Peugeot 208 1.6 e-HDi 92 CV, prueba (Diseño exterior, interior y acabados)
Segunda parte de la prueba del Peugeot 208, que hemos probado con motor diesel de 92 CV. En la segunda parte te contamos todo sobre el diseño exterior, sobre su peculiar e innovador interior y el espacio que ofrece a sus ocupantes.
Proseguimos con la prueba del Peugeot 208, uno de los utilitarios más vendidos y que más llaman la atención en la calle.
En la primera parte os facilitamos toda la información en torno a sus reacciones y a su motor diesel 1.6 e-HDi de 92 CV, que nos gustó mucho por capacidad de aceleración y bajo consumo. En esta segunda parte de la prueba nos centramos en valorar su diseño exterior e interior y la calidad de sus acabados.
Diseño exterior
Rompedor. Así es el 208 con respecto a su antecesor, el 207, en lo que a imagen se refiere. El 208 continúa la línea de diseño que estrenó el 508 en 2011 y que posteriormente se ha ido extendiendo con el 4008, el 2008, el 308 o los restyling del RCZ o el 107. El frontal está presidido por la nueva parrilla de la marca del león, de forma casi triangular y con una entrada de refrigeración mucho más pequeña que la del 207.
Junto al redondeado capó, los faros muy alargados y el paragolpes delantero muy próximo al suelo, con los antiniebla en los extremos remarcados por un contorno cromado, forman un conjunto de aire vanguardista y juvenil. A ello también contribuye una trasera presidida por unos pilotos de moderno diseño en forma de ‘C’ y una amplia gama de llantas de aleación de muy diversos tipos. Tanto la luz diurna como los pilotos son de LED, detalle tecnológico cada vez más extendido en el mundo del automóvil.
Nuestra unidad de pruebas era de equipamiento ‘Intuitive’, una versión especial que estuvo disponible entre finales de 2012 y mediados de 2013 con los motores 1.6 e-HDi de 92 CV (diesel) y 1.2 VTi de 82 CV (gasolina). Incluía unas llantas de aleación de 16 pulgadas modelo ‘Helium’ de cinco radios dobles y acabadas en dos colores, cromado y gris oscuro (‘Technical Grey’). Éste va a juego con el tono ‘Gris Shark Metalizado’ de la carrocería.
Con más personalidad que el 207, el diseño del 208 no deja indiferente a nadie y atrae las miradas allá por donde pasa.
Diseño interior, habitabilidad y acabados
La imagen moderna y actual del exterior del 208 se mantiene en el interior, especialmente en lo que atañe a la pantalla táctil del salpicadero, de siete pulgadas, y la iluminación del cuadro de instrumentos. Uno de los puntos más característicos del utilitario de Peugeot es el conjunto que forman el volante y la instrumentación ya que el primero es más pequeño que a lo que uno está acostumbrado y no puede ir colocado en una posición muy alta con respecto al salpicadero y la segunda se debe consultar por encima del propio volante. Aunque es una disposición curiosa, uno se acostumbra a ella rápidamente. Aun así, es recomendable probar un 208 antes de tomar la decisión de compra definitiva para cerciorarse de que esa peculiar combinación no supone un problema.
La posición de conducción, una vez asimilada la disposición el conjunto volante-cuadro de instrumentos, es satisfactoria porque todos los mandos y botones quedan a mano y son cómodos de manejar, el asiento tiene amplios reglajes con lo que personas de muy diversas tallas se encontrarán a gusto y hay espacio suficiente en todas direcciones. En el volante hay varios mandos, que permiten controlar el volumen del equipo de sonido, la elección entre AM y FM en la radio y la lista de emisoras o contactos del teléfono móvil, así como silenciar todos los dispositivos cuyo sonido sale por los altavoces.
El cuadro de instrumentos está formado por cuatro indicadores analógicos a los lados -—velocímetro y cuentarrevoluciones más uno de temperatura del aceite y otro del estado del depósito de combustible— y una pantalla en el centro. Ésta muestra, en función de lo que se elija, el consumo instantáneo, uno de los dos ordenadores de viaje con la velocidad media, los kilómetros recorrido y el consumo medio, qué se está reproduciendo a través del equipo de sonido o la velocidad a la que se circula. Como complemento, hay un cuentakilómetros parcial y otro total.
La pantalla táctil que hay en el salpicadero funciona correctamente, atendiendo bien las órdenes que se dan con los dedos. Los nativos digitales y las personas jóvenes y de mediana edad no tendrán problema para hacerse con ella. Quizá una persona mayor poco acostumbrada a dispositivos táctiles sí tendrá que realizar un período de aprendizaje. Esta pantalla permite manejar el sistema de sonido, el dispositivo manos libre Bluetooth, las conexiones auxiliares para fuentes de sonido externas —hay una toma USB y otra Aux-In en la consola, bajo los mandos del sistema de climatización—, un visor de imágenes y los dos ordenadores que también se ven en la instrumentación. En las variantes más equipadas también permite controlar el navegador.
La calidad de los materiales y de los ajustes es superior a la del 207. Aunque los plásticos son duros, transmiten buenas sensaciones. El diseño cuidado y moderno contribuye a que la percepción general que se tiene del habitáculo sea buena. Un detalle a valorar positivamente en el 208 es que los parasoles incorporan luz de lectura en ambos casos. Por el contrario, destaca negativamente la ausencia de asideros para en el techo para que el acompañante delantero y los pasajeros de las plazas laterales traseras puedan sujetarse.
Teniendo en cuenta que se trata de un modelo de menos de 4,00 metros de longitud, el 208 ofrece una buena habitabilidad para cuatro ocupantes. Cinco irán justos porque los tres que tengan que viajar detrás irán muy pegados entre sí. A buen seguro que echarán de menos una mayor anchura. Al menos, la banqueta es plana, lo que supone que la altura libre al techo sea igual en las tres plazas.
Tanto en las plazas delanteras como en las traseras el espacio en todas direcciones es suficiente para que cuatro adultos viajen con comodidad, siempre que no sean muy corpulentos, especialmente los de los asientos delanteros, porque entonces retrasarían mucho la banqueta y quedaría poco hueco para las piernas en la zona posterior.
Los asientos del 208 nos han parecido cómodos, porque tienen un relleno firme pero no duro y porque sujetan correctamente el cuerpo en zonas de curvas. Los reposacabezas, tanto los delanteros como los traseros, tienen amplias regulaciones por lo que quedan correctamente posicionados para casi cualquier tipo de conductor y pasajero.
El acceso al habitáculo se realiza sin problemas delante, por las puertas tienen un amplio ángulo de apertura. Detrás no sucede igual debido a que las puertas abren bastante menos, con lo que el hueco para pasar no es muy grande.
Huecos y maletero
El interior el 208 tiene espacios suficientes como para depositar todo aquello que normalmente se lleva en los bolsillos, desde un teléfono móvil a unas llaves pasando por una cartera o un monedero. Los espacios en la parte baja de las puertas delanteras son de buen tamaño. A ellos se une los dos espacios para latas o botellas de bebida que hay delante del cambio, junto a dos pequeñas bandejas, la toma de 12V y las conexiones USB y Aux-In.
También hay un hueco pequeño tras la palanca del freno de estacionamiento y otro dentro del reposabrazos central delantero (opcional). La guantera es grande y está refrigerada. Los pasajeros de las plazas posteriores tienen a su disposición un espacio en la parte baja de las puertas y unas bolsas en los respaldos de los asientos delanteros.
El maletero del 208 tiene 285 litros de capacidad. Son 15 litros más que el 207 y un volumen parecido al de los modelos con los que compite, como por ejemplo el Renault Clio (300 litros), el SEAT Ibiza (292 litros) o el Volkswagen Polo (280 litros).
Es de agradecer que el maletero del 208 no tenga salientes ni formas raras, con lo que el espacio es aprovechable al 100%. Para incrementar sus posibilidades, Peugeot ha instalado dos ganchos para bolsas y cuatro argollas con las que sujetar una red o unas cintas elásticas que sujeten la carga. En el lado izquierdo hay una tira elástica de nylon que permite sujetar una bolsa de herramientas o los triángulos de seguridad, por ejemplo.
Quizá, sólo se echan de menos unos pequeños cajones a los lados, útiles para guardar pequeños objetos. Bajo el piso del maletero está la rueda de repuesto, del mismo tamaño que el resto, y queda espacio para llevar una pequeña dotación de herramientas o unas lámparas de repuesto. El portón no queda alto y es fácil de cerrar.
En la tercera parte de la prueba del Peugeot 208 abordaremos las diversas posibilidades de equipamiento que da la marca francesa, describiremos sus sistemas de seguridad, tanto de serie como opcionales, y detallaremos los precios de la gama española. Finalmente os daremos nuestra particular valoración sobre uno de los utilitarios referencia del mercado.
Fotos | Jaime Arruz y Equipo de pruebas
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