Dos simulaciones distintas muestran las consecuencias de viajar con carga sujeta o carga libre en el habitáculo con el fin de concienciar sobre esta práctica
Los peligros de las botellas de agua en el coche durante el verano
Llevar una botella de agua en el coche puede ser una buena idea, pero representa un serio riesgo debido a la acción del sol y las altas tempraturas que alcanza.
Es algo bastante habitual llevar una botella de agua en el coche. Sobre todo, en verano. Hace calor y la hidratación es muy importante para mantenerse alerta a la conducción y no tener problemas de salud. Pero esto, que parece algo tan cotidiano y libre de riesgos, en realidad presenta varios peligros. Vamos a mostrarte los riesgos que representa llevar una botella de agua en el coche durante el verano, aunque esto no quiere decir que no se deba llevar, sino que hay que hacerlo tomando las precauciones necesarias.
Para comenzar, hay que olvidarse de ese viejo mito que dice que el sol desgasta el plástico y que provoca que se disuelvan microplásticos en el agua. Esto no es real. Los envases plásticos que estaban fabricados con PVC podían soltar residuos microscópcios, pero a temperaturas superiores a los 200ºC, por lo que no llega a suceder con la temperatura que se acumula en un coche.
Incluso en el caso de que se liberen moléculas de bisfenol A, un producto que se utiliza en la fabricación de envases, la cantidad que entra en contacto con el organismo humano, es demasiado pequeña como para representar un riesgo. Así que olvidemos esto y centrémonos en las situaciones que sí suponen un riesgo.
Esto convierte a las botellas de agua en un peligro en el coche
Algo que si está claro es que el agua caliente no sienta nada bien. Dejar la botella de agua en el coche implica que está en un espacio cerrado, sin ventilación y que hace que la temperatura suba de manera considerable. El agua de la botella puede llegar a estar a 80ºC, así que ingerir agua a esa temperatura puede afectar a la salud. Otro problema es que, a esas temperaturas, aunque no sean tan elevadas, los microorganismos crecen con mayor rapidez.
Esto quiere decir que si un microorganismo entra en contacto con el agua, puede llegar a reproducirse de manera múy rápida y provocar algún tipo de enfermedad. El agua es un caldo de cultivo muy importante para bacterias y otros microorganismos, y lo es mucho más si tiene una determinada temperatura.
Otro de los riesgos que existen, aunque es menor, es que la botella de agua produzca un incendio. Sí, es algo que puede suceder y que representa un riesgo real. Esto solo puede suceder si se dan ciertas condiciones. Lo que es real es que el vidrio de una botella puede hacer efecto lupa y concentrar la luz del sol en un único punto. Esto incrementa la temperatura y puede hacer que un elemento inflamable, como la tapicería, se prenda.
En el caso de una botella de pláscico, esto sucede si tiene agua en su interior, haciendo que actúe de la misma forma. También es cierto que el sol ha de incidir en un ángulo concreto, la botella ha de tener formas redondeadas y contener agua. De esta manera, puede hacer que el haz de luz alcance los 400ºC y se produzca un incendio.
Por último, una botella de agua suelta puede salir lanzada hacia delante en una desaceleración súbita. Esto puede provocar que el impacto equivalga al de un objeto de unos 60 kg. Un riesgo que hay que evitar dejando la botella siempre en un lugar donde no está suelta en el habitáculo.
Sabiendo esto, has de mantener tu botella de agua en un lugar donde no le de el sol, descartarla cada poco tiempo y sobre todo, mantenerla en un lugar seguro.
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