Peugeot 508 SW Sport Engineered: electrificado y racing

El PEUGEOT 508 PSE pertenece a una gama deportiva propulsada con tecnología electrificada que apuesta por el dinamismo característico de las versiones más deportivas de Peugeot, reforzado por la aerodinámica con componentes mecánicos y prestaciones desarrolladas en el mundo de la competición, que se traslada a los vehículos de serie. Es un coche muy especial. Imponente por su dotación tecnológica y con cualidades más que de sobra para impresionar por la exquisitez de su bastidor, que recuerda a los mejores Peugeot de la historia, sin olvidar un lujoso equipamiento que incluye hasta masajes en los asientos.

Consumo eléctrico y consumo real

Sin duda los híbridos enchufables de PEUGEOT Sport Engineering son coches “todo en uno”, palabras mayores en cuestión tecnológica que sin duda hacen vivir y experimentar al usuario lo que es la conducción puramente eléctrica de forma parcial, y al mismo tiempo disfrutar de las sensaciones que ofrece un genuino deportivo de los que la marca francesa sabe hacer, con un potente motor de combustión turbo que enamora. Utilizar toda la tecnología que ofrece es algo así como un reto que resulta realmente divertido y paso a paso resulta sencillo y eficiente porque se le saca el máximo partido.

Lo primero antes de empezar nuestro viaje para conocer este coche es tener llenos los dos depósitos, el de combustible y el eléctrico, las baterías. Es fácil en ambos casos, el eléctrico en una toma convencional tarda entre seis y siete horas hasta estar completamente operativo. A partir de ahí arranca nuestro viaje. Si no recargamos las baterías de forma permanente estamos infrautilizando el coche. Además, esos datos de consumo oficiales de dos litros para cada cien kilómetros son absolutamente falsos, se consiguen únicamente recurriendo a la autonomía eléctrica en la medición de los 100 km iniciales de marcha.

Si solo usamos el coche en trayectos de 50 kilómetros el consumo puede llegar a 0,0 litros para 100 km. Pero si hacemos un viaje largo y no tenemos la oportunidad de recargar esas baterías cada cierto tiempo, el consumo escala por encima de los ocho litros con absoluta facilidad mimando el acelerador, porque haciendo la conducción a la que nos incita este súper deportivo en un tramo virado es fácil que nos metamos en los 14 a 16 litros de gasto. Esto es mejor tenerlo claro desde el principio. Si lo usamos como debe ser es un joya de la eficiencia, pero lo si lo usamos sin cargar y exprimiendo su potencial, que lo tiene y mucho, es un coche que arrastra más peso por tener tres motores, una batería grande y un equipamiento superdotado, eso es todo.

Cinco coches en uno, el mejor Peugeot a la carta

Lo primero es la elección del tipo de uso entre los cinco programas disponibles por medio de un sencillo selector junto al pomo del cambio. Por defecto nos facilita el híbrido, en el que la electrónica va optimizando los recursos que tenemos en función del uso que le demos. Si viajamos a una velocidad baja o moderada directamente nos selecciona la energía eléctrica, para lo que contamos con una autonomía eléctrica de casi cincuenta kilómetros.

Son cincuenta kilómetros flexibles, porque si lo usamos con mimo, es decir, rozando el acelerador, bajando las cuestas a vela, usando el pomo del cambio para que actúe la retención en modo “B” y de esta forma casi no tener que utilizar el freno lo cierto es que las baterías se van regenerando y nos acompañan a los largo de todo el día para completar no menos de sesenta o incluso setenta kilómetros. Pero si preferimos reservar las baterías para cuando lleguemos a la ciudad o zona residencial también podemos hacerlo. Se puede elegir entre el modo de uso solo eléctrico, híbrido, 4×4 gracias a la tracción en el tren trasero del eléctrico principal, y el modo de uso deportivo, el Sport, que es un maravilla de sensaciones que nos permite volar sobre el asfalto porque entonces son los tres motores los que nos permiten conseguir las mejores prestaciones en todo momento y la potencia escala hasta los 360 CV.

Este año Peugeot vuelve al ataque entre los grandes constructores a competir por el título del Campeonato del Mundo de Resistencia, el WEC, lo harán con el prototipo PEUGEOT 9X8 HYPERCAR que seguro que es muy diferente a este, aunque la esencia y la teoría es similar, solo cambiar la brutalidad de las cifras, el peso y los materiales de fabricación del coche, sin duda una gran evolución respecto a este PEUGEOT 508 PEUGEOT Sport Engineered. En este caso contamos con un motor de gasolina PureTech de 1,6 litros con culata multiválvulas y turbocompresor que tiene un rendimiento brillante y deportivo.

Sin ser grande, mueve con alegría el coche asociado a sus dos mecánicas eléctricas, situadas en el eje delantero y trasero. Entre todas aportan una potencia total de 360 CV y un espectacular par máximo de 520 Nm, si es preciso con cuatro ruedas motrices empujando, las traseras solo por medio del motor eléctrico principal. De semejante potencial y tecnología se extraen unas prestaciones realmente deportivas con una aceleración de 0 a 100 Km/h que se aproxima a los cinco segundos en condiciones óptimas y con una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h que se alcanza con relativa facilidad.

Junto al exquisito sistema mecánico y para coordinar todos los motores, el de combustión y los dos eléctricos nos encontramos con una caja de cambios muy especial, hablamos de caja de cambios automática EAT 8 de ocho velocidades con mando secuencial y levas en el volante. Es un cambio sensacional, tiene un escalonamiento adecuado para todo tipo de uso, deportivo incluso cuando queremos ir rápido. El resultado es realmente positivo y es una caja de cambios muy buena, muy suave en sus actuaciones y efectiva, fácil de trabajar con ella en especial en materia de retención para cuidar las baterías. En mi opinión, las levas le vienen un poco grandes porque no tienen tacto deportivo y aportan poco, pero no deja de ser interesante su presencia y siempre es una opción para divertirnos al volante.

Mucho más que kriptonita, carrocería shooting brake y llantas de 20 pulgadas

El diseño entra por los ojos y la combinación de la carrocería familiar, con el color gris, las imponentes llantas negras y esos detalles verde kriptonita consiguen un conjunto distinguido, llamativo y deportivo. El 508 SW PEUGEOT Sport Engineered tiene una silueta espectacular, con un diseño conocido como shooting brake, que llama la atención por su diseño de rasgos coupé, además de afilado, remarcado por el detalle de las puertas sin marco. El coche es más corto, más bajo y más ancho que su antecesor y posiblemente por eso tiene un aspecto tan compacto y deportivo sin olvidar que tiene algunos salientes y aditamentos aerodinámicos que recuerdan mucho a los turismos de competición. Pequeños alerones diseñados en el túnel de viento que hacen su trabajo y le dan un toque muy diferenciador, especialmente para todos los apasionados al más mínimo detalle y a la aerodinámica. Los aditamentos aerodinámicos del frontal optimizan la eficiencia aerodinámica del coche y han sido diseñados por medio de la tecnología de impresión 3D.

Puertas adentro es un coche igualmente espectacular, tanto por la elegancia de su diseño como por el confort de marcha y dotación de equipamiento. El i-cockpit me parece perfecto, el volante pequeño y achatado cerca del pecho y el cuadro de mandos de gran tamaño para ser visualizado por encima del volante es un excelente concepto. Y es muy cómodo. Los asientos son muy agradables, sujetan bien el cuerpo están climatizados y tienen hasta función masaje, perfectos para largos viajes.

Desde el puesto de mando se gobierna con facilidad, es intuitivo. Resulta muy elegante la consola con todos los botones dispuestos con el formato del teclado de un piano mientras que desde el volante multifunción fácilmente se van pasando las diferentes pantallas del cuadro de mandos hasta que seleccionamos la que más nos agrada o la más útil en cada momento de uso. El control electrónico y los diferentes modos de conducción hacen que tengamos varios coches en un mismo coche, y eso es lo realmente atractivo y divertido de este coche porque se trata de diferentes comportamientos que se adaptan a lo que el conductor solicita en cada momento.

En modo SPORT ofrece una prestaciones espectaculares con una capacidad de aceleración que nos hace forzar el cuello para no dejar la cabeza atrás mientras la mecánica nos da la máxima potencia disponible en su conjunto por medio del sistema híbrido, recurriendo a todos sus caballos. Pero acto seguido podemos seleccionar el modo Confort, no tanto para economizar, si no para disfrutar del silencio absoluto y hacer que nuestros acompañantes disfruten del coche como si de una alfombra mágica voladora se tratara. No se percibe un cambio de velocidad, ni las marchas, nada, es silencioso y no digamos si llegamos a un centro urbano y tenemos carga de batería disponible, entonces solo se escuchan los neumáticos sobre el asfalto…

Un rodador de larga distancia con perfil muy deportivo

Desarrollado por los ingenieros de PEUGEOT SPORT, el 508 SW forma parte de una gama de vehículos deportivos con tecnología eléctrica desarrollada en competición. En conjunto este 508 SW PEUGEOT Sport Engineered es un coche a tener muy en cuenta por múltiples motivos, más allá del atractivo de su diseño o de su lujoso equipamiento. Por una parte está el hecho de combinar electrificación y bajas emisiones, lo que nos permite tener un vehículo con una etiqueta Cero de la DGT.

Y por otro lado hablamos de un coche puesto a punto por los especialistas de PEUGEOT Sport Engineered que nos garantizan el placer de conducir como pare de la receta inexcusable a la hora de diseñar este coche. Vamos, que nada de lavadoras con ruedas ni nada de eso, un coche con carácter como los mejores deportivos de PEUGEOT. La electrificación llega a los coches también deportivos para clientes que buscan sensaciones deportivas y bajas emisiones, pero coches con carisma desarrollados por los equipos de ingeniería del departamento de competición de la marca.

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