen los miembros del consejo por mayoría de votos».
Volkswagen espera haber escogido al herededo del cargo de Piëch antes de que tenga lugar la próxima junta anual del Consejo de Vigilancia el 5 de mayo. Además de Winterkorn, los expertos del sector y los medios alemanes y austriacos contemplan otros dos participantes en esta pugna por el puesto. Por parte de la familia Porsche, Matthias Müller, primo de Piëch, se ha convertido en el único pariente que queda en la cúpula de la empresa con la salida del antiguo presidente del consejo.
Aún no supone un candidato oficial, el responsable de I+D de VW, Ulrich Hackenberg, se menciona como potencial competidor por el puesto.
Junto a Winterkorn, otros dos candidatos al puesto de Piëch son Matthias Müller y Ulrich Hackenberg.Un segundo nombre que ha sonado anteriormente con frecuencia es el de Ulrich Hackenberg, jefe de I+D de VW y director técnico de Audi. En el pasado, colaboró estrechamente con Piëch y Winterkorn, y ha confeccionado una sólida red de contactos dentro de Volkswagen. Otros analistas, como Ferdinand Dudenhöffer, director del Centro de Investigación sobre el Automóvil de Duisburg-Essen, advierten que quien ha ganado especial importancia con este conflicto es el comité de empresa, especialmente al contar con el voto del Gobierno regional.
Quien asuma la responsabilidad de reemplazar a Piëch deberá granjearse, más que nunca, la aprobación de los trabajadores y del representante de la Baja Sajonia. Estos mantienen una postura muy proteccionista en lo relativo a las factorías alemanas de Volkswagen, una posible traba en la recuperación de los niveles de rentabilidad de los que la empresa hacía gala no hace demasiado tiempo.
El nuevo máximo dirigente de la empresa asumirá desafíos muy importantes en América y Asia.
El sucesor de Piëch se encontrará con varias tareas pendientes cuya resolución Winterkorn no ha sabido ejecutar.El fabricante necesita urgentemente afrontar la resolución de problemas que han surgido en el último lustro. A la sangría económica que padece en EE UU hay que sumar que aún no ocupa segmentos clave en China, como modelos económicos y SUV, y que mercados como Brasil, India o Rusia proporcionan resultados comerciales cada vez menos halagüeños.
Winterkorn se ha visto incapaz de subsanarlos, de modo que al nuevo presidente del consejo de vigilancia se le exigirá que demuestre sin demora una actitud más proactiva en este sentido que redirija al fabricante hacia la boyante situación económica que vivía. Un requerimiento esencial si desea retomar su intención de adelantar a Toyota como mayor productor de automóviles a escala mundial.
Vía | Reuters y Wall Street Journal
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